Este fin de semana sumaron 18 ejecuciones en la capital del país, lo que podría sugerir que el Distrito Federal está siendo acechado por una guerra entre bandas del crimen organizado que buscan apoderarse de las plazas más redituables.
La jornada del fin de semana ha sido la más violenta de los últimos seis años, y sucede en los primeros 100 días de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y del jefe capitalino, Miguel Ángel Mancera.
Aunque algunos funcionarios del gobierno de la Ciudad de México y también el secretario general del PRD, Alejandro Sánchez, han descartado que se trate de actividad del crimen organizado, los reportes iniciales sugieren lo contrario.
En un lapso de 24 horas, las delegaciones de Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Iztacalco y Tláhuac fueron escenario de ejecuciones con armas de fuego que se homologan con el modus operandi de los sicarios del narcotráfico.
Fueron 11 los ejecutados de manera similar. En todos los episodios un grupo de sujetos armados descendieron de vehículos y accionaron armas de fuego en contra de civiles, lo que sugiere que fueron ataques predestinados.
Las características de los fallecidos, de igual manera, presentan un patrón común. Todos eran personas del sexo masculino entre 18 y 35 años de edad.
De acuerdo a las primeras indagaciones, el joven de 18 años asesinado en la delegación Gustavo A. Madero, se encontraba ubicado frente a un conocido punto de venta de droga.
En Iztapalapa, considerada la delegación más violenta en 2013, cinco sujetos fueron ejecutados a balazos. Las agresiones fueron realizadas con armas largas y cortas. En el lugar se encontraron más de 15 casquillos calibre 9 milímetros y cinco .223, lo que podría sugerir el uso en un rifle AR-15, o similar.
La manera de operar de los agresores se dio de la misma manera. De acuerdo a dos sobrevivientes, un grupo de sujetos descendieron de un auto para accionar su armas de manera directa.
En Iztacalco y Tláhuac las personas ejecutadas se encontraban atadas de manos y pies, amordazadas y golpeadas.
Los ejecutados de Tláhuac fueron asesinados en el lugar en que fueron encontrados, mientras que los de Iztacalco presentaban el tiro de gracia, aunque se desconoce el lugar de su deceso.
Para el lunes pasado se habrían registrado siete muertes más en la capital del país. Aunque estas no necesariamente relacionadas al crimen organizado.
Ayer, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, enfatizó que la seguridad de los capitalinos está garantizada. Y que ha instruido la aplicación de nuevos operativos para reforzar la seguridad en diferentes puntos de la Ciudad de México.
El cinturón geográfico que divide al Estado de México con la Ciudad de México ha presentado un incremento de violencia en los últimos meses. Para muchos, de manera no convencional, ya que se trata de acciones que normalmente se ven en zonas donde el crimen organizado se encuentra disputando plazas.
Es decir, acciones predeterminadas, con un nivel de violencia mayor, más capacidad de fuego y un alza en los puntos de distribución de droga.