SNA, lento avance

El Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) avanza a pasos lentos en el tránsito legislativo. 

Con el nombramiento de la Comisión de Elección del Comité de Participación Ciudadana (CPC), empieza el incierto camino hacia la conformación de sus órganos.

Los 9 integrantes de esta comisión aprobada por el senado, tendrá la encomienda de nombrar a los cinco integrantes del CPC, órgano rector del sistema y canal de interacción entre la sociedad y las instituciones.

De estos cinco nombramientos depende la continuación de la ruta hacia la integración del SNA, pues es precisamente el CPC el encargado de presidir el Comité Coordinador de SNA, núcleo central del Sistema.

Al no existir una plazo legal para la integración del CPC, aún no es posible estimar cuándo entrará en funcionamiento. 

Sumado a ello, aún no se ha emitido la convocatoria oficial para la elección del nuevo fiscal anticorrupción, uno de los pilares básicos para el funcionamiento del sistema.

Otro importante componente del SNA, es la Secretaría de la Función Pública (SFP), que desde hace tres meses, con la renuncia de Virgilio Andrade, se encuentra acéfala, pero un subsecretario es el encargado del despacho.

Tanto el presidente de la SFP, junto con el fiscal anticorrupción forman parte del Comité Coordinador, junto con el presidente CPC, los de la Auditoría Superior de la Federación, de la Secretaría de la Función Publica, del INAI y del Tribunal Federal de Justicia, así como un representante del Consejo de la Judicatura Federal.

Otro de los pendientes para la integración del Sistema es que, en el proyecto de egresos de la federación para el 2017, se asigne una partida presupuestal para su implementación.

Max Kaiser, Director de Anticorrupción del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), advierte que sin el presupuesto adecuado, se corre el riesgo de que el nuevo fiscal anticorrupción termine simplemente heredando la unidad de delitos cometidos por servidores públicos.

Para el senador perredista Armando Ríos Piter, es fundamental que antes del próximo 15 de noviembre, fecha en que la cámara de diputados votará el paquete fiscal, haya una identificación presupuestal clara sobre el monto que se va a otorgar a la operación del SNA.

“Todos los nombramientos que están pendientes y la identificación clara y transparente del presupuesto que permitirá el funcionamiento de nuevas instituciones o de instituciones que deberán coordinarse de una manera diferente, requerirán de la suficiencia presupuestal mínima para poder avanzar”.

El factor ciudadano

Para Max Kaiser, con el tema de la SNA se rompió un paradigma sobre la agenda pública, ya que la discusión de los grandes temas nacionales ya no solo está del lado de los partidos políticos, sino que atañe a todos los interesados en el tema, ya sean organismos como el IMCO o la ciudadanía.

“Lo que debemos seguir haciendo es, desde la sociedad civil organizada, no sólo emitir opiniones, sino posicionamientos claros, con sustento, respecto a los diferentes temas, con elementos concretos para saber a dónde deben dirigirse los procesos”.

Armando Ríos Piter afirma que el mayor reto del SNA es que, una vez que ya existe la ley, esta se pueda aterrizar y que se aplique, porque podría haber quienes con el retraso y disfuncionalidad del sistema pretendan seguir lastimando al interés público, por lo cual es importante el seguimiento ciudadano.

“En la medida en la que tengamos un seguimiento de todos los que estamos interesados en que se combata la corrupción, aprovechemos cuanto espacio sea posible para compartir información , el tema seguirá en la atención pública y ese apoyo ciudadano que ha habido se mantendrá”.

El PRI y el PAN, los dos principales partidos políticos en México, están siendo sacudidos por los casos de corrupción que involucran a dos de sus exgobernadores: Guillermo Padrés (izq.) y Javier Duarte.