La OMS emitió nueve recomendaciones que todas las instituciones de salud deben cumplir para disminuir los riesgos que corren los pacientes. Foto: Especial

Sistema de salud, calidad en duda

En México se estima que 8 por ciento de los pacientes hospitalizados sufre algún tipo de daño durante o después de su internamiento y 2 por ciento mueren. Uno de los errores prevenibles más comunes es la medicación incorrecta

La falta de calidad en los procesos de atención a la salud produce daños a los pacientes que en algunas ocasiones llegan a cobrar vidas y, en otras, dejan secuelas muy graves, generando afectaciones personales, familiares y laborales.

De acuerdo con el Instituto de Medicina, la seguridad del paciente se define como “la atención libre de daño accidental asegurando el establecimiento de sistemas y procesos operativos que minimicen la probabilidad del error”.

En México se estima que 8 por ciento de los pacientes hospitalizados sufre algún tipo de daño durante o después de su internamiento y 2 por ciento mueren, no obstante, las cifras varían dependiendo del nivel de desarrollo de cada país

“En los países desarrollados, en promedio, uno de cada 10 pacientes hospitalizados sufren daños asociados al proceso de la atención recibida, mientras que en los menos desarrollados la cifra llega a ser mucho mayor”.

Ante esta situación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió nueve recomendaciones que todas las instituciones de salud deben cumplir para disminuir los riesgos que corren los pacientes que son sometidos a los diversos tratamientos médicos que se brindan en clínicas y hospitales:

Tener especial cuidado con los medicamentos de aspecto o nombre parecidos, asegurarse de la identificación de los pacientes durante los traspasos, verificar que la realización de los procedimientos sean los adecuados en el lugar del cuerpo correcto, tener especial control de las soluciones concentradas de electrolitos, asegurar la precisión de la medicación en las transiciones asistenciales, evitar los errores de conexión de catéteres y tubos, usar una sola vez los dispositivos de inyección y mejorar la higiene para prevenir las infecciones asociadas a la atención de la salud.

Legislación en México

Si bien actualmente no se puede identificar un instrumento que exprese de manera exclusiva la regulación sobre las acciones que emanan de los compromisos internacionales en la materia de calidad y seguridad de los pacientes, México cuenta con instrumentos normativos que regulan diversos aspectos de la atención médica para prevenir los daños asociados a la misma, explica la Secretaría de Salud en su documento titulado “Acciones Esenciales para la Seguridad del Paciente”.

Entre estos se encuentran la Ley General de Salud, el Reglamento de Insumos para la Salud y el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica, los cuales contienen disposiciones que regulan diversas etapas de la atención a la salud.

Por otro lado, la Secretaría de salud cuenta con tres Comités Consultivo de Normalización a través de los cuales se ha impulsado que en las normas oficiales mexicanas y otros instrumentos jurídicos se consideran aquellos aspectos que inciden en la calidad y seguridad de los pacientes.

Problema mundial

La Organización Mundial de la Salud estima que a escala mundial cada año decenas de millones de pacientes sufren lesiones discapacitantes o fallecen como consecuencia de prácticas médicas o atención inseguras.

“Cada año en el mundo se administran 16 mil millones de inyecciones, en su mayor parte con fines terapéuticos, de ese total, el 40 por ciento se hace con agujas reutilizadas no esterilizadas y en algunos países la proporción asciende hasta un 70 por ciento”
OMS

Además, el organismo internacional explica que, cada año, las inyecciones administradas sin las suficientes precauciones de seguridad causan 1.3 millones de defunciones y la pérdida de millones de vidas, principalmente debido a la transmisión por vía sanguínea de virus tales como hepatitis B, C y el VIH.

Esta situación también afecta la carga económica de las instituciones de salud.

“La carga económica ocasionada por la atención dispensada sin las suficientes precauciones genera gastos médicos y hospitalizaciones, infecciones nosocomiales, pérdida de ingresos, discapacidad y litigios que en algunos países cuestan entre 6 mil millones y hasta 29 mil millones de dólares al año”.

En Estados Unidos, por ejemplo, los errores por medicamentos son los de mayor prevalencia en hospitales; uno de cuatro errores en la materia se debe a la confusión por el nombre del medicamento.

“La falta de seguridad del paciente en EU es la tercera causa de muerte en ese país, generando la pérdida de 220,000 vidas cada año por eventos adversos que son prevenibles”, dice la OMS

Esto también sucede en México, pues de acuerdo con el documento titulado “Acciones Esenciales para la Seguridad del Paciente” de la Secretaría de Salud, el 8.2 por ciento de los eventos adversos detectados estaban relacionados con el mal uso de medicamentos.

¿Cómo evitar riesgos necesarios para los pacientes?

  • Identificando correctamente a los usuarios de los servicios de salud.
  • Con una comunicación eficaz entre el personal de la institución, el paciente y su familia.
  • Mejorando la seguridad de los medicamentos de alerta
  • Verificando que cada procedimiento que se realice sea el correcto en la persona indicada
  • Aumentando la higiene para reducir el riesgo de infecciones
  • Respetar los procedimientos para evitar caídas de pacientes
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