La primera Legislatura del Congreso de la Ciudad de México pagará 2 millones 150 mil pesos por un sistema informático propio que a casi tres meses de su implementación presenta fallas que provocan que las pantallas se apaguen a media votación o haya registros dobles de asistencia.
Se trata del Sistema Electrónico de Asistencia y Votación (SEAV), el cual permite el registro de los diputados capitalinos y captura su participación en las sesiones ordinarias.
El programa ha presentado múltiples fallas e inconsistencias agravadas desde febrero que a la fecha impiden tener una certeza sobre el número real de legisladores que aprueban o rechazan los dictámenes a votación en el Pleno.
“Este es un nuevo sistema, el anterior no era un sistema del Congreso, había alguien que era el dueño (un particular). Se le pagó cuando lo creó (2.5 millones de pesos) y se le pagaba también mensualmente (para su administración). El sistema nadie lo conocía acá internamente y tuvimos una desavenencia con ellos”, explicó Javier González Garza, Oficial Mayor del Congreso de la CDMX.
Al término del contrato, el antiguo proveedor del servicio – empresa cuyo nombre González Garza no quiso revelar– solicitó el pago de 8 millones de pesos para la liberación del código fuente del software desarrollado, así como los llaveros de la página web.
“El problema es que en algún momento ellos nos exigieron una cierta cantidad de dinero, nosotros dijimos que no y entonces se llevaron el sistema”, afirmó.
La nueva administración trató de encontrar soluciones al desorden informático heredado por la pasada legislatura, solicitando apoyo a una nueva empresa de software, Ingeniería en Sistemas Arroyo, S.A. de C.V, la cual también falló en la entrega puntual del nuevo SEAV.
“Lo quisimos hacer internamente y estamos trabajando con una empresa de desarrollo. Ya tenemos este sistema que tú ves ahora, que todavía tiene inconsistencias que se muestran de vez en cuando.
La deficiencia ha generado, entre otras cosas, que las pantallas del Congreso de la CDMX se apaguen a media votación o que se presenten registros dobles de asistencia de los funcionarios locales, acción que pone en duda el quórum de las sesiones y los resultados reales de las votaciones en temas tan relevantes como la Reforma Educativa o la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, discutidos en semanas recientes en el Pleno.
Ignoran problemas
En la sesión ordinaria del 21 de febrero, diputados de las bancadas del PAN, PRD y Morena se pronunciaron sobre la problemática del pase de lista y la votación, reclamando directamente al presidente de la mesa directiva, Jesús Martín del Campo.
Siendo conscientes de los malos manejos originados por la VII Legislatura de la ALDF, se aprobó el arranque del nuevo proyecto interno, que tuvo como primer objetivo cumplir con el requisito de la toma de asistencia y la votación de los legisladores, dejando pendientes los temas de la página web del Congreso capitalino.
Dos meses de adaptación y votaciones a mano alzada después, los errores en la plataforma en apariencia quedaron superados – pues no han llegado a entorpecer la labor legislativa–, por lo que las dudas sobre los nuevos contratos de servicios con particulares o las acciones extraordinarias que tuvo que emprender la Oficialía Mayor para solucionar los desperfectos en calidad de emergencia no parecen incomodar a los congresistas.
Para el coordinador del grupo parlamentario del PRI, Armando Tonatiuh González Case, el hecho de que las pantallas se apagaran a media votación de la Reforma Educativa el pasado 15 de marzo no afecta tanto como la inasistencia de los representantes de Morena, quienes se presentan hasta una hora después del inicio de sesión.
“Desde que volvieron a poner el sistema, nada más creo hubo una falla y a partir de ese momento ha estado funcionando bien. Ahorita está marcando que ya pasando las 10 de la mañana hay casi 30 diputados, recordando que los que tienen mayoría aquí son los de Morena y por ellos no podemos arrancar la sesión”.
El coordinador de la bancada del PRD, Jorge Gaviño Ambriz, expresó que el SEAV al fin “parece que ya está funcionando”.
“Tiene algunos problemas: se cae en alguna votación, pero finalmente lo están reparando y parece ser que ya está dando el servicio que requiere”, dijo.
Sin embargo, manifestó no tener mayor información sobre los costos del nuevo desarrollo o las fechas de entrega del mismo, en lo que se refiere al correcto funcionamiento del servicio.
Para el titular de la mesa directiva del Congreso, Jesús Martín del Campo, el sistema de votación ya no resulta un obstáculo para el desarrollo de las sesiones.
“Ya hemos estado probándolo, pero ya ha estado funcionando. Esto a partir de ciertas dificultades, pero ya está funcionando”, comentó.
Pendientes digitales
En el caso de la página web, el titular de la Oficialía Mayor reconoció que se metieron en problemas para recuperar el dominio, por lo que tuvieron que crear una nueva dirección para cumplir con las obligaciones de transparencia que tiene el Congreso al ser sujeto obligado por las leyes federales.
“Nos dieron un plazo para tener una página web, para tener la información que ellos requerían, el 12 de mayo (…) La página por supuesto es nuestra y estamos esperando que nos digan los de Transparencia (externa) si cumplimos o no con los requisitos”.
Para Javier González, la decisión de la construcción interna del programa, así como las dificultades que generó el declinar las claves de acceso del servicio original, serán en pro de no depender de ahora en adelante de servicios particulares.
“Todos los sistemas los tenemos que trabajar con el propósito de tres cosas: que sean del Congreso, que sean seguros y que en cualquier momento, cualquier otra necesidad que surja nosotros mismos lo podamos resolver”.
Al término de la reunión con González Garza, autoridades de la Oficialía Mayor mostraron a Reporte Índigo tres contratos establecidos por la ALDF en los años 2009, 2014 y 2015, a nombre de la empresa EO Techne S.A de C.V, por la prestación de servicios digitales, equivalentes a 6 millones; 1 millón 980; y 1 millón 392 mil pesos, respectivamente
El nuevo desarrollo interno del Congreso de la capital tendrá un costo de 2 millones 150 mil pesos, pero los contratos de los años recientes –2016 al 2018–no fueron presentados para su análisis comparativo.
“Yo no sé ni siquiera de quién era el programa anterior”, aseguró Javier González Garza.