En los últimos días, la confrontación entre la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y la jueza federal Nancy Juárez Salas ha acaparado la atención mediática.
La jueza advirtió que la mandataria podría enfrentar un proceso penal que la llevaría a la cárcel por el presunto delito de desacato. Sin embargo, surge la pregunta: ¿qué tan factible es que la presidenta sea encarcelada?
El conflicto se originó el pasado 17 de octubre, cuando la jueza Juárez Salas ordenó la eliminación de la reforma al Poder Judicial publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) en un plazo de 24 horas. En caso de incumplimiento, la jueza indicó que se daría aviso a la Fiscalía General de la República.
A pesar de esta orden, Sheinbaum Pardo adelantó que no eliminaría la reforma que establece la elección popular de jueces, magistrados y ministros. Además, señaló que denunciará a la jueza por extralimitarse, argumentando que un amparo no puede revertir una reforma constitucional aprobada por el Congreso.
Sheinbaum tendría que ser desaforada, pero es poco probable
Expertos consideran que, aunque la situación es grave, es prácticamente imposible que la presidenta termine en la cárcel. La razón principal radica en el fuero presidencial, que la protege del supuesto delito de desacato.
Para que esto sucediera, el Congreso tendría que someterla a juicio político, quitarle el fuero y luego un juez tendría que juzgarla. Sin embargo, el partido Morena, al que pertenece Sheinbaum, controla completamente el Poder Legislativo, lo que hace improbable que el proceso avance.
En una reciente entrevista para W Radio, la jueza Juárez Salas aclaró que su intención no es encarcelar a Sheinbaum, sino que su responsabilidad legal le obliga a dar aviso al Ministerio Público si se comete un delito de desacato.
“Antes de consignar la carpeta, el ministerio público tendría que lograr ese desafuero a través de las cámaras, y ahí la mayoría está con el partido oficialista, por lo que lo veo complicado“, afirmó.
Presidenta insiste en que no bajará la reforma
El sábado pasado, la presidenta reiteró su rechazo a la decisión de la jueza, calificándola de un exceso de autoridad. Durante una asamblea en Coatzacoalcos, Sheinbaum argumentó que los amparos no son procedentes contra reformas constitucionales, como la aprobada recientemente que permite al pueblo elegir a sus jueces y magistrados.
La controversia continúa generando tensiones en el ámbito político y judicial del país, mientras los analistas observan con atención los próximos pasos de ambas partes en este complejo enfrentamiento.