Senderos Seguros de la CDMX, entre claroscuros por implementación desigual
Existen avenidas de la Ciudad de México que a pesar de ser parte del programa Senderos Seguros no son transitadas por nadie y, en contraste, hay otras que son un ejemplo de cómo debe funcionar la medida
David MartínezA las 10:00 de la noche, caminar sobre Eje 3 de la Calzada de Tlalpan con rumbo al Eje Central en la alcaldía Cuauhtémoc es un acto temerario. Aunque dicho tramo forma parte del programa Senderos Seguros, andadores urbanos que han sido rehabilitados de 2018 a la fecha con el fin de garantizar la seguridad de la ciudadanía, particularmente la de las mujeres.
Las rehabilitaciones consisten en mejorar las condiciones de iluminación, la creación de murales artísticos y la reparación de aceras. En total, durante la actual administración se han construido 172 senderos que alcanzan una extensión de 700 kilómetros, de acuerdo con información emitida por las autoridades capitalinas.
En el Eje 3, frontera vehicular que marca la separación entre las colonias Obrera y Algarín, se observan pocas sombras caminando, la mayoría avanzan con prisa y sin distraerse, especialmente, en los tramos donde los árboles de más de 20 metros de altura cubren las luces.
Los transeúntes que pasan por ahí no cruzan la mirada entre sí e, incluso, evitan emparejarse con otras personas. En el lugar, el sonido más recurrente es el de los automóviles, que suenan como ráfagas de viento al transitar.
La avenida es casi un desierto de asfalto: habitado por imprentas y carente de casas. Mientras que los murales, pintados para mejorar la imagen urbana y generar mayor sensación de seguridad, se pierden con la oscuridad de la noche.
Lo único que puede advertir a quien camina por ahí que la vía es un sendero seguro es una señalización trazada en el piso de una mujer y una niña caminando, porque lo demás no cumple su cometido.
A unos dos kilómetros más adelante, se encuentra otro camino rehabilitado, el de Congreso de la Unión, que va de Viaducto a la Avenida Hidalgo en la colonia Santa Anita, alcaldía Iztacalco.
En comparación con el anterior, en este sí se aprecian los murales y hay paredes donde sobresale el logotipo de la actual administración, en el que se anuncia que es parte del programa gubernamental.
No obstante, las luminarias no evitan que las calles solitarias generen una sensación de inseguridad, y personas paradas en las esquinas de las vialidades con motonetas a un lado incrementan esta percepción de riesgo.
Además, en el semáforo de Viaducto la iluminación del sendero seguro se termina y, de ahí hacia La Viga, el alumbrado se vuelve deficiente.
Ambas zonas están alejadas del Centro Histórico, la más visitada de la ciudad y la que ha recibido mayor inversión en favor de los peatones.
Caso contrario
En el sendero seguro de la avenida Plutarco Elías Calles, en la alcaldía Iztapalapa, que va de Circuito Interior a Eje 4 Sur, la situación es diferente: hay luminarias tanto a ras de piso como altas que logran dar luz a los camellones y aceras.
A pesar de que son las 23:00 horas, hay adolescentes en las canchas de básquet y adultos mayores cuidando a los niños que juegan en las resbaladillas.
También hay personas sentadas en establecimientos, como la taquería “Los Güeros”, y la convivencia de los paseantes hace que inclusive parezca una hora más cercana al atardecer.
“Está muy bien, dejaron muy bien la avenida”, dice la señora Carmen, quien vive en la zona y salió a comprar crepas para cenar.
Su tranquilidad es tal que se siente confiada de platicar en la banqueta de Plutarco Elías Calles porque, además de que hay mucha gente, considera que ahora es muy seguro.
“Le hacía mucha falta que le hicieran algo, seguido se escuchaba de asaltos o balazos”, afirma.
Desde que inició el programa Senderos Seguros, son 129 mil 048 metros cuadrados de corredor urbano en donde se ha mejorado el alumbrado público a través de la colocación y mantenimiento de 613 puntos de luz con tecnología LED, afirman datos proporcionados por la Secretaría de Obras y Servicios (SOBSE) durante la inauguración del corredor, el 19 de diciembre de 2019.
Senderos Seguros reducen la inseguridad
Los Senderos Seguros ofrecen condiciones para que las mujeres y las niñas caminen libres y seguras en la Ciudad de México, señala información acerca del programa del Gobierno de la capital que puede consultarse en su portal electrónico.
“Con acciones de iluminación, adecuación y mejoramiento en la infraestructura de las calles y camellones aumentamos la seguridad del espacio público, garantizando el derecho de las personas a una vida libre de violencia”, menciona la publicación.
Asimismo, indica que, de 2019 a 2022, los 700 kilómetros de senderos han ayudado a reducir un 25 por ciento los delitos contra las mujeres en estos espacios.
Aunque las condiciones para la movilidad peatonal no son perfectas, la Ciudad de México es un ejemplo para otras entidades en el tema, señala César Hernández, especialista en urbanismo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y miembro del Instituto de Política para el Transporte y Desarrollo (ITDP).
“En general es un ejemplo a seguir, especialmente, en movilidad de personas”, dice.
Detalla que la ciudad ha buscado reordenar el espacio público a través de la rehabilitación de espacios. Sin embargo, expresa que aún hay áreas de oportunidad por el diseño de las calles, que, en su mayoría, no fueron trazadas para traslados a pie.
“Incluso las bicicletas antes no eran consideradas como un vehículo, y sus ocupantes no tenían derechos”, declara.
Especialmente, afirma, se deben intervenir zonas no turísticas o no comerciales.
“También se puede mejorar la coordinación entre el Gobierno de la ciudad y las alcaldías para que los criterios aplicados por la Semovi para el diseño de calles y políticas sean vinculantes”, concluye.
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