La Riviera Maya en Quintana Roo, uno de los principales destinos turísticos del país, corre peligro.
Los responsables son años de gobiernos municipales, estatales y federales que voltean hacia otro lado y se echan la culpa entre ellos en vez de solucionar los problemas de la región: turistas que llegan a las playas mexicanas del Caribe en busca de drogas y excesos, políticos y antiguos cacicazgos que se pelean los ayuntamientos y mucha pobreza, desigualdad y violencia.
El pasado 4 de noviembre, turistas nacionales, extranjeros y empleados de los hoteles Hyatt Riviera y Azul Beach, en Puerto Morelos, fueron testigos de una balacera inédita en el corazón del paraíso.
A plena luz del día y pasadas las 14:00 horas, un comando integrado por al menos 15 personas arribó en una lancha a la playa que comparten los hoteles. Con armas largas en mano los presuntos sicarios abrieron fuego en contra de dos hombres.
Uno de ellos cayó muerto en su intento de protegerse en el interior del hotel mientras que el cuerpo del segundo quedó tendido en la primera línea de la playa. La lluvia de balas también alcanzó a un turista que fue llevado al hospital y que sobrevivió al ataque.
“Otros huéspedes me dijeron que estaban jugando voleibol en la playa cuando un hombre armado se acercó disparando. Todos corrieron desde la playa y las piscinas. El personal del hotel nos metió a cuartos secretos detrás de las cocinas (…) Los empleados y huéspedes del hotel se abrazaron y lloraron”, describió en su cuenta de Twitter Mike Sington, ejecutivo de NBC Universal y quien se encontraba en el destino turístico al momento de la balacera.
Siete horas después del ataque, la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo informó que se trató de un enfrentamiento entre integrantes de grupos antagónicos de narcomenudistas.
“Se logró conocer que a las 11:30 horas se presentó un grupo de cuatro a cinco personas y mencionaron que ellos iban a ser los encargados de la venta de droga en esa zona de la playa, quedándose en el lugar dos de ellos sin que se haya reportado a la autoridad.
“A las 14:10 horas se presentó un grupo de 15 sujetos quienes se dirigieron directamente a las dos personas que permanecían en la zona de playas, capturando a uno de ellos, mientras que otro corrió hacia el interior de un centro de hospedaje donde finalmente quedó sin vida”, reveló la Fiscalía estatal.
Dos días después, el fiscal Óscar Montes de Oca anunció que lograron la detención de dos sicarios que participaron en la balacera del jueves y a dos presuntos narcomenudistas de la banda rival cuyos compañeros fueron asesinados.
“Uno de los grupos está liderado por los sujetos de nombre Josué ‘El Cheché’ y Hugo ‘El Gemelo’, quienes se encuentran recluidos en el CERESO de Benito Juárez. De acuerdo con las investigaciones ellos fueron quienes ordenaron la acción violenta en la que perdieron la vida las víctimas”, dijo.
Disputas y reacomodo en la Riviera Maya
La Riviera Maya es una zona de más de 210 kilómetros de longitud que se extiende a todo lo largo del litoral que comienza al norte en Puerto Morelos y termina al sur en Punta Allen en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, en lo profundo de la Reserva de la Biosfera de Sian Ka´an.
Entre los dos polos de la Riviera se encuentran Playa del Carmen, la Isla de Cozumel y Tulum, destinos turísticos que recientemente también han padecido el terror que vivió Puerto Morelos ocasionado por los mismos problemas estructurales de la región.
Dos semanas antes del enfrentamiento, dos turistas extranjeras, una alemana y otra de la India, murieron durante una balacera en el restaurante bar La Malquerida en el corazón de Tulum.
El último informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reveló que los homicidios por arma de fuego se incrementaron alarmantemente en dos municipios de la Riviera Maya: Tulum y Puerto Morelos.
En Tulum, de enero a septiembre de este año, han sido asesinadas con arma de fuego 48 personas, mientras que durante todo el 2020 la incidencia delictiva fue de tan sólo 27 casos.
En Puerto Morelos, sin contar los dos asesinatos del pasado jueves, suman seis muertes, igualando en nueve meses la incidencia de todo el año pasado.
En la entidad, de enero a septiembre de este año, han sido asesinadas por arma de fuego 302 personas, una más que las que fallecieron de la misma manera durante el año pasado.
La información del SESNP es conservadora, ya que el informe “Características de las Defunciones Registradas en México durante 2020” del INEGI, reveló que en el estado en realidad fueron asesinadas 571 personas durante 2020
Además de la falta de coordinación entre autoridades, el turismo depredador y el alto consumo de drogas en la zona, son algunos de los factores detrás del repunte de la violencia en la Riviera Maya y en la entidad, algo que además está relacionado con el reacomodo político después de las elecciones municipales del pasado seis de junio y las vísperas de la renovación de la gubernatura y el Congreso local a mediados del próximo año.
Una fuente consultada por Reporte Índigo que prefirió el anonimato por cuestiones de seguridad, revela que el reacomodo de plazas del crimen organizado está ligado directamente con la renovación de los puestos de gobierno.
“Los que se están peleando tanto el tráfico de drogas como el de los permisos de uso de suelo son actores políticos y del crimen organizado, una mafia que en el proceso de repartirse el pastel, se matan.
“Estamos observando esta pelea por reclamar las plazas, el control de los narcomenudistas en los bares y en las playas y sabemos que los políticos también le entran a esa pelea. Por ejemplo, en Tulum tenemos ahorita a ‘Los Pelones’ que están con el actual presidente municipal Marciano Dzul y a ‘La Aplanadora’ que estaba ligada con el exalcalde Victor Mas Tah. A nivel estatal es lo mismo, la pelea entre el Cártel de Jalisco y el Cártel de Sinaloa”, revela.