Su belleza arquitectónica, inspirada en el Art Decó, un estilo surgido en Francia a principios del Siglo XX, hacían del Edificio Basurto una parada obligada para los turistas que deseaban capturar una imagen de la belleza de este inmueble, que un año después del sismo del 19 de septiembre se encuentra en proceso de sanación.
Quienes habitan este edificio reconocen que en cada temblor aparecen grietas; sin embargo, la obra del arquitecto Francisco Serrano, construida entre 1940 y 1945 se mantiene de pie y los trabajos para reparar las grietas, las paredes rotas y vidrios rotos no se detienen para devolver su imagen.
Paloma Vera, quien vive en el edificio, reconoció en una publicación en el portal ‘Arquine’ que tres años antes del sismo del 19 de septiembre de 2017, un grupo de arquitectos realizó un estudio sobre las estructuras del inmueble y recomendaron una serie de reforzamientos, los cuales se llevaron a cabo y que permitieron que el edificio se mantuviera en pie pese al fuerte movimiento.
Su característica escalinata y el vacío de los 11 niveles que tiene quedaron, como los departamentos, vacíos. Los vecinos abandonaron el lugar por los trabajos de reparación y por la falta de servicios, y aunque quienes viven y trabajan en inmuebles aledaños de la Avenida México no saben cuándo terminarán las obras, desean que vuelva a estar resplandeciente como antes.
Sólo queda el recuerdo
Otro edificio que fue construido igual con estilo Art Decó, pero que tuvo un final trágico, fue el de Amsterdam 25, casi esquina con Cacahuamilpa, donde María Ortíz Ramírez murió el día del sismo.
Al mediodía de este martes, a un año de la tragedia, Leonardo López Ortiz y otros familiares llegaron frente al hueco donde estuvo ese inmueble y depositaron flores y veladoras en una cruz que está en el camellón de enfrente.
Leonardo reconoció que no demandó a nadie por los hechos donde murió su mamá, quien hacía el aseo de los departamentos cuando la sorprendió el movimiento de la tierra.
365 días después, los vecinos de Amsterdam 27 no han podido regresar a su casa porque su edificio quedó afectado desde el sismo del 7 de septiembre cuando el número 25 se recargó sobre él.