La hegemonía del PRD en la ciudad está en peligro. En los próximos meses podría perder la segunda delegación más importante y al menos tres curules de la Asamblea Legislativa del DF (ALDF).
El conflicto entre el diputado local Víctor Hugo Lobo Román y las huestes perredistas abrió la puerta para que el todavía militante de Nueva Izquierda abandone las filas del PRD y se incorpore al PRI.
“No nos dan el valor como grupo que tenemos y eso no lo podemos permitir. Lo único que están logrando es construir una situación de ingobernabilidad”, dijo Lobo en entrevista con Reporte Indigo.
En teoría, el legislador no representa un importante bloque al interior de la ALDF, pero sí tiene un peso específico en la capital del país, al tener el control de la segunda delegación Gustavo A. Madero. Y es ahí donde entra la preocupación de muchos.
Todo empezó con el control que tendrá el poderoso grupo bejaranista en el órgano colegiado. No solo tendrá en su poder las comisiones de trabajo más importantes sino que también dominará la mayoría de las áreas administrativas.
Ese hecho desató la furia de la corriente Nueva Izquierda (NI), y principalmente, la de su líder, Víctor Hugo Lobo, quien ya tiene un pie fuera del sol azteca y el otro dentro de las filas del tricolor.
Por eso los amagos de cambiar de color son cada vez más fuertes y el encargado de la negociación tiene nombre y apellido: Cristián Vargas, ex diputado local, mejor conocido como el dipuhooligan.
Desde su llegada a la ALDF, Lobo Román no ha obtenido una sola de las posiciones anheladas, y al no encontrar el cobijo necesario en el PRD, ya planteó, de manera informal, su salida del partido.
De concretarse su incorporación a las filas del tricolor, Lobo no lo hará de manera abierta (por el momento) para evitar un enfrentamiento con el aparato de gobierno, como sucedió en el 2009 con el grupo de René Arce.
De cualquier forma, a estas alturas ya hay una incisión en el PRD, y sus principales líderes en la Asamblea Legislativa del DF no tienen en mente resarcir la relación con este legislador.
Los hechos
En la sesión del martes, Lobo abrió públicamente un frente de batalla en contra DE los dirigentes del PRD, quienes dejaron a NI fuera de las negociaciones de áreas administrativas.
Así sucedió también en el reparto de comisiones y comités semanas atrás. En esa ocasión, Lobo adelantó que si las demás tribus no reconocían su fuerza y liderazgo habría un clima de ingobernabilidad.
Esta vez, el también ex delegado en Gustavo A. Madero reaccionó de manera contundente. Primero contra René Bejarano y luego con el presidente de la Comisión de Gobierno de la ALDF, Manuel Granados. Al primero lo llamó, en pocas palabras, voraz y ladrón; al segundo, de patiño.
Esto, en virtud de que los nuevos titulares de la Tesorería General, Contraloría Interna, Servicios Parlamentarios y del Instituto de Investigaciones Parlamentarias son afines a Izquierda Democrática Nacional.
Mientras que el llamado grupo Progresista, que concentra a los marcelistas, se quedó con la Oficialía Mayor y Comunicación Social.
Al enterarse que este acuerdo ya estaba planchado, Lobo ofreció una conferencia de prensa, en la que desconoció a Granados como su líder parlamentario: “Un coordinador que no coordina, no lo podemos reconocer”.
La oposición
Granados, presidente de la Comisión de Gobierno y coordinador de la bancada perredista, minimizó la postura de Nueva Izquierda.
En su opinión, el asunto se resume a un malestar por no haber cedido a los chantajes y exigencias de un pequeño grupo de legisladores que pedían una cuota que no les corresponde.
“Los nombres de los nuevos funcionarios de la ALDF se votó en el pleno con el apoyo de los grupos parlamentarios del PAN, PRI, PVEM, PT y Movimiento Ciudadano, así como de la mayoría perredista”.
En ese mismo sentido se pronunció Eduardo Santillán, uno de los asambleístas de la corriente bejaranista, quien dijo que es absurdo que un grupo pretenda más de lo que legítimamente le toca.
“Nosotros somos la corriente más grande en la ALDF, pues al día de hoy sumamos 19 diputados, que es un número mayor a la mitad de legisladores perredistas”.
En entrevista con esta casa editorial, fue enfático al asegurar que así son las cosas y que no hay de otra. Incluso, lamentó que Lobo abriera un frente contra Bejarano ya que forma parte fundamental en los acuerdos del partido.
El factor PRI
Desde la elección interna del Consejo Político Estatal del PRD, Víctor Hugo Lobo ha enfrentado a la corriente bejaranista, que buscó expulsarlo del partido en diversas ocasiones y recientemente formó un frente en su contra.
Por eso, en los últimos meses, el ala priista que dirige Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre ha tenido un acercamiento con Lobo Román a través del ex diputado local Cristian Vargas (el dipuhooligan).
En entrevista telefónica, aseguró que el ex delegado en Gustavo A Madero no ha tenido el reconocimiento a la labor desempeñada dentro del Partido de la Revolución Democrática.
“Ya tuvimos una serie de encuentros con Lobo para tratar este tema y la dirigencia nacional sabe de ello. En una reunión con Miguel Ángel Osorio Chong le hicimos saber del interés que hay de sumar a Lobo y él nos dijo que las puertas están abiertas”.
Explicó que para el PRI sería importante contar con un liderazgo como ese, ya que tiene un proyecto de mejorar la calidad de vida de los maderenses, programa de gobierno que empata con el tricolor.
En la elección del 2012, Cristian Vargas buscó la candidatura a la Gustavo A. Madero, pero no la alcanzó. Y una parte del PRI considera viable hacerse de la segunda demarcación más poblada y de mayor presupuesto en el DF.
“Sabemos que si Lobo cambia de partido lo hará con toda las estructura delegacional, pues se trata de trabajar para la gente”.
El ultimátum
Al respecto el diputado y líder de NI en la ciudad asegura que el tema central es de respeto: “tenemos un peso incuestionable en el DF, más consejeros estatales y menos espacios en la ALDF”.
En entrevista con Reporte Indigo, dijo que Manuel Granados está cediendo a los chantajes de René Bejarano a cambio de promesas de cobijarle todas sus aspiraciones.
Y es que, en su opinión, éste último “no tiene límites, ya que al no tener la calidad moral para buscar un proyecto de trabajo, se dedica a comerciar los espacios de gobierno”.
Sobre los acercamientos con el PRI, celebró que otras fuerzas políticas reconozcan su labor y no descartó una salida del PRD junto con su equipo político.
“Por el momento estoy a la espera de que haya congruencias en el plano nacional y local.
Vamos a dejarle al PRD que decida la ruta, si siguen violentando las reglas o no.
“Técnicamente nos están obligando a todos a salir de un partido que está secuestrado por los intereses voraces de Bejarano. Lo que les angustia es que no los dejemos hacer lo que quieren”.
Pero, aclaró, “por ahora soy más del PRD que el propio Manuel Granados, que en años anteriores fue asesor del PRI”. Es decir, la moneda está en el aire.