Sector salud en México, en terapia intensiva

La promesa de rescatar al sistema de salud mexicano de la crisis en la que está sumergido desde hace varios años, y que se agravó con la pandemia de COVID-19, está lejos de cumplirse. Al contrario, el presupuesto anual destinado para el mantenimiento y rehabilitación de hospitales presentó un retroceso.

Este 2023 el presupuesto que se destinó para los servicios de salud fue el más bajo en los últimos cinco años, pues presentó una reducción de 65.6 por ciento en términos reales, de acuerdo con un estudio realizado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

Una de las secuelas que dejó la pandemia es el deterioro acelerado de los hospitales públicos, debido a que se desbordaron por el aumento de casos graves de enfermedades respiratorias, más los padecimientos que ya se atendían. Ante esta situación, el dinero que se prometió nunca llegó o, en el peor de los casos, no se sabe con exactitud en qué se gastó.

Esto provocó un llamado de auxilio por parte de médicos de todo el país, quienes buscan que sus lugares de trabajo tengan insumos e instalaciones óptimas, además de mejores condiciones salariales.

Y es que, a tres años de que estalló la pandemia, la realidad es que la carencia persiste en estos centros hospitalarios y poco o nada ha cambiado. Además, la promesa de mejorar la inversión en estos inmuebles a lo largo del territorio nacional quedó en bolsas presupuestales que se gastaron en rubros que siguen sin transparentarse.

Un ejemplo de las insuficiencias a las que se enfrenta este sector, es que en los hospitales públicos se encuentra disponible solo una cama por cada mil habitantes.

La Secretaría de Salud federal estima que únicamente hay 56 mil camas en los 32 estados de la República, y tres mil de éstas son para terapia intensiva.

A ello se le suma la precarización de insumos en hospitales y la mala atención, lo cual ha desatado un efecto colateral: una mayor demanda en el sector privado que, de acuerdo con encuestas, se debe al “pésimo” servicio que se brinda en los servicios médicos públicos.

Los datos confirman esta tendencia: la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut 2021) reveló que más del 50 por ciento de los mexicanos optaron por acudir a servicios médicos privados antes que atenderse en hospitales públicos.

Jorge Cano, investigador de Gasto Público en México Evalúa, precisa que el presupuesto que se destinó para la infraestructura hospitalaria se estancó. Un ejemplo de esto es que las 35 mil camas de hospitalización general, si bien representan un incremento en comparación con las 33 mil que existían en el sexenio anterior, son insuficientes.

“Los últimos hallazgos que tenemos desde la organización es que el presupuesto ha sido insuficiente para atender las necesidades de la población mexicana, como sucede con el INSABI. Si en realidad hubiera una vocación de mejorar el sistema de salud sería acompañado de mejor presupuesto y redireccionado a áreas como las antes mencionadas”, cuestiona el investigador.

Además, detalla que existen partidas presupuestales que no se han gastado por parte de la Secretaría de Salud; es decir, hubo subejercicio y se infló el presupuesto de la misma dependencia gubernamental.

Desabasto de medicinas, la otra pandemia

La escasez de medicamentos en todo el país es otro problema que está lejos de solucionarse. Andrés Castañeda, coordinador del Colectivo Cero Desabasto —asociación conformada por más de 100 organizaciones sociales—, confirmó que las compras de medicamentos siguen estancadas.

“Este abandono es histórico, no es nuevo y, en ese sentido, puedo afirmar que las cosas han ido empeorando, como ejemplo el primer nivel. La oferta de los privados va en incremento ante el deterioro del servicio médico privado. Los indicadores demuestran que en el gasto de salud hay opacidad”.

Esto, agrega, se debe a la falta de una política farmacéutica en el país.

Para este año, los programas para el suministro de medicamentos también sufrieron una reducción de 25.4 por ciento en términos reales comparado con 2022, según los datos que muestra el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2023.

Escasez de profesionistas

Los últimos datos oficiales detallan que en el país existe un déficit de poco más de 75 mil profesionistas en el sector salud, lo que ocasionó que el Gobierno federal desplegara una campaña de contratación masiva para frenar la merma que existe en los hospitales. En la actualidad se estima que laboran 107 mil médicos en México.

Para dimensionar la falta de talento en el sector médico es importante mencionar que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recomienda una tasa de 3.2 médicos por cada mil habitantes. En México solo trabajan de 1.95 a 2.4 profesionales en esta área a lo largo y ancho del territorio nacional.