Su propio padre dejó a Diana Belén en el centro comercial Parque Delta porque iría al cine con un amigo. No la volvieron a ver con vida.
La estudiante de preparatoria fue secuestrada por su novio y un amigo, dos menores de 17 años adictos a la marihuana y cocaína quienes intentaron cobrar un rescate de 2 millones de pesos. Al no conseguirlo, la mataron.
El secuestro y feminicidio de la estudiante de la Universidad del Valle de México quedó documentado en la carpeta FAST/T2/593/16-05 D01 de la Fiscalía Antisecuestros de la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJDF).
Más allá del segundo lugar nacional de robo a transeúnte y el cuarto sitio en robo con violencia en todo el país en lo que va de este año, la capital de la república ocupa la posición cinco en materia de secuestros con 715 casos de diciembre de 2012 hasta abril de 2017, lo que va del sexenio de Miguel Ángel Mancera.
En este ranking, la delegación Iztapalapa ocupa el primer lugar con 168 casos de secuestro, Gustavo A. Madero el segundo con 78, Cuauhtémoc, tercero con 63.
En cuarto Tlalpan con 58, y Álvaro Obregón el quinto con 50 plagios, de acuerdo al análisis de cifras oficiales realizado por la organización Alto al Secuestro.
Por 2 millones de pesos
En estas cifras frías, el caso de Diana Belén cuenta para las autoridades como secuestro, pero también como un caso de feminicidio pues la jovencita fue violentamente asesinada por su pretendiente y el amigo de éste, quienes se deshicieron de su cuerpo en la carretera federal Cuautla a la altura del Cañón de los Lobos, municipio de Yautepec, Morelos.
Un día después de que la menor desapareció, el 29 de mayo de hace un año, sus padres fueron contactados desde el celular de ella para pedirles 2 millones de pesos de rescate.
El 30 de mayo, los secuestradores le pidieron a la madre de la víctima que acudiera a Camino Real a Xitle en Tlalpan donde le dejaron un sobre que contenía un mechón de cabelló café, amarrado con un listón azul. Era de Diana.
En el mismo sobre le dejaron un recado con letra de computadora, la credencial de la UVM y la del gimnasio al que iba la menor, así como una tarjeta de presentación del Colegio Mexicano de Ingenieros a nombre del papá de Diana. Con ello demostraban que la tenían.
A través de los videos de las cámaras de seguridad de Parque Delta, se logró ubicar que Diana sí estuvo ahí con Gustavo Paredes, a quien el hermano de ella identificó como el pretendiente o novio que le daba marihuana.
No fueron los 2 millones de pesos que los captores pedían los que su madre entregó en la Unidad Habitacional Fovisste Fase II en San Lorenzo Tezonco, de la colonia San Nicolás Tolentino, de Iztapalapa, sólo llevó 50 mil.
Entre inseguridad
La Ciudad de México sufre los altos índices del delito:
>> 2
Lugar nacional en robo a transeúnte
>> 4
Sitio en el país en robo con violencia
>> 5
Lugar en casos de secuestros con 715 en esta administración local
Áreas de riesgo
Delegaciones con más casos de secuestro de diciembre de 2012 hasta abril de 2017:
>> 168
Iztapalapa
>> 78
Gustavo A. Madero
>> 63
Cuauhtémoc
>> 58
Tlalpan
>> 50
Álvaro Obregón
Se culpan mutuamente
Una semana después, el 6 de junio, el cadáver de una mujer fue levantado en calidad de desconocido en la Carretera Federal a Cuautla.
Mientras, en la Ciudad de México el hermano de Diana reportó a su madre y luego a la policía que a través de las redes sociales Gustavo, el pretendiente de la joven, le preguntaba con insistencia qué se sabía de su paradero.
Al revisar su perfil de Facebook, los investigadores encontraron vínculos cercanos con otro adolescente, José Carlos Rincón, cuyo número celular saltó entre la lista de investigados.
La policía localizó y detuvo primero a José Carlos Rincón, quien tras ser capturado señaló a Gustavo como autor del asesinato; cuando se capturó a este último, responsabilizó a su amigo.
Para mediados de junio las autoridades de Yautepec reportaron el hallazgo a las autoridades de la Ciudad de México.
Los padres de Diana acudieron a reconocer el cuerpo a las instalaciones de la Fiscalía de Cuautla, Morelos, quienes informaron que la joven murió a causa de sofocación por obturación de orificios respiratorios, nariz y boca.
Con las evidencias, José Carlos, acompañado de su madre, declara que Gustavo sí le comentó en su casa de la colonia Roma, en la delegación Cuauhtémoc, que secuestraría a una persona para obtener dinero y lo involucró cada día más para secuestrarla.
Al hablar respecto al crimen, Gustavo se dijo arrepentido de no haber hecho nada para evitarlo, pues su amigo José Carlos se la había llevado a los árboles de la carretera y cuando reaccionó, Diana ya estaba en el suelo sin moverse.
Ambos adolescentes se habían conocido desde niños en la secundaria del colegio Olof Palme y esporádicamente se llamaban para saludarse y platicar.
El 29 de mayo del 2016 se habrían reunido para comer pizzas y tomar cervezas en una casa de la Roma, ahí coincidieron Gustavo, José Carlos y Diana, donde se habría desencadenado esta trágica historia.