El hallazgo de 49 torsos humanos la madrugada de este domingo en Cadereyta, Nuevo León, puso el acento en la guerra en el noreste del país.
El control de la carretera Monterrey-Reynosa ,que conecta a Cadereyta con el vecino municipio de Allende, está dividido entre el Cártel del Golfo y Los Zetas.
Esta división ha ocasionado que la zona citrícola de Nuevo León se haya convertido recientemente en un bastión de guerra que ha exacerbado la violencia criminal en esta región, ubicada al sur de la capital del estado.
Tan sólo de enero a abril de 2012 se han registrado oficialmente 650 homicidios dolosos en Nuevo León, 31 por ciento más que los presentados en los primeros cuatro meses de 2011, de acuerdo con estadísticas de la Procuraduría de Justicia estatal.
Escalada criminal
Este hecho ocurre apenas tres días después de que se descubrieran los cadáveres de los hermanos Fortino y Raúl de la Garza, cuñados del presidente del PRI en el estado, Sergio Alanís Marroquín, en Montemorelos, uno de los municipios de la zona citrícola.
Los 49 cuerpos descubiertos en Cadereyta no tienen cabezas ni extremidades presuntamente para que no pudieran ser identificados, precisó este domingo en conferencia de prensa el procurador del estado, Adrián de la Garza.
En compañía del secretario de Seguridad, Javier del Real, y del vocero en materia de seguridad en el estado, Jorge Domene, De la Garza informó que el hallazgo se registró cerca de las tres de la madrugada en el kilómetro 47 de la carretera libre Reynosa-Monterrey, a la entrada del ejido San Juan.
Los funcionarios confirmaron que 43 cuerpos son del sexo masculino y 6 más del femenino, y que ya fueron trasladados al Hospital de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) para las autopsias de ley.
“Este hallazgo es un reflejo de los actos que han venido ocurriendo a lo largo del país, como lo fue en Nuevo Laredo y hace algunas semanas en Jalisco y hace unos meses en Veracruz”, señaló Domene ante medios de comunicación.
El pasado 4 de mayo fueron descubiertos 23 cadáveres en Nuevo Laredo, Tamaulipas: nueve de ellos aparecieron colgados en un puente vehicular, mientras que catorce más estaban decapitados. Cinco días después fueron abandonados 18 cadáveres en dos vehículos en una carretera que une a Guadalajara con Chapala, en Jalisco. Y hace casi ocho meses 35 cuerpos fueron arrojados en Boca del Río, Veracruz.
Los Zetas se atribuyeron los recientes asesinatos de Nuevo León en una manta descubierta cerca de los torsos humanos, pero no se han reportado denuncias de la desaparición forzada de esa cantidad de personas, por lo que no se descarta la posibilidad de que las víctimas sean migrantes, aseguró el procurador.
“De la Garza precisó que algunos de los cadáveres tienen tatuajes de la Santa Muerte, y la edad de las víctimas oscila en los 25 años.
El secretario de Seguridad aseguró que Cadereyta está vigilado por al menos 50 elementos de Fuerza Civil y elementos militares de apoyo, y que la matanza tiene un carácter mediático para llamar la atención del grupo contrario.
Esta semana el gobierno federal anunció que las fuerzas federales permanecerán en tareas de seguridad pública en Nuevo León hasta finales de noviembre, justo cuando concluye el sexenio del presidente Felipe Calderón.
Desde noviembre de 2010, militares y policías federales incursionaron en Nuevo León y en el vecino Tamaulipas como parte de la Operación Coordinada Noreste, debido a la disputa entre las organizaciones delictivas que buscan el control de las rutas de trasiego de droga, armas y personas a los Estados Unidos.