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El combate al secuestro que la Procuraduría General de la República (PGR) lleva a cabo en Jalisco a través de su delegación local, presenta un índice de resolución muy pobre de los casos, menor al 4 por ciento, aún cuando decenas de estos delitos caen en sus manos y no en las de la Fiscalía General del Estado (FGE).
En el trabajo “Secuestro, la incidencia real oculta”, Reporte Indigo publicó el 10 de febrero pasado que los registros que elabora la PGR sobre esta actividad delictiva en la entidad, muestran que aquí ha ocurrido un 29 por ciento más de secuestros de los que informa la Fiscalía, en un periodo que comprende de 2007 a noviembre de 2014.
De esta forma, si la Fiscalía reportó 279 secuestros en ese tiempo desde el fuero común, la PGR investigó por su cuenta y en la esfera federal fueron 81 más, para dar un total de 360 ilícitos en el territorio estatal en ocho años.
Sin embargo, de los secuestros que atendió directamente la PGR en su delegación, únicamente tres fueron consignados ante un juez: el 3.7 por ciento. Estos problemas de eficiencia del Ministerio Público (MP) federal en Jalisco se reflejan de igual forma en la cantidad de detenidos que hubo por estos hechos.
En sus indagatorias consignadas en el lapso mencionado, la PGR confirmó el involucramiento de 22 individuos en los secuestros cometidos en el estado, no obstante, logró la detención de solo 10 de ellos, así que tiene pendiente la aprehensión de 12 restantes.
El dato no es menor si se tiene en consideración que la intervención de la PGR en este delito, se da principalmente cuando están involucradas células del crimen organizado.
Ayuda al análisis saber que la delegación de la PGR, al igual que las instancias estatales y municipales, atraviesa por un proceso de depuración de sus elementos con las pruebas de control de confianza.
En Jalisco el 26 por ciento de los integrantes de la delegación fueron hallados no aptos al reprobar sus evaluaciones. Así, de sus 557 elementos, 143 fallaron. Más a detalle, de sus 139 agentes del MP federal, 33 no pasaron las pruebas, el equivalente al 24 por ciento.
Constante cambio de mando
A nivel nacional el combate al secuestro por la PGR tiene estos números:
Investigó en el mismo periodo 7 mil 91 de estos delitos en todo el país –a sumarse a los 9 mil 671 atendidos por las fiscalías y procuradurías estatales–, pero únicamente consignó 975 de los expedientes, es decir, un 14 por ciento.
Y si en todo el país comprobó con sus consignaciones la participación de 4 mil 82 sujetos en la ejecución de secuestros, únicamente pudo detener a mil 315 de ellos, esto es, uno de cada tres probables responsables (el 32 por ciento), así que permanece pendiente la aprehensión de los otros 2 mil 767.
Jalisco es el decimosegundo estado con más secuestros indagados directamente por la PGR –comparte el lugar con Chiapas-, los cinco primeros son Tamaulipas, con 555; Veracruz, 231; Michoacán, 199; Coahuila, 167, y Distrito Federal, 152.
Y ocupa el lugar 16 por la cantidad de detenidos por el MP federal ligados a secuestros, los primeros cinco son Veracruz, con 113; Tamaulipas, 96; Morelos, 44; Coahuila, 42 y Baja California, 28.
Si la evaluación se concentra en los años que competen a la actual administración federal –2013 y 2014– arroja en Jalisco la investigación de 21 secuestros por la PGR, pero la consignación de uno solo de éstos (menos del 5 por ciento); y ninguna detención, aunque hay 15 probables responsables no aprehendidos.
A nivel nacional esta gestión que lidera el procurador Jesús Murillo Karam indagó 2 mil 29 secuestros, pero consignó sólo 380, una de cada cinco (19 por ciento); detuvo a 598 sospechosos de estos delitos, aunque tiene confirmado el involucramiento de mil 722, por tanto, le falta capturar a mil 124 de los probables responsables (el 65 por ciento).
La delegación local de la PGR ha pasado por tres titulares durante esta gestión. Gerardo Octavio Solís fue el primero, luego fue sustituido por Gerardo Vázquez Alatriste, y éste a su vez por Raúl Martínez Hernández.
La otra cara
La Fiscalía General del Estado asegura obtener mucho mejores resultados en el combate al secuestro que la delegación local de la PGR. Sus informes estadísticos lo estarían confirmando.
De 2007 a junio de 2014 el MP local consignó ocho de cada 10 casos de secuestro en el fuero común, es decir, que ahí donde la PGR logró un pobre 3.7 por ciento, la autoridad local habla de un 78 por ciento de efectividad, esclareciendo 212 de las 270 averiguaciones previas que se abrieron.
Si ese mismo periodo se extiende a todo 2014, la Fiscalía detuvo a 577 individuos que estuvieron involucrados en los ilícitos, de los cuales 521 terminaron consignados ante un juez, esto es, nueve de cada 10 (90 por ciento).
Ya en la arena judicial la Fiscalía no ha demostrado la culpabilidad de todos sus consignados, por lo que hasta ahora ha dado pie a 95 sentencias condenatorias por secuestro ante tribunales (apenas el 18 por ciento).
Ahora bien, en específico durante 2013 y 2014, ya con el funcionamiento de la Fiscalía –tras la fusión de las extintas Secretaría de Seguridad Pública y Procuraduría General de Justicia del Estado–, se concretaron 222 de estas detenciones, con 212 consignaciones: el 95 por ciento.
En la 16 Reunión Nacional de Planeación y Análisis Estratégico para el Combate al Delito de Secuestro, en Puerto Vallarta, el 29 de noviembre pasado, donde estuvieron los titulares de las Unidades Especializadas en Combate al Secuestro (UECS) del país, el fiscal, Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, dijo:
“Para poder disminuir el delito de secuestro tenemos que trabajar en la desarticulación de las bandas de secuestradores, puedo decir que desde marzo de 2013 hemos desarticulado 35 bandas de secuestradores”.
La UECS de Jalisco está conformada por 41 efectivos, según el Registro Nacional de Personal de Seguridad Pública al 31 de agosto de 2014, en un reporte entregado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
En el segundo informe de gobierno del titular del Ejecutivo, Aristóteles Sandoval Díaz, se lee:
“Se reestructuró la UECS, conformando áreas de análisis, de negociación y crisis, y táctica. Se investigó a fondo a personas detenidas hasta lograr la detención de los jefes de las bandas dedicadas a este delito y lograr su desarticulación”.