Salvador Zamora, el alcalde de las fosas

Durante la gestión municipal del alcalde del MC, Salvador Zamora Zamora, se han descubierto en Tlajomulco de Zúñiga las dos mayores fosas clandestinas de las que se tenga registro en el estado de Jalisco: El Mirador I, con 50 cadáveres en su interior; y El Mirador II, con 106 cuerpos inhumados
Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
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Las dos fosas clandestinas de mayor envergadura que han sido descubiertas en Jalisco desde que se lanzó la llamada “guerra contra el narcotráfico” han sido localizadas en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, ambas durante la administración municipal que encabeza el alcalde Salvador Zamora Zamora.

La gestión del alcalde Salvador Zamora Zamora, del partido Movimiento Ciudadano (MC), pasará a la historia por haber permitido que una célula delictiva cavara en territorio de Tlajomulco las dos mayores fosas clandestinas de las que se tenga registro en Jalisco: el Mirador I, de la que se extrajeron 50 cadáveres; y El Mirador II, un auténtico cementerio con 106 cuerpos en su interior.

El hallazgo de la primera de estas fosas clandestinas a la que se denominó El Mirador I, por el nombre de la colonia donde se ubica, en noviembre de 2019, significó en su momento el descubrimiento de la inhumación ilegal más grande de la que se tuviera conocimiento en el estado, por esos 50 cadáveres que mantenía bajo tierra.

Sin embargo, al mes siguiente, en diciembre de 2019, y a solo unos metros de El Mirador I, las autoridades darían con una nueva megafosa que habría de duplicar en cantidad de cuerpos inhumados a la anterior: El Mirador II, con esos más de 100 cadáveres que fueron enterrados en su hoyanco sin que la Policía municipal de Tlajomulco hiciera algo para impedirlo.

De hecho, El Mirador I y El Mirador II forman parte de una tríada de fosas clandestinas que fueron descubiertas en Tlajomulco de Zúñiga gracias a la captura el 6 de noviembre de 2019 de un escuadrón criminal compuesto por 15 personas (12 adultos y tres adolescentes), en un operativo de la Guardia Nacional en la delegación de Toluquilla, en Tlaquepaque.

La otra fosa clandestina que complementa esa tríada de enterramientos ilegales en Tlajomulco es la que fue hallada en la colonia El Zapote, en la que se localizaron 31 cuerpos inhumados, mismos que correspondían a seis mujeres y 25 hombres, según lo dio a conocer la Fiscalía del Estado el 21 de noviembre de 2019.

De esta manera, tan solo en estas tres fosas clandestinas una misma célula delictiva que estaba asentada en Tlajomulco de Zúñiga pudo inhumar un total de 187 cadáveres sin mayores complicaciones, y sin verse obstaculizada o descubierta por la Policía municipal del alcalde emecista, Salvador Zamora Zamora.

Policía de Salvador Zamora ciega

La Policía de Tlajomulco de Zúñiga, un municipio que se encuentra al Sur del Área Metropolitana de Guadalajara, ya había sido intervenida y desarmada en el año 2017 por el Gobierno de Jalisco, ante la sospecha de infiltración por parte de la delincuencia organizada.

En ese momento en que la Policía de Tlajomulco fue investigada por el Gobierno estatal, este estaba encabezado por el gobernador del PRI, Aristóteles Sandoval Díaz, mientras que el ayuntamiento estaba liderado por el presidente municipal Alberto Uribe Camacho, quien en ese momento pertenecía a las filas del partido MC –hoy está con Morena-.

Sin embargo, aun tras el hallazgo de estas tres fosas con cerca de 190 cuerpos en ese municipio, no se avizora que el actual gobernador emanado de MC, Enrique Alfaro Ramírez, vaya a ordenar una nueva intervención sobre esa corporación, pues ello exhibiría el fracaso operativo de la policía de Tlajomulco, sitio considerado como el mayor bastión político del alfarismo –de ahí surgió el grupo político del gobernador-.

Inclusive, este 31 de julio, el Gobierno de Jalisco anunció la intervención de dos nuevas policías municipales, pero no la de Tlajomulco:

Luego de analizar información obtenida a través de mecanismos de inteligencia, la Comisión Ejecutiva del Consejo Estatal de Seguridad tomó la determinación de intervenir y desarmar a las policías municipales de Jalostotitlán y Poncitlán
Enrique AlfaroGobernador de Jalisco

Y aunó que: “La Policía del estado, el Ejército mexicano y la Guardia Nacional arribaron a las comisarías municipales y comenzaron con el desarme de sus elementos, así como con la intervención de sus instalaciones, equipos de comunicación y cómputo, archivos y, en general, de todos los activos“.

El otro fracaso

El hallazgo de una megafosa clandestina con más de 100 cadáveres no representa el fracaso solamente de la Policía de Tlajomulco de Zúñiga, sino también de la llamada Policía Metropolitana de Guadalajara, una nueva corporación que, pese al discurso oficial, no ha terminado de consolidarse.

Apenas este 31 de julio la Fiscalía confirmó las dimensiones finales de esa megafosa, al señalar que: “Dio por concluidos los trabajos en la finca ubicada en la colonia El Mirador II, en Tlajomulco de Zúñiga, los cuales iniciaron en diciembre de 2019. A dicho lugar, personal de la Fiscalía del estado ingresó una vez que un juez otorgó una orden de cateo derivado de investigaciones realizadas tras la detención de 15 personas en la colonia Toluquilla, en Tlaquepaque que mantenían privadas de la libertad a ocho personas“.

Y agregó: “En el predio El Mirador II los trabajos se interrumpieron en marzo de este año debido a la contingencia sanitaria que actualmente se vive. Una vez que se reiniciaron los trabajos se realizó una revisión minuciosa del predio y se concluyó con la localización de restos humanos que corresponden de manera preliminar a 106 víctimas“.

Un día antes, el 30 de julio, el gobernador, Alfaro Ramírez, se congratulaba de que la Policía Metropolitana había permitido, dijo, mejorar la vigilancia sobre la ciudad al haber modificado el “modelo de patrullaje”.

“Poder resolver el problema que significaba tener en los límites municipales administrativos una barrera para que la policía pudiera hacer su trabajo (…), los límites de los sectores sobre los cuales opera la policía son ya diferentes, son límites establecidos a partir de los criterios definidos en la mesa en donde estudiamos la incidencia delictiva, y de esa misma manera logramos también definir lo que hemos denominado los polígonos de atención especial, que son los espacios en donde hemos concentrado la atención para poder abatir la incidencia en los delitos que le encargamos a esta nueva corporación“.

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