Una jueza federal admitió a trámite un amparo que promovió Rosario Robles, quien sigue buscando enfrentar el proceso penal en su contra en libertad.
María Dolores Núñez Solorio, jueza Cuarto de Distrito de Amparo en Materia Penal, admitió a trámite la demanda de garantías interpuesta por Robles.
El amparo, presentado y admitido el 8 de agosto pasado, Robles reclama la violación de los artículos constitucionales 1, 4, 14, 16, 17, 18, 19 y 20, apartado “B”, segundo párrafo.
Núñez Solorio fijó la celebración de las audiencias, incidental y constitucional, para los próximos 17 de agosto y 9 de septiembre, respectivamente.
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Desde agosto de 2019, Rosario Robles se encuentra en el penal femenil Santa Martha Acatitla.
Hoy cumplo 9 meses de estar privada injustamente de mi libertad. Por lo visto, “la tregua” no aplica para la venganza. Me gustaría mucho estar apoyando con mi experiencia en este momento tan difícil en el que el país nos necesita a todxs. #SiesVenganzaNoesJusticia
— Rosario Robles (@Rosario_Robles_) April 13, 2020
Después de que el pasado 30 de abril, el juez de control del Centro de Justicia Penal Federal con sede en el reclusorio Sur, Ganther Alejandro Villar Ceballos, rechazara modificar la medida cautelar de prisión preventiva justificada, Robles impugnó.
Recientemente, el Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal confirmó la resolución de Patricio Vargas, juez Décimo de Distrito de Amparo en Materia Penal, que rechazó otorgarle a Robles un amparo contra el auto de vinculación a proceso dictado en su contra por su probable responsabilidad en el delito de ejercicio indebido del servicio público, ilícito que no amerita prisión preventiva oficiosa.
La defensa de entonces de Robles, interpuso el amparo en septiembre de 2019 contra la vinculación a proceso decretada por un juez de control, Felipe Jesús Delgadillo Padierna, quien además dictó la medida cautelar de prisión preventiva justificada.
La defensa de Robles adujo, para pedir la conmutación de la prisión preventiva oficiosa, que la acusada es mayor de 60 años, tiene hipertensión y tiene padecimientos crónicos respiratorios, lo que agudiza el riesgo de contraer COVID-19.