Calles repletas de ceniza y un aire enrarecido cubren por completo a San Nicolás de los Ranchos, municipio de Puebla que se encuentra ubicado a tan solo 12 kilómetros del volcán Popocatépetl.
La ceniza se ve por todas partes: autos, iglesias, casas y hasta las mascotas cargan con varias capas de este fino polvo.
Nadie se salva. Locatarios y habitantes de las localidades del municipio intentan barrer y protegerse de las cenizas, pero su esfuerzo de poco sirve.
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