SCJN, Navegar en aguas de la 4T
La renuncia de Eduardo Medina Mora como ministro de la SCJN añadió tensión adicional en el poder Judicial. Una dimisión que se da por un conjunto de factores que van desde las pugnas internas hasta las presiones que llegan con la marea guinda del Ejecutivo
Imelda GarcíaPara la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y para el poder Judicial en general, tener a Eduardo Medina Mora como ministro era una carga demasiado pesada en tiempos de la Cuarta Transformación (4T).
Esto no sólo por la investigación que existe contra el ahora exministro por lavado de dinero, sino por la falta de legitimidad desde su elección y su postura conservadora dentro del máximo tribunal.
Es por esto que la renuncia de Medina Mora presentada este jueves 3 de octubre llegó como un bálsamo a la SCJN, cuyo presidente, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, se mantiene en una campaña de resistencia contra los embates del Gobierno federal más poderoso que México ha tenido en años.
Así interpreta Sergio Méndez Silva, coordinador de Litigio Estratégico de la organización Justicia ProPersona, la revolución que vive en la actualidad el poder Judicial, un ente autónomo que trata de navegar en las aguas de la 4T.
Evitando ser arrasados por la corriente del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Morena, partido en el que se siguen escuchado voces que proponen abiertamente interferir o mantener influencia en la agenda de la Suprema Corte.
Fracturas internas de la SCJN
La renuncia de Eduardo Medina Mora como ministro de la SCJN se dio por un conjunto de factores que van más allá de las presiones ejercidas desde el Ejecutivo o desde Morena.
Para empezar, dentro de la propia Corte existe una división entre los sectores considerados “garantistas” –es decir, ministros que dan prioridad a la defensa de los derechos humanos– y los “formalistas”, que son todos aquellos que prefieren la aplicación a rajatabla de las leyes; estos últimos son considerados perfiles conservadores.
Entre unos y otros hay diferencias en su relación con el Ejecutivo y en cómo debe posicionarse el poder Judicial frente a un gobierno tan fuerte.
Las diferencias también se dan en la relación de estos jueces y otros grupos de poder.
Para Sergio Méndez Silva, los ministros más conservadores han sido claros en su oposición al Ejecutivo, al grado de exhibirse en eventos públicos de los adversarios políticos del mandatario nacional.
“A mí me parece que Medina Mora era uno de esos ministros formalistas conservadores que están en una postura de franca y descarada oposición a López Obrador. Por ejemplo, fue un mensaje nefasto de los ministros Medina Mora y Luis María Aguilar el haber ido a la fiesta de la hija de Juan Collado (hoy preso). Es así como mandan sus mensajes contra el presidente”, afirmó Méndez Silva en entrevista para Reporte Índigo.
Además, Eduardo Medina fue un funcionario del poder Judicial que no tuvo legitimidad desde su nombramiento, cuando fue propuesto por el expresidente Enrique Peña Nieto y nombrado en el Senado de la República.
A todo esto se sumaron las acusaciones contra Eduardo Medina Mora por supuestas operaciones de lavado de dinero, que fueron la gota que derramó el vaso.
“Todo esto es el caldo de cultivo para la renuncia. No creo que sea una cuestión derivada de presiones del presidente. Esto es un tema de disputa interna en donde un ministro no tiene autoridad moral ni legitimidad ni apoyo institucional; y no tiene ningún sentido que seas ministro de la Corte. Es una cuestión que ya se veía venir a partir de las denuncias.
“El que hayan dejado solo a Medina en la explicación de las transferencias, muestra la división interna que se está dando en la SCJN. Más que una presión del Ejecutivo, yo lo leo como una presión interna, porque estoy seguro que los ministros que están en una disputa durísima entre ellos, dejaron solo a Medina Mora”, expuso Méndez Silva.
Defender la autonomía
A la par de las luchas internas, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, en su calidad de “capitán” de la nave de la SCJN, ha tenido que navegar en las nuevas aguas guindas de la Cuarta Transformación sin hundirse. Un hecho que lo ha llevado a estar cerca del Ejecutivo sin subordinarse.
Desde la óptica de Méndez Silva, la intención más importante del ministro Zaldívar es que ni el presidente López Obrador ni Morena –a través de sus sectores más reaccionarios– se apoderen del organismo autónomo a través de una probable reforma al poder Judicial.
“Yo tengo la impresión de que el ministro Zaldivar, por una cuestión de orden táctico, ha decidido asumir posturas conciliadoras con el Ejecutivo, lo que en ningún sentido significa que esté subordinado al presidente.
“Pero sí, ante el gran poder de la 4T, el presidente de la Corte tiene que pensar muy bien sus pasos y hay que tomar decisiones que de pronto satisfacen al Gobierno en aras de evitar que venga algún tipo de propuesta regresiva; o que el Ejecutivo se quiera meter hasta la cocina en la Suprema Corte”, comentó el especialista.
Para evitar que en el supuesto, el Ejecutivo busque el control del máximo tribunal, la oposición tendrá un papel primordial, siempre y cuando ésta sepa cómo actuar.
“Si la oposición lee mal esta situación y comete la tontería extrema de defender a Medina Mora con el argumento de que no hay causas graves, además de que van a perder la discusión, se van a exhibir como defensores de una persona sin legitimidad, lo cual opacaría aún más a los contrapesos.
Si el presidente Andrés Manuel López Obrador envía una terna de perfiles garantistas para ocupar el lugar ahora disponible, la SCJN daría un vuelco a la izquierda, con ministros en apariencia más allegados a las causas sociales.