Han pasado 13 días desde que Otis, un huracán categoría 5, pegó con fuerza inusitada en la costa del Pacífico. El Gobierno federal publicó en el Diario Oficial de la Federación el 2 de noviembre la declaratoria de desastre natural para 47 municipios de Guerrero, pero al día siguiente, mediante una nota aclaratoria, la redujo solo a dos: Acapulco y Coyuca de Benítez.
El primer día en el que Otis tocó tierra dejó en Acapulco una ciudad fantasma. La luz provenía de la luna y las estrellas, y las vías carreteras se encontraban colapsadas por los deslaves. De acuerdo con el Fideicomiso de Promoción Turística de Acapulco, más de 40 mil turistas quedaron varados por la entrada del huracán. Para los habitantes del puerto los daños fueron mucho mayores. El Gobierno federal calcula hasta ahora 220 mil viviendas destruidas.