Sindicato quiere negociar contratos con amenazas
El Sindicato Minero hizo un llamado para la revisión del contrato colectivo con la MMB acompañado de un aviso de huelga, sin embargo estos trámites no fueron respaldados por los trabajadores
Eduardo BuendiaMientras los efectos económicos y laborales por la pandemia del COVID-19 provocan que miles de centros de trabajo cierren sus puertas y millones de empleos se pierdan en el país, la renuencia del Sindicato que lidera el morenista Gómez Urrutia arriesga la inversión coreana en la mina del Boleo y una de las fuentes de trabajo más importantes para la localidad de Santa Rosalía.
El primer paso para abrir la negociación sobre el contrato colectivo de la mina se dio desde febrero, mes en el que el Sindicato Minero presentó ante la presidencia de la Junta de Conciliación y Arbitraje el pliego petitorio para la revisión del nuevo convenio con la empresa del Boleo acompañado de un aviso de huelga.
Entre las peticiones se encuentran que la MMB debe aceptar el texto íntegro del proyecto de revisión del contrato; el pago de aumentos que establece el tabulador de salarios, tarifas de destajos, premios y bonos; y la garantía de todas las prestaciones del acuerdo entre ambas partes.
“Si esa empresa no accediere a las justas peticiones que aquí se consignan, satisfaciéndolas íntegramente, estallará la huelga en todas y cada una de sus unidades y dependencias, precisamente a las cero horas del día dos de mayo de 2020”, se lee en el documento con fecha del 13 de febrero.
A pesar de que las amenazas no surtieron efecto todavía gracias a que la empresa MMB intenta lograr un acuerdo con el Sindicato, en la mina se han registrado intentos de frenar de manera parcial las labores como no permitiendo el paso a proveedores o la descarga de insumos para la extracción de minerales, según el testimonio de trabajadores del Boleo.
Para Rubén Jaramillo, abogado experto en materia sindical, la ruta que sigue el Sindicato Minero es la incorrecta, ya que en estos meses de negociación actuó por cuenta propia sin el respaldo de los trabajadores.
El abogado agrega que las malas prácticas emprendidas por el Sindicato Minero, además de no ajustarse a la ley, son un generador de incertidumbre a las inversiones extranjeras en el país.
“El riesgo inminente es el cierre de la mina, que los inversionistas digan que al no haber arreglo liquidaría a todos. Esa mina no es capital nacional, es capital extranjero y propiamente viene de un gobierno, ni siquiera es un particular, es propiamente el gobierno de Corea el que está invirtiendo”, enfatiza.
Trabajar en la obscuridad
Al igual que otros sectores, el minero-metalúrgico en México también atraviesa por una crisis a causa de la pandemia. La suspensión de actividades y el aplazamiento de contratos dejará afectaciones en muchos de los casos irreversibles para una industria que aporta alrededor del 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Y no solo eso, la Cámara Minera de México (Camimex) estima que el sector genera 379 mil 093 empleos directos y 2.2 millones de indirectos, que quedaron expuestos por la crisis sanitaria.
En un intento por evitar una mayor propagación del virus y en atención a las recomendaciones del Gobierno federal se suspendieron las actividades, aunque algunas de las empresas mineras hicieron un esfuerzo por mantener los sueldos de sus trabajadores.
En el caso de El Boleo prohibió los viajes de su personal hacia el continente asiático cuando recién comenzaba a propagarse el virus.
Para abril, la canadiense Camrova Resources anunció que vendería su participación minoritaria en El Boleo. La oferta era una cuota de 7.07 por ciento argumentando que la pandemia fue un factor importante para esta decisión, aunado a los problemas operacionales y financieros que pesan sobre la mina ubicada en Baja California Sur desde el año pasado.
El manejo de la pandemia en sus instalaciones también es cuestionado por el incremento de casos positivos entre los trabajadores. Los últimos datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportan al menos 31 personas contagiadas de COVID-19.
A nivel general, la paralización del sector en abril y mayo dejó un saldo negativo no solo para los mineros, también para el Gobierno federal.
La Camimex proyecta que durante los meses que la minería no fue considerada como una actividad esencial se perdieron 2 mil millones de dólares en exportaciones. En los últimos cinco años la minería ha sido el sexto generador de divisas para el país.
Al tomar en cuenta el valor de producción la pérdida en la cadena productiva será de 20 mil 373 millones de dólares.