A más de tres semanas del hecho, el gobernador Samuel García habló por primera vez del asesinato del ganadero Gustavo Levy, ultimado en su rancho de Villaldama por miembros del crimen organizado, señalando que, aunque fue un hecho lamentable, se trata de un caso aislado que difícilmente volverá a ocurrir.
Al supervisar el avance de los trabajos en la Carretera a Colombia, el mandatario estatal afirmó que, previo a la muerte de Levy, Fuerza Civil había realizado una operación de ‘barrido’ para asegurar que no hubiera delincuentes utilizando la zona como escondite, llegando a revisar hasta 100 ranchos distintos.
“Hoy les puedo confirmar que el caso del rancho ‘La Rumorosa’ fue un caso fortuito; muy lamentable, pero fortuito, extraordinario (…) Fuerza Civil y Guardia Nacional hicieron una barrida, así le llaman ellos, rancho por rancho, con permiso de los dueños y entraron para asegurarse que no haya malandrines”, aseguró el gobernador.
García pidió a la población mantener la calma, asegurando que hay autoridades patrullando por la zona de forma permanente, y que no habrá grupo delictivo que pueda hacer frente a la fuerza estatal.
“Les queremos pedir que estén tranquilos; fue un hecho fortuito entre cárteles, pero afortunadamente Fuerza Civil replegó y no nos hicimos locos, no los dejamos pasar, mandamos un mensaje muy fuerte de que Nuevo León se está blindando”, afirmó el gobernador ante los medios de comunicación.
El mandatario aprovechó para anunciar la instalación de cuatro puntos de revisión fijos en la zona norte de Nuevo León, mismos que estarán ubicados en la carretera Gloria-Colombia, a la altura de Vallecillo, en la Carretera 1 Norte, entre Salinas Victoria y Anáhuac, en la carretera a Reynosa y otro más en la entrada a Linares.
Asesinato de Gustavo Levy
El pasado 2 de enero, un grupo criminal se apoderó del rancho ‘La Rumorosa‘, propiedad de Gustavo Levy, tras escapar de un enfrentamiento directo con elementos de Fuerza Civil en la carretera a Colombia, cerca del municipio de Salinas Victoria.
Tres días después, el empresario ganadero arribó al lugar, donde fue retenido por los criminales junto con uno de los trabajadores del rancho; al intentar defenderse, ambos fueron asesinados y posteriormente calcinados.
La muerte de Levy, de 85 años, causó sorpresa e indignación entre la población de Villaldama y la comunidad ganadera de Nuevo León, ya que se trataba de una persona sumamente conocida en la región y con más de medio siglo de trayectoria en asociaciones civiles y comerciales.
