Sin armas para el futuro
La carencia de un plan de estudios diseñado con base en estrategias pedagógicas y la falta de control por parte del Gobierno federal sobre la CNTE han dado como resultado un sistema educativo el cual es incapaz de garantizar una preparación de calidad para los alumnos mexicanos
Ernesto SantillánEl futuro de México está en juego. Y en un mundo cada vez más competitivo, es fundamental que las generaciones más jóvenes salgan con la mejor preparación posible para enfrentar las retos que se encontrarán por delante.
Sin embargo, las herramientas que el Estado tiene la obligación de dar a los menores a través de un sistema educativo de calidad para que éstos no solo sean capaces de valerse por sí mismos, sino para que se conviertan en ciudadanos de bien, han sido insuficientes a lo largo de la historia.
“La educación no está sirviendo para que la población en México tenga conocimientos realmente útiles que les ayuden en su vida diaria o para mejorar muchos de los problemas que enfrenta el país, como el enseñar nutrición, por ejemplo, la cual les permitiría cuidar de su salud y combatir dos de las enfermedades que más le cuestan al sistema de salud como lo son la obesidad y la diabetes.
“Los mismo con temas de sexualidad, para que de esta manera se prevengan los embarazos no deseados y las ETS; o las leyes, para que conozcan sus derechos y obligaciones”, explica Diego Russo Becker, psicólogo especializado en docencia con base en competencias.
En un intento por revertir esta situación y que la calidad educativa mejore, el gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador otorgó al presupuesto educativo de 2019 un monto superior a los 720 mil millones de pesos, cifra 12.3 por ciento mayor a la asignada en 2018.
No obstante, existen diversos factores que han evitado que este aumento presupuestario en materia educativa logre generar un verdadero cambio.
Por su parte, los resultados de la prueba Planea 2018 (Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes) no sólo revelan que los estudiantes de primaria no han mejorado sus conocimientos en los últimos tres años, sino que el Estado no garantiza el derecho a la educación de calidad a todos los mexicanos.
“Los resultados reflejan que la oferta educativa que se brinda en las escuelas primarias no está garantizando una educación de calidad para todos”, señalan las conclusiones de la prueba.
Esto quiere decir que el 49 por ciento de los alumnos que salen de sexto de primaria tienen un “dominio ineficiente” -el nivel más bajo de la prueba para localizar información explícita, como fechas o nombres, en textos tanto narrativos como expositivos; y no logran comprender la estructura de oraciones simples. Mientras que sólo 3 por ciento de los estudiantes cuenta con un “dominio sobresaliente” -la calificación más alta- en lo que se refiere a Lenguaje y Comunicación.
En la evaluación del área de matemáticas se muestra que el 59 por ciento de los alumnos se encuentran en el nivel más bajo, lo que significa que no cuentan con los conocimientos suficientes para resolver operaciones básicas —sumas, restas, multiplicaciones y divisiones— con números naturales; calcular perímetros en figuras regulares o para interpretar gráficas de barras.
De todos los estudiantes evaluados únicamente el 8 por ciento obtuvo una calificación de “Dominio sobresaliente” en esta área del conocimiento.
Sin embargo, para el especialista en educación, esta manera de evaluar el aprendizaje únicamente a partir de estas tres habilidades: lenguaje, matemáticas y pensamiento científico es uno de los principales problemas por los cuales el modelo de enseñanza en el país no prospera.
“La educación es mucho más amplia que los tres principales conocimientos que la educación estandarizada tiene como finalidad desarrollar. Esa es una visión muy limitada de lo que es la inteligencia, la educación y el aprendizaje.
A pesar de los retrasos y malos resultados en esta materia, hoy la amenaza de un paro nacional indefinido por parte de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) se encuentra más vigente que nunca, especialmente después de que el martes pasado la reforma educativa quedara trabada en el Congreso de la Unión, siendo una vez más los alumnos quienes se convierten en la principal moneda de cambio y en los más afectados de lo que en realidad es una negociación política.
Por ahora, las secciones 22, de Oaxaca; 7, de Chiapas; y 18, de Michoacán, anunciaron su participación en la movilización nacional programada para el 15 de mayo en la Ciudad de México y en el paro de 72 horas que iniciará ese mismo día y concluirá el 17 de mayo.
Por último, al conflicto educativo se suman los nuevos y polémicos criterios de evaluación instaurados por la Secretaria de Educación Pública (SEP) para los estudiantes de primero y segundo año de primaria, los cuales establecen que los alumnos ahora podrán pasar de año únicamente cumpliendo con la asistencia.
El acuerdo dado a conocer el mes pasado y publicado en el Diario Oficial de la Federación el 29 de abril del año en curso, ha desatado posturas totalmente encontradas.
Por un lado quienes aseguran que la determinación tomada por la SEP no afectará el desempeño de los menores.
Y por el otro aquellos que sostienen que con esta decisión la formación de los estudiantes se verá gravemente afectada.
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Formación en riesgo
La estrategia que se ha utilizado a lo largo de los años en México para educar a los menores de edad ha estado basada en un sistema de evaluaciones con el cual, supuestamente, se permite medir el nivel de conocimiento de una persona a lo largo de cada una de las etapas de su vida académica.
Ahora, con los nuevos criterios para evaluar a los alumnos de primaria establecidos por la SEP, se intenta romper con este esquema a nivel preescolar y en los primero dos años de primaria, por lo que actualmente cualquier estudiante que se encuentre en estos niveles académicos aprobará el curso “solo con el hecho de haber cursado el grado correspondiente”.
La medida rápidamente generó la polarización entre quienes defienden la decisión de la Secretaría de Educación Pública y quienes argumentan que con esta medida se está poniendo en riesgo la formación básica de los estudiantes.
Una de las principales críticas de los nuevos criterios de evaluación es la integrante de la comisión de Educación en la Cámara de Diputados, Abril Alcalá Padilla, quien asegura que con esta decisión se está poniendo en riesgo el desarrollo de las herramientas más básicas que requieren los niños para que puedan seguir con sus estudios a futuro que son: escritura, lectura de comprensión y operaciones de matemáticas básicas.
“Está comprobado que los primeros años de la educación básica es en donde los niños aprenden tres cosas fundamentales: límites, el respeto a la autoridad y las consecuencias de sus actos.
“Entonces con estas nuevas medidas les estamos enseñando que ahora no pasa nada y que con que vayas a la escuela ya es ganancia”, dice la diputada.
Contraria a la opinión de Abril Alcalá se encuentra la de Diego Russo Becker, psicólogo especializado en educación, quien explica que el hecho de aprobar a los niños de preescolar y de primero y segundo de primaria por el simple de hecho de haber asistido a la escuela es irrelevante para su formación.
“Desde el punto de vista pedagógico, esto de que los niños de preescolar, primero y segundo de primaria aprueben independientemente de que obtengan buenos resultados en un examen o no, es un tema irrelevante en términos de aprendizaje.
“El programa de estudios está mal, si ves el mapa curricular que deben llevar los estudiantes a lo largo de su vida académica, está pésimamente diseñado para abarcar los conocimientos que necesita un humano para hacerle frente al mundo.
“Si lo que preocupa es el aprendizaje de los estudiantes, entonces hay que ver cuál es la metodología didáctica que se debe aplicar para que aprendan, pues el momento del aprendizaje es en la didáctica, no en la evaluación”, explica Russo.
“Es la primera vez que la SEP hace esto de manera oficial, pero el hecho de que un alumno pase de curso simplemente por asistir a la escuela es algo que se viene haciendo desde hace muchos años.
“La diferencia es que anteriormente al maestro se le ordenaba realizar el número de exámenes necesarios al alumno hasta que éste aprobara, lo que convertía esta tarea en una pesadilla burocrática para los profesores, quienes con tal de evitarla preferían aprobar a los estudiantes. Con esto por lo menos se libera a quien imparte la clase de estos procesos burocráticos”.
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Recuperar el control de la educación
Como candidato a la presidencia de México una de las principales promesas de Andrés Manuel López Obrador fue abrogar la reforma educativa implementada durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto.
Con este compromiso, el tabasqueño consiguió el apoyo de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, quienes representan a uno de los sindicatos más poderosos del país y cuyo apoyo fue fundamental en la victoria de Morena el pasado 1 de julio.
Sin embargo, quienes hace apenas unos meses se mostraban como uno más de los aliados de la cuarta transformación, hoy se presentan otra vez como el rival que sexenio tras sexenio hace cumplir sus exigencias a base de amenazas.
En esta ocasión, la presión por parte de la Coordinadora busca no sólo que se derogue la reforma educativa, sino que también se elimine al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y el servicio profesional docente.
Ante esta situación, tanto los partidos de Oposición como diversas organizaciones civiles han pedido al gobierno tomar las riendas de la educación en el país y velar por los estudiantes antes de ceder a presiones políticas por parte del magisterio disidente.
“Cuando un sindicato tiene la capacidad de controlar, secuestrar la educación o hasta paralizar al país, estamos hablando de un grupo que prácticamente se dedica a extorsionar al gobierno para obtener intereses personales.
Y acabar con esto es un reto enorme que requiere de muchísimo temple gubernamental para poder recuperar la rectoría del Estado”, dice Alexandra Zapata, directora de Educación e Innovación Cívica en el IMCO.
Se calcula que en la movilización participarán cerca de 70 mil maestros, quienes han amagado con bloquear tanto la Cámara de Diputados como la de Senadores para que la reforma no se discuta.
“Iniciaremos con marchas y bloqueos y toma de oficinas y de las sedes legislativas”, dijo a medios nacionales Wilbert Santiago, el vocero de la Sección 22 de Oaxaca.
Por su parte, los diputados ya acordaron llevar a cabo un periodo extraordinario el próximo 8 de mayo para tratar de sacar adelante la nueva reforma educativa.
“Compartimos todos la urgencia de avanzar en este tema (Reforma Educativa) y celebro la disposición que han mostrado todos los grupos para que podamos avanzar en el tema”, dijo Mario Delgado, coordinador de la bancada de Morena.