Sequía afectará gravemente a Nuevo León este 2024

Ante el bajo pronóstico de lluvias, el poco almacenamiento en presas, el calor extremo y la falta de acciones por parte de las autoridades, los neoleoneses podrían volver a vivir un escenario como el de 2022
Daniel Anguiano Daniel Anguiano Publicado el
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Las presas de Nuevo León no han logrado elevar sus niveles y los pronósticos anuncian menos precipitaciones y más olas de calor para Nuevo León durante el verano, escenario para que haya recortes en el suministro de agua en las colonias de la Zona Metropolitana de Monterrey y en consecuencia, surjan brotes de inconformidad social como sucedió hace dos años.

En 2022 surgieron protestas en diversos puntos de la ciudad, exigiendo el abasto de agua; algo que podría repetirse en los siguientes meses.

Bajo estas condiciones, es sobre todo la zona poniente del Área Metropolitana la que tiene mayor riesgo de padecer los recortes en el suministro antes que el resto; de hecho, en 2022, el Gobierno del Estado habilitó casi mil 500 puntos de abastecimiento comunitario en las colonias de esta región de la ciudad.

En Santa Catarina fueron 379 puntos los que se instalaron entre el 2022 y 2023; en García, 178 centros; en Escobedo, 280 unidades; y en el norponiente de Monterrey fueron 593 puntos de abasto de agua instalados en el mismo periodo, de acuerdo con la plataforma Datos Abiertos de Nuevo León.

En lo que va del 2024, Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey no ha informado más recortes al suministro como parte de un plan de racionamiento de agua; sin embargo, las probabilidades de que esto ocurra son altas.

Al momento, las presas del estado tienen menos agua que en 2022: El Cuchillo, en junio de ese año, tenía 48.98 por ciento de llenado, hoy tiene 32.65 por ciento; La Boca, tenía 11.04 por ciento hace dos años; pero debido al trasvase desde la antes mencionada, hoy tiene 40.02 por ciento.

Y la presa Cerro Prieto, prácticamente sigue vacía desde entonces, con apenas 5.48 por ciento hasta la semana pasada.

Menos lluvias y más calor

En fechas recientes, la Conagua pronosticó un 30 por ciento menos lluvia para los siguientes tres meses en comparación con el promedio histórico; y para junio, de acuerdo con el Sistema Meteorológico Nacional, se prevén al menos dos olas de calor más, sin mencionar que en julio inicia la temporada más calurosa del año, la canícula.

La situación se agrava debido al calor intenso. En junio de 2023, Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM) informó que las altas temperaturas provocan que la cantidad de agua que se evapora de las presas sea mayor a la que se extrae.

“Hay días que la evaporación es de seis metros cúbicos por segundo, es mayor a la extracción para la ciudad de Monterrey, incluso hay días que son siete metros cúbicos por segundo de evaporación, es algo que no se ve, pero está yendo de la presa (El Cuchillo)”, detalló Doroteo Treviño, asesor operativo de SADM.

En diversas ocasiones el organismo ha informado que a la presa El Cuchillo, la fuente principal de abastecimiento de la Zona Metropolitana de Monterrey, se le extraen cinco metros cúbicos por segundo.

Es decir, que si no se recarga el embalse, más la extracción y la evaporación, esta presa podría acercarse hacia finales de año a un nivel en donde ya no podría disponerse de agua.

Antonio Hernández, activista ambiental, explicó que la situación todavía puede ser más peligrosa debido a que cuando el nivel de las presas es bajo, el agua que contienen se evapora más rápido de lo habitual.

“Una presa con menos agua puede calentarse más rápido, aumentando la tasa de evaporación. El agua superficial en una presa con un nivel más bajo puede tener una temperatura más alta debido a una menor masa de agua que absorba el calor”, indicó.

Agregó que a estos se suman otros factores, como la humedad relativa, el viento, la precipitación y la tasa de extracción diaria.

Agotamiento progresivo

Un análisis del Observatorio de Ciudades, un proyecto impulsado por el Tecnológico de Monterrey para analizar las problemáticas de las urbes mexicanas, detectó un “agotamiento progresivo y sostenido” de los recursos hídricos de Nuevo León.

En este análisis, sostiene que de no tomarse medidas preventivas “de gran calado” que garanticen el abasto de agua en la ciudad, crisis hídricas como la de 2022 no sólo podrían repetirse, sino ser más graves.

“Una gestión hídrica integral para la región tendrá que asumir que en el futuro habrán más años excepcionales como 2022, y que si el gasto de agua sigue incrementando, una crisis así podría tener más y peores consecuencias que la ya sobrellevada”, señala el documento.

El análisis del Observatorio reconoce que la presa El Cuchillo es el único embalse que ha evitado una crisis más severa, pues se trata de la reserva más grande del estado; sin embargo, también muestra una tendencia a la baja en su almacenamiento.

Y, aunque la obra del Acueducto El Cuchillo II permite el bombeo de una mayor cantidad de agua hacia la Zona Metropolitana de Monterrey, el Estado tendría que seguir otra estrategia, no sólo la de extraer más agua de las presas.

“No solo bastaría con aumentar la extracción, tendría que reducirse el uso intensivo en la producción agrícola e industrial, así como el desperdicio, a la vez que se implementan medidas como la captación”.

La crisis en Nuevo León por una sequía que se acerca ya a los cinco años, parece agravarse cada día; pues las lluvias son escasas, hay más días con calores extremos y las reservas se agotan; con estas condiciones, el estado se acerca a vivir, otra vez, un “día cero”.

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