Sin control, ni confianza
Para el 3 de enero del año entrante, más de 10 mil Exámenes de Evaluación y Control de Confianza deberán ser finalizados por parte del Centro Estatal de Evaluación y Control de Confianza.
A la fecha, apenas se han entregado 6 mil 500 de los 18 mil resultados que son necesarios para depurar todas las corporaciones policiacas del estado.
Apenas se han concluido poco más de una tercera parte de las pruebas, y el centro solo cuenta con un personal de 200 trabajadores y tiene un déficit de 40 psicólogos.
Ángel Plascencia
Para el 3 de enero del año entrante, más de 10 mil Exámenes de Evaluación y Control de Confianza deberán ser finalizados por parte del Centro Estatal de Evaluación y Control de Confianza.
A la fecha, apenas se han entregado 6 mil 500 de los 18 mil resultados que son necesarios para depurar todas las corporaciones policiacas del estado.
Apenas se han concluido poco más de una tercera parte de las pruebas, y el centro solo cuenta con un personal de 200 trabajadores y tiene un déficit de 40 psicólogos.
Aún así, el secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP) Ricardo Homero Salas Torres es optimista: “nosotros estamos haciendo todo el trabajo para que cumplamos y podamos evaluar al total de elementos (…) nosotros tenemos planeado en diciembre concluir todas la evaluaciones.
“Ciertamente nuestras áreas están saturadas de trabajo, de manera que los municipios que no manden a sus policías a evaluar, en enero verán las consecuencias de no haber mandado a sus elementos toda vez que ya no los van a poder contratar”, concluyó Salas Torres.
Y es que además del exceso de trabajo, el centro se enfrenta a problemáticas que retrasan su trabajo como el desinterés de algunos alcaldes por cesar a los malos elementos; e incluso la complicidad en actos irregulares como la duplicidad de plazas en diferentes corporaciones.
“Ya después de que verificamos que efectivamente está en dos o en tres lugares, lo que estamos haciendo es levantar un reporte directo para efecto de una investigación”, indicó el secretario ejecutivo en entrevista para Reporte Indigo.
Del 40 por ciento de los elementos que reprueban los exámenes, la gran mayoría lo hace en las partes del examen psicológico y el del polígrafo.
Y es que confianza y control, son dos elementos que paradójicamente faltan en los procesos de depuración policiaca en Jalisco.
Algunos policías, directivos y secretarios de las corporaciones municipales tienen desconfianza en los resultados y la efectividad del Centro Estatal de Evaluación y Control de Confianza de Jalisco.
Alrededor de 70 elementos de Guadalajara y Zapopan buscaron mediante varios juicios de amparo no ser sujetos a estas evaluaciones antes de aprobada la Ley Estatal de Evaluación y Control de Confianza.
Algunos incluso durante el proceso de evaluación se quisieron amparar sobre el resultado adverso de sus exámenes.
En Internet circulan peticiones de asesoría a abogados por parte de policías locales; un elemento de Zapopan indicó en un foro:
“Tengo 20 años de servicio y la ley que anuncia dichos exámenes fue promulgada en 2009, existe mucha incertidumbre por la aplicación de estos exámenes en lo personal he sido sometido a dos evaluaciones 2009 y 2011, de ninguna me han dado los resultados”.
Todos los policías de Jalisco deben cumplir con su depuración completa si quieren mantener su cargo.
También es un requisito que tendrá que cumplir un municipio si es que quiere recibir de nuevo el Subsidio para la Seguridad en los Municipios (Subsemun).
De no hacerlo, se quedará sin ese recurso extra de la Federación que ha servido para la adquisición de equipo especializado en las direcciones de policía municipales.
Aún con esta urgencia, los procesos avanzan lentos.
Corporaciones como la de Guadalajara se deslinda del atraso argumentado que la mayoría de los elementos –alrededor de un 70 por ciento- ya fueron evaluados, pero aun no se entregan todos sus resultados.
Es una situación que genera incertidumbre al final de la administración, pues aunque desde 2009 se empezaron los procesos de depuración oficiales de las corporaciones en el país, Jalisco es de las entidades más atrasadas.
Jalisco empezó con los exámenes hasta finales de 2010. Según informes de la Secretaría de Gobernación del Gobierno Federal, el estado está entre las entidades que lleva apenas entre un 15 y 25 por ciento de su proceso terminado.
¿Quién evalúa a los policías?
El Centro Estatal de Evaluación y Control de Confianza forma parte del CESP y éste a su vez de la Secretaría General de Gobierno.
El decreto que constituye el centro publicado en el Periódico Oficial del Estado de Jalisco el primero de julio de 2010. En el documento se establece que el director del centro será designado por el Ejecutivo.
Algunos secretarios de seguridad locales se mostraron suspicaces a ser evaluados por un organismo que –aunque nació antes- no sirvió en sus condiciones optimas hasta el periodo preelectoral.
Porque hasta el pasado 21 de julio que se aprobó la Ley de Control de Confianza del Estado de Jalisco y sus Municipios y la Ley del Sistema de Seguridad Pública para el Estado de Jalisco.
Las pruebas empezaron a realizarse a finales de 2010, pero durante todo 2011 se pasó por un lento proceso de autodepuración del centro.
En febrero de 2012 entró a laborar el director del centro Agustín de Jesús Rentería Godínez, o al menos desde entonces aparece en la nómina del Gobierno de Jalisco con este cargo.
Y no fue hasta estas fechas que se empezó a trabajar casi al 100 por ciento de su actual capacidad, pero llegó el cambio de administraciones y con ello más trabajo:
“Además tenemos (que hacer) otros dos procesos: todos los presidentes municipales que vayan a llevar a un nuevo director de seguridad previamente tiene que ser evaluado (…) y la evaluación de psicología y toxicología para renovar el permiso de licencia colectiva que tiene el estado para que los elementos puedan portar un arma”.
Sobre el paso de batuta, el secretario ejecutivo del CESP cree que la siguiente administración “tendrá que continuar” con el centro como está: “el personal debe continuar, nos llevaría tres años lograr de nuevo tener un equipo y tener evaluadores”, concluyó Salas Torres.