El discurso de funcionarios y empresarios que participan en la renegociación del TLCAN parece hablar de un camino inexorable: el acuerdo comercial puede terminar.
¿Y qué pasaría si México se queda sin el instrumento comercial más importante que tiene con otros países?
Para empezar, podría haber un mínimo crecimiento económico, se perderían miles de empleos, entrarían menos impuestos a las arcas del gobierno y los precios de artículos importados tendrían un aumento.
Mientras que desde el Gobierno federal el mensaje es que existe un Plan B, expertos auguran que vendrá un tiempo difícil para el país, pues no solo bajará el índice de crecimiento, sino que el precio de muchos artículos tendrá aumentos considerables.
El principal problema para México es que el 80 por ciento del total de sus exportaciones son hacia Estados Unidos; cerrar esa puerta representará que muchas empresas pierdan su oportunidad de negocio.
Aun así, desde el Ejecutivo se ha intentado dar un mensaje de tranquilidad a los mercados y a los ciudadanos, asegurando que ya se trabaja en una salida alternativa.
“Hay cosas que no vamos a aceptar. No sería el fin del mundo. A México nadie le va a decir lo que tiene que hacer; tenemos que prepararnos para decir que no e incluso para salirnos de ese Tratado”, advirtió a senadores Luis Videgaray, secretario de Hacienda, la semana pasada.
“En ese análisis hemos venido trabajando, incluso para identificar no solamente sectores, sino empresas que atenderían la necesidad de una contingencia en el caso de que no alcancemos una negociación satisfactoria”, comentó la semana pasada José Antonio Meade, el secretario de Hacienda, a senadores.
Más que un conflicto diplomático o comercial entre países, las consecuencias del final del TLCAN tocarán al bolsillo de los mexicanos.
Aumento de precios
Miles de productos, sobre todo de Estados Unidos, se encuentran en anaqueles de tiendas mexicanas y de terminar con el TLCAN tendrían aumentos considerables.
La eliminación de aranceles que llegó con el Tratado permitió que los productos estadounidenses llegaran a las tiendas mexicanas a precios razonables; las marcas norteamericanas ganaron espacio en el mercado mexicano.
Una eventual salida de México de TLCAN –o la disolución del acuerdo- traería automáticamente precios más altos en estos productos por el pago de aranceles que deberá ser asumido por los consumidores.
Para Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN), el golpe a la cartera de los mexicanos será tan claro que en pocas semanas se sentirá en los bolsillos.
“Los aumentos irían dependiendo la cláusula, los productos. Pero pongamos como ejemplo el calzado deportivo. Si se termina el TLCAN, México podría imponer un arancel del 20 por ciento a ese tipo de mercancías que vengan de Estados Unidos.
“Es decir, por ejemplo, los zapatos deportivos escolares que tanto se consumen en esta época de clases, costarán al menos 20 por ciento más. Y así, cada uno de los productos, podrían tener aumentos que irían desde el 2.5 y hasta el 25 por ciento”, sostuvo Martínez en entrevista.
En el caso de las exportaciones de México hacia Estados Unidos, el importe del arancel podría ir entre el 2.5 y el 5 por ciento.
“Si consideramos que se hace comercio con mercancías que no estaban dentro del acuerdo de 1994, entonces alrededor del 44 por ciento de lo que vendemos se hace fuera del TLCAN, así que se reduce el impacto”
80
2.5 – 5
Pierde México
Aunque el discurso oficial insiste en que se trabaja ya en un Plan B, y que el TLCAN no representará un golpe para México, lo cierto es que las cifras muestran que el país está en una posición mucho más comprometida que sus dos socios comerciales.
El comercio con la región de Norteamérica, y en especial con Estados Unidos, representa el intercambio más importante de México.
Según cifras de la Secretaría de Economía, tan solo entre enero y julio del 2017, México tuvo un total de exportaciones por 229 mil 691 millones de dólares.
La semana pasada, ante senadores, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, sostuvo que si el TLCAN se acaba primero debe hacerse una revisión a todas las mercancías que podrán seguirse enviando a Norteamérica sin arancel y trabajar para colocar las que no queden libres.
“Uno de cada cinco pesos de lo que México exporta se hace fuera de la región de Norteamérica, por lo que hay un primer corte. La máxima afectación se daría sobre ese 80 por ciento que exportamos a Estados Unidos y es el 45 por ciento de lo que importamos, lo que se verá impactado (…).
“(Sin embargo) si consideramos que se hace comercio con mercancías que no estaban dentro del acuerdo de 1994, entonces alrededor del 44 por ciento de lo que vendemos se hace fuera del TLCAN, así que se reduce el impacto”, afirmó Meade.
Y aunque sin TLCAN podrá continuar el comercio entre ambos países, lo mismo que ocurrirá en México con el aumento de precios, pasará en Estados Unidos, lo que podría desincentivar el consumo de productos mexicanos en ese país.
Ese hecho pegará directo al corazón de las empresas exportadoras, que se hallarán en la necesidad de buscar otros mercados, por lo que el Gobierno federal ha dicho que buscan ya abrir y/o mejorar mercados con la Unión Europea y el Medio Oriente.
Sin TLCAN se podría desincentivar el consumo de productos mexicanos en EU, por lo que el Gobierno federal ha dicho que busca abrir y/o mejorar mercados con la Unión Europea y el Medio Oriente
Cifras del TLCAN
De acuerdo a la Secretaría de Economía, tan solo entre enero y julio del 2017, México tuvo:
229,691
191,396
185,241
6,155
