En el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México se encuentra un edificio de 8 pisos que sigue de pie, pero por los sismos del 2017 y el de este 23 de junio se encuentra dañado.
Los vecinos del inmueble ubicado en la Plaza Santos Degollado entre Av. Independencia y José María Marroquí cuentan que ya están acostumbrados a los movimientos telúricos, pero siempre la alerta sísmica es un recordatorio de lo frágil que es su vida.
“Ya estamos acostumbrados, yo vivo en el piso 5 y por eso intentamos estar siempre alertas, dormimos con pijama y dejamos nuestras cosas de valor cerca de nosotros”, comentó uno de los habitantes de edificio Marroquí.
Su administradora, se percató de que todos salieran del edificio y reveló que hubo caída de escombros hacia la calle y en el interior del edificio.
“Ahorita ya está acordonado y ya están todos afuera, pero hubo caída de escombros y más daños en los muros internos”, comentó a Reporte Índigo.
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Desafiando a la gravedad de la situación hubo quienes no hicieron caso a las recomendaciones de la administradora y de la seguridad del inmueble y decidieron volver a entrar a cerrar sus puertas, rescatar a sus mascotas o subir por ropa.
“Si van a entrar, es bajo su propia seguridad”, les dijo el guardia.
Fernando Vázquez trabaja en la área de limpieza de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), como era la hora de desayuno cuando ocurrió el sismo de 7.5 grados le tocó ir a comprar cosas a la tienda, justo a un costado del edificio Marroquí.
El hombre comenta cómo comenzó a moverse el edificio y a caer piedras.
“El edificio se comenzó a mover en circular y el otro edificio que está a un lado también. Los dos se movieron igual y comenzaron a caer las rocas de ese edificio que ya está dañado. La gente que vive ahí saben que ya está dañado pero ahí siguen. Muchos bajaron en chanclas y en bata de dormir y ahorita ahí están, ya puso el cerco Protección Civil”, narró el hombre.
Los habitantes del edificio Marroquí se encuentran en la Plaza Santos Degollado esperando que tengan una tercera oportunidad y puedan seguir viviendo en su patrimonio.
