Diferentes tipos de cáncer pueden atacar a los pequeños del hogar, sin embargo, la incidencia de retinoblastoma entre la población menor a siete años es mayor que en la población adulta.
La mayoría de los casos se presentan en niños de cero o cinco años, quienes en algunas ocasiones pierden la vista de uno o ambos ojos según la gravedad del caso.
El retinoblastoma es un tumor ocular maligno que ataca a la retina, es considerado raro pues se presenta de manera poco frecuente. Ataca a uno entre 15 mil nacidos vivos.
A través de las redes sociales casos como el de la pequeña Ximenita, quien padece este mal, hacen visible esta enfermedad de la que se conoce poco o nada.
¿Qué es el retinoblastoma?
El retinoblastoma se trata de un tumor canceroso que se presenta en él área del ojo, concretamente en la retina.
Este padecimiento puede atacar a uno o a los dos ojos, además de diseminarse partes aledañas del cuerpo.
Esta enfermedad es causada por una mutación en un gen que controla la división de las células. Al ‘descomponerse’ las células se multiplican y se vuelven cancerosas.
La incidencia entre niños cuyas familias no poseen antecedentes de cáncer ocurre en 50 por ciento mientras que el otro 50 por ciento que presenta esta enfermedad procede de familiares que padecieron o padecen algún tipo de cáncer.
La mayoría de los diagnósticos se realizan en niños de entre uno y dos años de edad.
Una de las maneras más comunes para detectar si un bebé tiene esta enfermedad es el modo en el que se ve la superficie de los ojos en una fotografía.
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Numerosos testimonios de padres cuyos hijos fueron diagnosticados con retinoblastoma indican que notaron que algo estaba mal cuando al observar una fotografía de sus hijos vieron una especie de ‘nube’ o mancha blanca sobre la pupila y el iris.
Otros de los síntomas que los pacientes presentan son: estrabismo, visión doble, ojos desalineados, enrojecimiento y dolor en los ojos, visión deficiente y coloración diferente a la del otro ojo.
Aunque las expectativas de curación son en la mayoría de los casos buenas, siempre y cuando haya una detección oportuna y un tratamiento adecuado, las complicaciones de esta enfermedad son múltiples.
El niño que la padezca podría perder incluso el ojo en caso de que el cáncer se disemine por otras partes del cuerpo.
En caso de extenderse a otros órganos, la recuperación de este tipo de cáncer, al igual que otros, estará comprometida.
A través del nervio óptico el cáncer se puede propagar al cerebro, los pulmones y los huesos.
¿Qué hacer ante un probable diagnóstico de retinoblastoma?
En caso de sospechar que un niño de nuestro entorno padece este tipo de cáncer el primer paso es acudir con el especialista.
El médico realizará una serie de estudios entre los que se pueden incluir una tomografía o resonancia magnética de la cabeza, un examen oftalmológico con dilatación de pupila además de una ecografía del ojo.
Tras confirmarse el diagnóstico el oncólogo determinará cuál será el tratamiento con base en la gravedad del caso.
Algunos de los tratamientos usados en estos casos son: cirugía láser, crioterapia, quimioterapia e incluso la enucleación (extirpación del ojo).
Ximenita, la pequeña que busca recuperar la luz de sus ojos
Ximenita, una niña de tres años oriunda de Ciudad Nezahualcoyotl, Estado de México, lucha contra el retinoblastoma desde el mes y medio de vida.
La pequeña fue diagnosticada en 2017 en el Instituto Nacional de Pediatría con retinoblastoma bilateral, lo que significa que el cáncer de ojo se encontraba a presente en sus dos globos oculares.
En su batalla contra el cáncer Ximenita perdió el ojo derecho, tras las múltiples expansiones del retinoblasma cuyas ‘siembras’ amenazan con llegar al cerebro.
Debido a los altos costos que los padres de Ximena, quienes son comerciantes, deben enfrentar para cubrir con las facturas médicas derivadas de las múltiples quimioterapias a las que la niña se somete, crearon la página de Facebook Retinoblastoma de Ximena.
En este espacio informan puntualmente acerca de los avances y retrocesos en el caso de la pequeña, además de organizar colectas.
En entrevista con Reporte Índigo Selene Luna, mamá de Ximenita, comenta cu{al fue el resultado del último procedimiento al que se sometió el pasado 20 de enero.
“Ahorita Ximenita anda muy adolorida porque tuvo dos intervenciones, pero lo que más le duele es el ojo porque lo tiene super hinchado y se toca la cabeza me imagino que es el ojo por los piquetes directos al inyectarle la quimioterapia”, relata.
Actualmente Ximena tiene 10 tumores con siembres, ramificaciones en otras partes de la cabeza de la enfermedad, los doctores la revisarán en 17 días y en 21 a 30 días máximo será la segunda quimioterapia.
“Después de eso me dicen si ya se le quita el único ojo o si le dan otra quimioterapia intrarterial o simplemente empieza con quimioterapia sistémica de 24 horas por cinco días”, menciona Selene.