La Ciudad de México enfrenta un nuevo reto ante la cancelación de la verificación vehicular a obligatoria a nivel nacional.
El pasado 6 de noviembre la Secretaría de Economía (SE) del Gobierno de México informó que se iba a cancelar la verificación de condiciones físico-mecánicas en vehículos ligeros en apoyo a la economía familiar. Dicha medida iba a entrar en vigor a partir del 1 de diciembre.
Ante esto, especialistas consideran que la capital del país tendrá el reto de redoblar esfuerzos para continuar con las reducciones de emisiones contaminantes que provienen de otras entidades.
El antecedente de la verificación
El pasado 3 de mayo fue publicada en el Diario Oficial de la Federación la NOM-236-SE-2021 para vehículos automotores con condiciones físico-mecánicas de los vehículos con peso bruto vehicular que no exceda 3 mil 857 kilogramos.
La norma detalla que todos los vehículos cuyo peso no exceda los 3 mil 857 kilogramos en el país deben someterse a inspección técnica para determinar sus condiciones fisicomecánicas por regulaciones de cualquier orden de gobierno.
Dicha verificación contempla la revisión de todos los sistemas automotrices, incluidos los gases y emisiones, de acuerdo con las normas mexicanas. También contemplaba restricciones y sanciones económicas para quienes la incumplieran.
Con ello, la verificación se convertía en una obligación a nivel federal y ya no sólo lo sería en la Ciudad de México y los 15 municipios colindantes del Estado de México. Cabe señalar que algunas entidades lo han aplicado pero de manera voluntaria.
Sin embargo, el 6 de noviembre la SE emitió un comunicado donde mencionó que la norma podría afectar negativamente los ingresos de las familias mexicanas que utilizan los automóviles como instrumento de trabajo.
Argumentó que la norma podría ser perjudicial porque las familias mexicanas no tienen contemplado en su gasto el costo de verificación y las reparaciones para poderla aprobar.
La SE no informó si después la norma volvería a ser reactivada o si se elaboraría otro marco para regular las emisiones de los vehículos.
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Desafío para la CDMX
En la Ciudad de México, la verificación vehicular de condiciones físico-mecánicas y de emisiones contaminantes es obligatoria desde el año 1997.
Dicho programa entró en vigor porque las autoridades hallaron que los automóviles son una importante fuente de contaminación.
En fechas recientes, en el año 2020, se hizo más estricto el programa y se establecieron nuevos criterios para la obtención del holograma 00 (el que permite a los coches circular a diario) para la verificación de emisiones contaminantes en la Ciudad de México y el Estado de México.
De acuerdo con lo publicado en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México del 1 de enero de 2020, para obtener el holograma 00 por dos ocasiones, o durante dos semestres, los vehículos emplacados en la capital tienen que ser nuevos, tener una eficiencia de combustible de un litro por 16 kilómetros recorridos que establece la regulación denominada “Tier 2 Bin 5”.
Mientras que para la obtención de la calcomanía 00 por una ocasión, el actual programa solicita los mismos parámetros que en el caso anterior, sin embargo, se requiere una eficiencia energética de 13.5 kilómetros recorridos por un litro de combustible.
Dichos criterios fueron ajustados porque durante el mes de mayo de 2019 la Ciudad de México atravesó, por primera vez, una contingencia ambiental extraordinaria por partículas finas menores a 10 y a 2.5 (PM 10 y PM 2.5). Previo al 2020, los automóviles podían obtener el holograma 00 solo con ser nuevos.
Sin embargo, la cancelación de la verificación vehicular a nivel nacional es un reto para la Ciudad de México porque debe reforzar los trabajos que ha realizado para continuar con la reducción de emisiones, dice Víctor Alvarado, vocero del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire (OCCA).
Cabe destacar que, por sus condiciones climáticas, la Ciudad de México –junto con su Zona Metropolitana del Valle de México–, en el año 2017 fue considerada como una de las ciudades con el aire más contaminado del país, pues en 20 de 21 estaciones de monitoreo de emisiones se rebasaron los límites permitidos de contaminación.
En este sentido, dice Alvarado, la cancelación de la verificación vehicular impactará a nivel nacional porque permitirá la circulación de unidades altamente contaminantes.
“Se seguirá contribuyendo con contaminantes y Gases de Efecto Invernadero (GEI), lo que representa un daño a la salud. Es decir, habrá un continuo gasto en atención a enfermedades asociadas con la mala calidad del aire”, dice.
Respecto a la situación en la Ciudad, indica que la decisión federal representa un reto que debe alentar al Gobierno de la Ciudad de México a implementar acciones y delinear nuevas directrices para evitar que sea perjudicada por lo ordenado a nivel nacional.
“Debe delinear a corto y mediano plazo nuevas directrices de acción que le permitan ganar lo que a nivel federal se ha retirado y que tenía impactos sustantivos en adoptar mejores vehículos automotores”, afirma.
También, comenta el especialista, representa un reto porque la capital del país tendrá que lidiar con las políticas de entidades colindantes que continuarán sin verificar su parque vehicular.
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