Sello Rojo, la empresa lechera de la discordia
Abraham González Uyeda, exsubsecretario de Gobernación de Felipe Calderón, y su hermano Rubén Masayi, líder de los industriales, son señalados de actuar al margen de la ley y de utilizar su influencia política para hacerse del control absoluto de la lechera Sello Rojo
Luis HerreraEl conflicto interno de la empresa Lechera Guadalajara o Sello Rojo ha golpeado la imagen pública de dos de sus dueños: el exsubsecretario de Gobernación, Abraham González Uyeda; y su hermano, Rubén Masayi, líder industrial en Jalisco, al ser señalados de actuar fuera de la ley y bajo protección de las autoridades locales.
Abraham y Rubén Masayi son personajes prominentes en el estado. El primero fue parte del gabinete federal de Felipe Calderón Hinojosa desde la Secretaría de Gobernación, donde incluso llegó a ser su titular interino en noviembre de 2008 por poco tiempo. El segundo es el coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ).
Desde finales de julio los otros hermanos de Abraham y Rubén Masayi que también son propietarios de Sello Rojo, Aída Araceli Tomie, Alfredo Shigueru, Roberto Eiji y Sergio Akira, expusieron la lucha que actualmente se desarrolla por el control de esa importante compañía lechera.
En un primer comunicado publicado el 24 de julio en los medios impresos, los cuatro hermanos que se dicen afectados cuestionaron los métodos que está siguiendo Rubén Masayi para hacerse de las riendas de la empresa, y que resultarían en la designación de Abraham como gerente general con poderes plenipotenciarios sobre la firma.
Aseveraron que el lunes 24 de junio, los hermanos Rubén Masayi e Hilda Hiroko, en su calidad de socios minoritarios de las tres sociedades que conforman la Lechera Sello Rojo.
La rapidez con la que actuaron juzgadores e integrantes de la Fiscalía de Jalisco para satisfacer los intereses de Abraham y Rubén Masayi levantó sospechas entre el resto de sus hermanos.
“El Juez Mercantil concedió, dos días después, las medidas cautelares solicitadas por estos accionistas minoritarios. Con una celeridad inaudita y en un operativo sin precedentes, la madrugada del sábado 29 de junio, abogados, secretarios ejecutores y policías municipales, asistidos por agentes de la Fiscalía del Estado, tomaron la administración de la empresa, para entregarla a Rubén Masayi; dejando sin derecho de acceso a los accionistas mayoritarios, incluidos sus cuatro hermanos y un hermano del fundador”.
Abraham y el actual fiscal del Estado, Gerardo Octavio Solís Gómez, fueron compañeros dentro del gabinete del exgobernador panista de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña, en la administración 2001-2007. En este contexto, los hermanos afectados de Sello Rojo dijeron que “resalta la inusual participación de los agentes de la Fiscalía y que en solo seis días se ejecutaran estas acciones”.
Respaldo oficial
En un segundo comunicado del 2 de agosto los mismos cuatro hermanos González Uyeda, que cuestionan el proceder de Abraham y Rubén Masayi, aseveraron que estos últimos están intentando tomar decisiones sobre los activos de la compañía lechera de manera unilateral, según las convocatorias que han estado emitiendo.
“Está claro que son convocatorias para Asambleas futuras, pero no sorprendería que los acuerdos estén ya tomados. De cualquier forma, las acciones de esta agenda revelan con claridad la intención de enajenar los activos sin la participación del Consejo de Administración –que fue legalmente designado en noviembre 24 del año pasado- y de sus accionistas”.
También revelan la posición que obtuvo Abraham, el exsubsecretario de Gobernación, de todo esto. “Adicionalmente, Rubén Masayi no explica que ya produjo actos en su supuesto cargo de Administrador General Único, pues mientras dice que quiere un director externo, ya designó e inscribió en el Registro Público de Comercio como Gerente General y con poderes plenipotenciarios a su hermano Abraham Kunio”.
A decir de los hermanos quejosos, Abraham y Rubén Masayi están actuando con el permiso de las autoridades, puesto que “esta situación solo ha sido posible debido a la colaboración y tolerancia de las autoridades locales, a quienes se les exige que se conduzcan adecuadamente y en el marco de la ley, pues de seguir así se podrían generar daños irreparables”.
Una última falta que atribuyen a Abraham y Rubén Masayi es la celebración de reuniones sin cumplir con los tiempos previstos por ley “dentro del marco legal y societario no hay forma de realizar una asamblea sin haberla convocado por lo menos con quince días de antelación. No obstante, Rubén Masayi y Abraham Kunio González Uyeda lo lograron con el apoyo del Notario número 1 de Tlajomulco”.
En ese sentido se cuestiona una convocatoria emitida el 5 de julio, aunque “hasta el día de hoy, ha habido al menos tres convocatorias adicionales, sin cumplir el requisito de plazo anticipado”.
Silencio empresarial por caso Sello Rojo
La reciente designación en este 2019 de Abraham Kunio como el representante del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ) en el Comité de Adquisiciones del Gobierno de Jalisco ha sido leída como otra pieza dentro de la madeja de intereses tejida entre ese par de hermanos González Uyeda con la autoridad estatal.
La presunción es que el respaldo oficial que estarían recibiendo Abraham y Rubén Masayi por el control de Sello Rojo, estaría siendo recompensado con una participación dócil de los industriales al interior de ese comité donde se deciden las compras gubernamentales. Rubén Masayi, sin embargo, ha rechazado que esté actuando al margen de la ley.
Hasta ahora no se han pronunciado de manera pública voces al interior del CCIJ que estén en desacuerdo con la manera de conducirse de su coordinador, o que estén inconformes con que este persista como su líder, pese a que se trata de uno de los entes de representación empresarial más importantes de Jalisco.