Cumplidos los primeros ocho meses de David Monreal como gobernador de Zacatecas, el principal tema que preocupa a los ciudadanos sigue siendo la crisis de violencia que se vive en la entidad. Pues no solo sigue sin apreciarse una ruta definida en materia de seguridad, sino que también los actos criminales parecen asentarse.
En el informe mensual presentado el 23 de mayo por el Gabinete de Seguridad del presidente Andrés Manuel López Obrador, Zacatecas se localizó como la novena entidad del país en cuanto a homicidios dolosos. Pues se perpetraron 439 de estos crímenes tan solo en el periodo entre enero y abril.
Lo que significa que, tan solo en el transcurso del mes de abril, se cometieron 119 homicidios dolosos en Zacatecas. Siendo que la edición del citado informe presentada el mes pasado daba cuenta de 320 de estos delitos durante los primeros tres meses del 2022, cuando la entidad se posicionó en el octavo puesto a nivel nacional.
Aunque la problemática de la inseguridad abarca ya el estado completo, el epicentro sigue siendo la localidad de Fresnillo. Incluido entre los 50 municipios prioritarios para la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno federal, se cometieron 91 homicidios durante el mencionado periodo.
Las cifras presentadas por el Gobierno de López Obrador se suman a las que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía en marzo, cuando la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana colocó a los dos municipios más importantes de Zacatecas en el top tres de percepción de inseguridad entre los pobladores.
El 97.1 por ciento de los habitantes de Fresnillo dijeron sentirse inseguros en su ciudad, siendo el primer lugar a nivel nacional y con el 87.9 informando que hubo disparos cerca de sus hogares durante el primer trimestre del año. En tanto que 91.7 de quienes viven en Zacatecas capital opinaron similar, quedando en tercer lugar por detrás de Ciudad Obregón, Sonora.
La percepción de inseguridad entre los habitantes de los principales municipios de Zacatecas se vuelve más alarmante al notar que la media nacional es un ya elevado 66.2 por ciento. Además de que 84.4 por ciento de los habitantes de Fresnillo y 81.8 de quienes residen en la capital temen que esta crisis seguirá igual o empeorará durante los próximos 12 meses.
Estrategia de seguridad fallida
Estas cifras se explican, en parte, por la dificultad que ha tenido el gobernador Monreal para establecer su estrategia de seguridad en los casi nueve meses que lleva en el cargo. Como lo muestran los constantes cambios que ha habido en cargos de primera importancia en este sector de su gabinete.
En noviembre de 2021, a un mes de llegar al Palacio de Gobierno, Monreal recibió la renuncia de Arturo López Bazán, secretario de Seguridad Pública a quien ratificó en el cargo tras desempeñarlo durante el último año del exgobernador Alejandro Tello, nombrando como relevo al general en retiro Adolfo Marín Marín.
Siendo Zacatecas el estado más letal para los policías, pues hasta abril sumaban 22 elementos asesinados durante el año en curso, siete integrantes cesados de la Policía Estatal Preventiva encabezaron una protesta de 11 días en los que tomaron el edificio de la Secretaría de Seguridad Pública y se manifestaron en el Palacio de Gobierno y el Congreso de Zacatecas.
El paro laboral concluyó el 11 de abril, cuando Monreal accedió a reubicar a los elementos cesados y a otorgar seguro de vida a los policías estatales, además de comprometerse a destituir a José Aciano Medrano, subsecretario de Seguridad; Israel Reyes García, encargado de despacho de la PEP y Lizbeth Takahashi Castañeda, jefa de División de Fuerzas.
La salida de estos tres mandos había sido exigida por los elementos de la PEP desde marzo, tras dos días de paro laboral, pues les acusan de abuso de autoridad y tráfico de influencias, pues acusan que, de los 800 elementos de la corporación, alrededor de 200 son expolicías federales, como los mandos cesados, que no aprobaron los controles de la Guardia Nacional.
Crecen las críticas
Dado que el informe de seguridad presentado este mayo representa las cifras registradas hasta abril, esta edición no incluye la muerte de Caleb, un niño de tres años asesinado el viernes 20 de mayo cuando un comando abrió fuego en el templo de la Virgen de Guadalupe, en Fresnillo, al tratar de atrapar a su objetivo, quien resultó herido de gravedad.
El crimen desató la indignación de los zacatecanos e, incluso, el alcalde Saúl Monreal, hermano del gobernador, exigió que comiencen a dar resultados tanto al general Adolfo Marín Marín, secretario de Seguridad Pública del estado, como al fiscal general Francisco Murillo Ruiseco, de cuya labor ha sido altamente crítico.
Luego de que tres estudiantes de la Universidad Autónoma de Zacatecas y otro más de la preparatoria número 4 fueron asesinados en dos agresiones perpetradas el 21 y 25 de abril en la capital zacatecana, el alcalde de Fresnillo se sumó a los reclamos al titular de la Fiscalía General de Justicia del Estado.
Con el general Marín Marín la relación tampoco ha sido tersa. Pues en marzo pasado el menor de los hermanos Monreal reclamó que, a tres meses de haber llegado a la SSP estatal, el nuevo secretario no solo no había visitado Fresnillo, sino que no había entablado comunicación pues ni siquiera tenía su teléfono u otra forma de contactarlo.