La forma en que el Papa Francisco ha dirigido el destino de la Iglesia católica ha provocado que la jerarquía eclesial mexicana haya cambiado su manera de ejercer el ministerio religioso… al menos en la forma.
Para Roberto Blancarte, catedrático de El Colegio de México y especialista en religiones, la jerarquía de la Iglesia mexicana se enfrenta al reto de suavizar su postura en temas para los que ha sido especialmente conservadora y que ahora son tratados con mayor apertura por el Papa Francisco.
“Los nichos más conservadores opondrán una resistencia si el Papa abre algunas cuestiones -como parece que las quiere abrir- en temas como el celibato sacerdotal, la comunión para los divorciados, temas relativos a la familia y temas de la homosexualidad, como el papel de los homosexuales dentro de la Iglesia.
“De cualquier forma se tienen que cuadrar; pero lo que ahora buscan evitar son los errores flagrantes que han cometido en otras ocasiones. Pero en el fondo, no han cambiado de opinión, solo cambian de actitud; ahora han sido más precavidos”, expone Blancarte.
Para muestra, un botón. Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, quien en diciembre del 2007 se refirió a los periodistas diciendo que fuera de esos muros había gente peor que destroza la dignidad de las personas.
Ahora, Rivera Carrera ha guardado silencio. Ante el cambio de estilo en el gobierno de la Iglesia, ha preferido mantenerse en un bajo perfil.
“Ahorita está más callado y obviamente sabe que está en total minoría y que ya no puede decir las cosas que decía antes. Pero eso no quiere decir que deje de pensarlas”, advierte Blancarte.
El impacto del Papa Francisco
La llegada de un Papa más liberal a la cabeza de la Iglesia, ha impactado directamente en las relaciones de poder de las Iglesias católicas de todo el mundo, afirma el especialista, y México no es la excepción, pues ahora el grupo más conservador ha tomado un matiz más tolerante.
“Yo veo a esa parte de la Iglesia mexicana ya muy borrada; estos grupos más conservadores están desvanecidos en el mapa y ahora han tomado fuerza otros grupos más abiertos. Aun así, la parte más conservadora ha tenido que cambiar al menos su discurso”, apunta.
