Retrasan (otra vez) entrega de camiones en Nuevo León

El Instituto de Movilidad anunció un nuevo retraso en la entrega de camiones de ruta en Nuevo León; llegarían hasta mediados de enero
Jorge Eduardo Villagómez Aréchiga Jorge Eduardo Villagómez Aréchiga Publicado el
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En medio de la crisis de transporte que vive Nuevo León, el Instituto de Movilidad y Accesibilidad anunció que la entrega de los 800 camiones de ruta adquiridos hace más de un año a la empresa TICSA volverá a retrasarse, ahora hasta mediados de enero.

De acuerdo con Juan Manuel Valdez, director de la dependencia, el incremento en casos de COVID-19 en China comprometió la entrega de las unidades , que serán entregadas de forma escalonada a partir del 15 de enero de 2023.

Esto representa el segundo retraso del embarque, ya que originalmente estaba pactado para arribar en septiembre y tuvo que se reprogramado para el 30 de noviembre, fecha que tampoco pudo ser cumplida.

Valdez adelantó que Nuevo León estará recibiendo embarques de 50 camiones a partir del próximo año hasta completar las 700 unidades que faltan para completar el plan de reestructuración de transporte en la entidad.

Agregó que el tiempo restante podrá ser aprovechado por la administración estatal para afinar detalles del proyecto, incluyendo capacitación, equipamiento y distribución de las unidades entre los transportistas, por lo que él ‘no ve problema’ con el retraso.

“La embarcación estaba pendiente por el rebrote de la pandemia en China, estaba pendiente un trámite de inspección y revisión, y no había podido salir del puerto (…) Nosotros no le vemos problema, nos dará tiempo para el equipamiento de los camiones, capacitar operadores y hacer las entregas de las unidades a los transportistas”, aseguró el funcionario.

 

Entrega conflictiva

Desde que el pasado 10 de diciembre de 2021 se adjudicó a TICSA la adquisición de 800 unidades del transporte público, la situación se ha convertido en un verdadero ‘dolor de cabeza’ para las autoridades estatales.

Luego de no poder cumplir con el primer plazo de entrega, pactado para ser liquidado en su totalidad durante el mes de septiembre, diputados de oposición urgieron al Instituto de Movilidad a aplicar las multas correspondientes a la empresa TICSA, mismas que terminaron por ser condonadas.

Para excusar el retraso, la administración estatal afirmó que diversos factores afectaron en la entrega de las unidades, citando a la pandemia, la escasez internacional de chips e incluso la guerra en Ucrania como motivos de la demora.

Aunado a la falta de las 700 unidades de transporte público, el cierre parcial de la Línea 2 de Metorrrey debido a una falla estructural potencialmente peligrosa agrava todavía más la crisis de movilidad por la que atraviesa la entidad.

 

 

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