La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) no considera viable el proyecto hídrico Monterrey VI, que consiste en traer agua del Río Pánuco.
Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (SAyDM), a cargo de Juan Ignacio Barragán, reconoció que se analiza la posibilidad de reactivar este proyecto, aun sin certeza de si se puede construir o no. La propuesta de Barragán se debe a la falta de abastecimiento de agua en las tres presas: La Boca, Cerro Prieto y El Cuchillo, donde existen pocos millones de metros cúbicos de agua en resguardo.
Sin embargo, este proyecto fue rechazado por la Semarnat. La Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de esta dependencia federal decidió negar, por varias circunstancias, la realización de este proyecto.
Entre estas razones está, por ejemplo, que Servicios de Agua y Drenaje, en ese entonces a cargo de Emilio Rangel Woodyard, no acreditó información relevante.
En enero de 2012, expertos de esta dirección comenzaron los estudios de Manifestación de Impacto Ambiental. En su modalidad regional (MIA-R) encontraron que había omisiones en las dimensiones que tendrían los cárcamos de bombeo.
Sobre las estaciones y líneas de transmisión, la superficie del cambio de uso de suelo y la afectación en la vegetación no hubo información para saber los alcances del proyecto.
El uso y manejo sustentable de agua de Monterrey VI podría causar daño ambiental por pasar por una zona considerada Área Natural Protegida (ANP). La dependencia aseguró que Monterrey VI viola la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), la Ley de Protección al Ambiente en Materia de Evaluación del Impacto Ambiental y el Reglamento de la Ley General de Equilibrio Ecológico.
“De conformidad con lo dispuesto en el artículo 35, fracción III, inciso a, de la LGEEPA, negar la autorización solicitada en materia de impacto ambiental del proyecto Monterrey VI, acueducto Tampaón-Cerro Prieto, promovido por Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey”, dice la Semarnat.
La dependencia federal refiere que la empresa paraestatal puede volver a solicitar la MIA-R.
“La promovente tiene a salvo sus derechos para ejercitar de nueva cuenta las acciones correspondientes para someter a esta unidad el proyecto, previo cumplimiento de las disposiciones legales pertinentes”, dice el resolutivo.
Este acueducto será de 386 kilómetros y transportará agua del Río Tampaón en San Luis Potosí hasta la estación de bombeo de la presa Cerro Prieto en Linares, Nuevo León. Y se tendrán que construir seis cárcamos de bombeo y seis subestaciones eléctricas.
No obstante, representará un costo muy alto traer el agua de este río hasta Nuevo León por el alto consumo de energía para el bombeo, por lo que el servicio tendría una tarifa muy cara.
Negociar trasvase asegura Plan Hídrico
El Plan Hídrico Nuevo León 2050 establece como prioridad construir un acueducto en la presa El Cuchillo para abastecer la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM), una obra que ha sido olvidada por Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey.
“Nuevo León tiene autorización para construir un segundo acueducto, por cinco metros cúbicos por segundo adicional de la presa El Cuchillo; sin embargo, se encuentra pendiente la construcción de un emisor de la planta de aguas residuales que sería de Dulces Nombres hasta la presa Marte R. Gómez, mediante el cual, Nuevo León entregaría las aguas residuales tratadas”, dice el plan.
Además de este acueducto, el documento establece que se tiene que negociar el trasvase de agua a Tamaulipas.
“Esto, sin duda, abre la posibilidad de, a través de un estudio específico y detallado, estar en posibilidades de negociar los términos del acuerdo de 1996 de tal forma que Nuevo León pueda trasvasar menores volúmenes a Tamaulipas sin afectar a los distritos de riego aguas abajo”, dice el documento.
La presa El Cuchillo, a partir de su entrada en operación en 1994, se ha constituido como la fuente superficial más importante para la ZMM. El gasto medio de extracción desde la entrada en funcionamiento de la presa es de 2.60 metros cúbicos por segundo.
Nuevo León tiene argumentos de peso para dejar de mandar agua a Tamaulipas. El abogado Alejandro Gómez explicó que el objeto social del decreto que ya no existe: esta agua era para que los agricultores de sorgo pudieran tener buenas cosechas, pues esa zona hoy no se dedica a la agricultura y pasó a convertirse en un lugar habitacional, que además incluye un aeropuerto.