El reciente posicionamiento de la Universidad de Guadalajara (UdeG) reconociendo que la situación de Jalisco ante la pandemia no ha hecho más que empeorar durante todos estos meses es una fractura profunda en el discurso triunfalista que ha mantenido hasta ahora el Gobierno del estado.
El 5 de enero de 2021, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, quien se ha desmarcado de la estrategia federal contra la pandemia para implementar su propio plan, afirmó que “hay que explicar que la estrategia que se ha hecho en Jalisco sigue dando buenos resultados”.
No obstante, el estado está por alcanzar los siete mil fallecimientos por COVID-19.
Por eso ha llamado la atención el mensaje dado por el rector general de la UdeG, Ricardo Villanueva Lomelí, cargado de autocrítica con respecto a los resultados que se han obtenido hasta ahora en Jalisco ante el manejo de la pandemia.
“A pesar de todos los esfuerzos que todos hemos hecho, la pandemia no ha cedido, durante estas 43 semanas cada etapa ha sido peor que la anterior. En los últimos días se ha registrado el número más alto de muertes por COVID-19, de casos confirmados, de casos activos, y también el número más alto de hospitalizaciones”.
A diferencia de la narrativa de Enrique Alfaro, quien no suele reconocer fallas en la estrategia que implementa el Gobierno del estado para intentar contener la pandemia, el rector de la UdeG inclusive hizo alusión a las primeras proyecciones que hizo la casa de estudios en marzo de 2020, y que señalaban, erróneamente, que con cinco días de confinamiento se evitaría la propagación del coronavirus.
“Tengo claro que lo que inició como una estrategia de aislamiento de cinco días se ha convertido en 43 semanas de cansancio, de aislamiento, de problema psicológico, de pérdidas económicas y, lo peor aún, de pérdidas humanas”, expresó el rector. “Sé que han sido meses de escuchar las mismas noticias desalentadoras y los mismos consejos de cómo debemos cuidarnos. En ocasiones parece que esto nunca terminará y, sin que suene a una falsa promesa, quiero decirles que esto llegará a su fin, pero es urgente que no nos gane la desesperación porque de eso dependerá que todos lleguemos al final de esta pandemia”.
En efecto, el 20 de marzo de 2020 el Gobierno de Jalisco emitió un comunicado titulado: “Enrique Alfaro pide a los jaliscienses quedarse en casa los próximos cinco días para evitar meses de aislamiento por COVID-19”.
“Con base en un modelo predictivo realizado por investigadores de la UdeG, en el que con la situación actual se proyecta un incremento importante de contagios en los próximos días, el Gobernador del estado, Enrique Alfaro Ramírez, hizo un llamado a todos los jaliscienses a no salir de sus casas hasta el próximo miércoles, con el fin de controlar el crecimiento del contagio del COVID-19 en la entidad”, indicó el comunicado.
El gobernador dijo aquel día: “Es un llamado sustentado en evidencia científica, no en ocurrencias o corazonadas. Es un llamado que busca evitar el escenario de la cuarentena obligatoria, de medidas radicales por no actuar a tiempo, como hoy sucede en el estado de California”.
Pasos inciertos ante la pandemia
Luego de haber implementado una segunda versión del “Botón de Emergencia”, será este día 15 de enero cuando el Gobierno de Jalisco definirá los siguientes pasos a seguir para contener la pandemia, así como si hay condiciones o no para reactivar las clases presenciales en el estado.
La suspensión parcial de actividades económicas que implicó el segundo “Botón” (aunque no se le llamó así oficialmente), estuvo vigente del 24 de diciembre de 2020 al 10 de enero pasado, por lo que “será hasta el 15 de enero cuando podremos hacer una evaluación y un análisis a fondo para definir si se tienen que tomar nuevas medidas”, dijo Alfaro Ramírez este 5 de enero.
Sin embargo, cualquiera que sea la ruta por la que opte el Gobierno de Jalisco para los siguientes meses, el rector de la UdeG consideró que la única medida que verdaderamente podría mejorar los indicadores de la pandemia en el estado sería un nuevo confinamiento de 14 días.
“El escenario ideal para cortar la cadena de contagio y darle un respiro a nuestro sistema hospitalario sería que todos pudiéramos aislarnos durante dos semanas, pero la mayor lección que nos ha dejado esta pandemia sin duda es la empatía. Tenemos claro que no todos tenemos las mismas condiciones y que cualquier solución debe ser pensando en el otro”, mencionó el rector este 12 de enero.
Aunque la UdeG determinó suspender sus labores administrativas presenciales desde el 12 de enero y hasta el sábado 23 de enero, por ahora se desconoce si el Gobierno de Alfaro Ramírez escuchará la recomendación del rector o si excluirá la posibilidad de decretar nuevos cierres para las actividades económicas del estado.
Diferencias institucionales
Además de la UdeG, otra entidad que ha marcado cierta distancia con el Gobierno de Jalisco –al menos discursivamente- fue el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), luego de que la autoridad estatal señalara que éste se encontraba saturado y que requería apoyo para sus labores.
Esto comenzó el 5 de enero pasado cuando el gobernador anunció: “Vamos a apoyar al IMSS, este es un momento en el que tenemos que ser solidarios y, aunque el Seguro Social no dependa del Gobierno de Jalisco, estamos trabajando en un convenio que se firmará en las próximas horas -esperando que todo salga adecuadamente-, para poder entregarle al Seguro Social un piso completo del hospital Ángel Leaño con 72 camas disponibles que nos van a permitir despresurizar la circunstancia que hoy está viviendo el Seguro Social”.
Al día siguiente, el IMSS emitió un comunicado en el que clarificaba que la situación era al revés, y sería éste el que estaba en disposición de auxiliar al Gobierno de Jalisco.
“Se está explorando la posibilidad de suscribir un convenio con el Gobierno del estado para que, ante la falta de capacidad que ellos pudieran tener, el Instituto los apoye con la operación de un piso en el Hospital Ángel Leaño”, indicó el IMSS.