En la historia de la política mexicana el nombre de Rosario Robles Berlanga está escrito con tinta indeleble, la misma con la que ahora la exsecretaria de Estado narra su paso por el penal de Santa Martha Acatitla en el libro “Rosario de México, testimonio de una infamia” (Grijalbo, 2024), dirigido a todas aquellas personas que, en sus palabras, quieran conocer su verdad y estén comprometidas con la justicia en México.
Serena, vestida impecable de pies a cabeza y con actitud amistosa, Rosario responde algunos mensajes en su celular mientras espera a que los micrófonos se enciendan para iniciar la entrevista. Cuando todo está listo, cambia de asiento y se posa sobre un sillón naranja que contrasta con el azul marino de su falda y los tonos claros de su saco. Detrás de ella hay un librero amplio que asemeja al archivo editorial que consultó durante los mil 101 días que estuvo presa, según refiere en su nueva publicación.
Atenta, la economista relacionada con el caso de desvíos millonarios bautizado como “La Estafa Maestra”, afirma que no guarda rencor contra ninguna de las personas involucradas en su encarcelamiento y las emociones acumuladas en los años recientes se han convertido en combustible para trabajar en pos de un país mejor desde la sociedad civil.
Los invito a leer mi libro #RosarioDeMéxico. Testimonio de una infamia de editorial Grijalbo. Es mi verdad y mi testimonio de 1101 días de reclusión injusta. Ya está en primer lugar en ventas en @amazonmex como biografía de un político. ¡¡¡Gracias, gracias, gracias!!! pic.twitter.com/S1DGzMoBSs
— Rosario Robles (@Rosario_Robles_) March 6, 2024
-Rosario, saliste de Santa Martha Acatitla el 19 de agosto de 2022, poco a poco, el tiempo se va emparejando con los mil 101 días que estuviste presa, ¿cómo ha cambiado tu visión desde entonces de lo que ahí viviste y qué significa hoy para ti la libertad?
Uno nunca sabe lo que representa la libertad hasta que la pierdes. El día uno de esos mil 101 días que estuve en Santa Martha Acatitla, cuando te ponen el candado en la noche es cuando sientes que se te viene el mundo encima y sabes el valor de la libertad, por eso para mí es uno de los grandes bienes públicos que debemos defender, porque en México la libertad está en entredicho.
¿Ha cambiado mi visión de lo que viví? No. Ahí tuve dolor y también tuve partes muy luminosas, tuve desesperanza, pero también esperanza, tuve fe, sabía que era inocente y que en algún momento la justicia tenía que prevalecer y afortunadamente se ha ido demostrando que así era y que nunca debí de haber pisado la cárcel, pero siempre hay un para qué y ahí lo aprendí.
En tu libro, entre los señalamientos que haces para insistir en tu inocencia, es que una de las motivaciones del gobierno actual para que estuvieras encarcelada es que representabas una competencia para la candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum. ¿En otras condiciones, te hubiera gustado ser parte de la próxima contienda por la Presidencia?
Querido @JoseCardenas1 agradezco de todo corazón el espacio en @Radio_Formula para conversar sobre mi nuevo libro #RosariodeMéxico. ¡Como siempre, fue un honor hablar contigo sobre mi historia! Gracias por tu apoyo y cariño. #Testimoniodeunainfamia pic.twitter.com/bgwCaQGQxH
— Rosario Robles (@Rosario_Robles_) March 1, 2024
Bueno, obviamente, ¿a quién no le gusta estar en una contienda y más en esa posición? Yo no sé si eso hubiera sido factible aún si no hubiera pasado esto, pero sí creo firmemente que, si alguien me conoce, es el presidente Andrés Manuel López Obrador, me conoce perfecto y sabe que yo iba a estar cinco años caminando el país, que tenía una trayectoria como muy pocas mujeres en México: jefa de Gobierno, presidenta del partido, secretaria de Estado, diputada federal, pionera en la lucha por las mujeres, dos leyes Robles. En fin, había un bagaje muy importante.
Siempre llama mucho la atención por qué fui la única a la que metió a la cárcel, con todos los demás que persiguió, pactó o siguieron sus procesos en libertad, a la única que tuvo que encerrar en cuatro paredes fue a mí, ¿por qué? Eso es algo que habría que preguntarle al presidente.
¿Guardas rencor contra él o contra algún funcionario?
No, porque algo que a mí me ayudó muchísimo en esta etapa tan dolorosa fue la meditación, yo medité muchísimo porque había una chica adentro que nos daba meditación y aparte tengo amigas que están en los temas espirituales, me llevaban libros, me llevaban CDs. Meditaba muchísimo, leía a Gandhi y a Mandela sobre todo porque él fue presidente de su país, de Sudáfrica, y él tiene una frase que, para mí retrata perfectamente lo que yo pienso y es ‘no voy a salir con rencor y resentimiento, hoy recobro mi libertad porque me quedaría encarcelado en esas cuatro paredes’.
No, yo quiero darle la vuelta a la página y pensar hacia adelante, pensar en aportar para reconstruir a México, para rescatarlo, tenemos un México en llamas, un México que en grandes partes del país está dominado por el crimen organizado, donde hay un abandono, una ausencia de Estado, y tenemos todos que unir nuestras manos para rescatarlo.
¿Aún te gustaría ser presidenta?
Creo que a estas edades ya se me pasó el tren, pero ayudar a la que llegue, sí, cómo no, y sobre todo, bueno, evidentemente yo apoyo a la alianza opositora, desde luego comparto con Xóchitl esta idea de un México sin miedo, que así se llama el último capítulo de mi libro, y la idea de rescatar a México.
A propósito de eso, ¿qué le dirías a Xóchitl Gálvez sobre esta propuesta de, si llega al poder, construir una cárcel de máxima seguridad?
He platicado con ella, no en este periodo como candidata, sino cuando estaba como posible candidata de la Ciudad de México, he escrito que me parecía que no era con esa propuesta como pudiéramos resolver el tema. Comparto muchos otros puntos que ella señala para combatir la inseguridad y acabar con esta lógica de ‘abrazos y no balazos’ que solo ha permitido que el crimen organizado se apodere de nuestro país y que tengamos más muertes que nunca, pero creo que en esta parte se equivocan.
Porque, además, tenemos grandes centros penitenciarios federales, que están vacíos, tenemos hacinamiento en las cárceles del fuero común, tenemos inocentes en la cárcel entonces a mí me gustaría que ella tomara la bandera de la justicia restaurativa, de ir a esquemas en donde los delitos que verdaderamente ameritan que te vayas a la cárcel y que estés ahí es porque son muy graves. Que la gente tenga capacidad de enmendarse, de reinsertarse, de ser una mejor persona.
Rosario, ¿qué le dirías a Mariana, tu hija, después de acompañarte durante el tiempo que permaneciste en prisión?
¿Qué le digo a Mariana? Gracias, gracias, gracias, porque realmente tuvo la valentía de enfrentarse a todo cuando además todo era más adverso, había mucha confusión y, a lo largo del tiempo, la gente se fue dando cuenta, no me encontraron nada, fue cambiando la percepción, pero al principio fue mucho el lodo que me lanzaron; sin embargo, ella dio esta pelea.
También les agradezco profundamente a mis hermanos, a mis hermanas. Yo creo que sin este sostén, sin esta estructura, es muy difícil sobrevivir, lo menciono en el libro, no creo que haya nadie que esté en la cárcel que no piense un momento en el suicidio, pero tienes una estructura que te permite salir delante, dar ese paso, ese salto, y para eso Mariana fue fundamental.