La regulación del sexoservicio en la Ciudad de México divide opiniones en las Asambleas Constituyente y Legislativa: las posturas van desde apoyar que dicha actividad sea lícita, hasta advertir que se corre el riesgo de detonar la trata.
La postura “progresista” se enfrenta a la moderada que enciende los focos rojos respecto a los riesgos de debatir con ligereza dicha actividad.
En la propuesta de Constitución de la Ciudad de México que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, envió a la Asamblea Constituyente, se propone reconocer y proteger a quienes ejerzan el trabajo sexual voluntario y autónomo como una actividad lícita. Más allá de eso, se plantea la creación de un Fondo de Pensiones y Prestaciones para aquellas personas trabajadoras que pertenezcan a este sector, “a fin de contar con recursos que les brinden acceso a la protección social, de acuerdo con un esquema flexible, en concordancia con sus necesidades.
“El fondo se integrará mediante convenios y con las aportaciones de las personas beneficiarias, conforme a lo que determine la ley de la materia”, detalla el documento.
El debate del tema a profundidad aún no empieza, sin embargo algunos activistas, constituyentes y legisladores locales ya han manifestado abiertamente su apoyo o rechazo a la llamada “legalización de la prostitución”.
El choque en la Asamblea
Desde la Asamblea Legislativa capitalina, el diputado del PRD, Víctor Hugo Romo, impulsa una iniciativa que tiene como objetivo principal reconocer que “la prostitución es un servicio personal digno de retribución y de tutela constitucional, si se presta voluntariamente”.
El objetivo es consolidar una ley basada en derechos humanos que permita visibilizar el trabajo sexual para prevenir la discriminación y que sirva como plataforma al debate que habrá respecto al tema en la Asamblea Constituyente.
Dicha propuesta ha hecho hincapié en las diferencias de reconocer que la prostitución puede ser vista como un trabajo legal y que no lleva a incentivar o tolerar la trata de personas, delito que en esta administración ha sido perseguido y castigado, incluso desde que Miguel Ángel Mancera era procurador.
A las voces de legitimar y normar la prostitución en la capital de la república se suma la de Jacqueline L’Hoist, presidenta del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México (Copred), quien sostiene que regular la prostitución disminuiría la discriminación contra las personas que viven de esa actividad.
L’Hoist sostiene que las trabajadoras sexuales que ejercen en la calles de la Ciudad de México son el blanco de maltrato no sólo de transeúntes y clientes, sino de las propias autoridades, fundamentalmente las policiacas y encargadas de procuración de justicia, quienes las maltratan e insultan.
Con ese escenario de discriminación y de inseguridad para las personas que ejercen la prostitución, la postura del Copred es a favor de reformar la fracción VII del artículo 24 de la Ley de Cultura Cívica que sanciona a quienes se dedican a esta actividad.
La diputada del PRI en la ALDF, Jany Robles Ortiz, propuso también crear la Ley que Regula el Trabajo Sexual en la Ciudad de México; en ese mismo sentido, Fernando Zárate, del PVEM, planteó reformar la Ley de Cultura Cívica con el objetivo de que la prostitución deje de ser una falta administrativa que sólo sirve para satanizar el trabajo de las y los sexoservidores.
No obstante los diversos planteamientos a favor que han surgido del PRD, PRI y PVEM, algunas voces rechazan tajantemente que se regule la prostitución en la capital. La diputada local, Beatriz Rojas Martínez, del PRD, ha criticado a quienes pretenden analizar el fenómeno con ligereza propiciando ranuras que pueden ser aprovechadas por las redes de trata y explotación.
La perredista hizo un llamado para que el Artículo 15 del Proyecto de Constitución que envió el jefe de Gobierno a la Constituyente no sea aprobado por los diputados porque, dijo, “contraviene los derechos humanos establecidos en los tratados internacionales firmados por México”.
Rojas advirtió que la Ciudad de México junto con Tlaxcala, Puebla, Baja California y Chiapas, son las entidades con los índices más alarmantes de trata de personas en todo el país, donde han quedado exhibidas las redes de trata y sus conexiones en Estados Unidos.
Sexoservicio en la CDMX
El debate respecto a regular la prostitución en la capital coincide con el reclamo de seguridad que lanzan algunos colectivos y organizaciones no gubernamentales para proteger a quienes se dedican a esta actividad.
En la Ciudad de México operan al menos 13 zonas o corredores en los que se ejerce la prostitución tolerada por las autoridades, entre los más importantes están: Sullivan, San Pablo, Nuevo León, Puente de Alvarado, Circunvalación o La Merced y avenida Zaragoza en Iztapalapa. Como respuesta a los reclamos de inclusión y seguridad al gremio de sexoservidoras, el Gobierno de la Ciudad de México distribuirá hoy las primeras tarjetas de empoderamiento económica a un grupo de diez chicas transexuales que recibirán mil 500 pesos durante un año en tanto consiguen otro empleo, capacitación o becas.