[kaltura-widget uiconfid=”38728022″ entryid=”0_h8pcchie” responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /] Pequeños asesinos andan sueltos por el mundo, son tan sigilosos que lo- gran atravesar las defensas humanas y al hacerlo, dañan los pulmones, el corazón y el cerebro de las personas. Son intrusos del tamaño de una molécula, invisibles a simple vista, son gases que contaminan el ambiente.
La polución del aire causa 2.2 millones de muertes por accidentes cerebrovasculares al año, 2 millones debido a enfermedades cardíacas y 1.7 millones por enfermedades pulmonares y cáncer. ¡Respirar te está matando!
Más del 90 por ciento de esas muertes se producen en países de ingresos bajos, principalmente en Asia, África y América.
Por ese motivo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos resolvió el 29 de agosto pasado, que el impacto de los contaminantes en el país ha provocado violaciones graves a los derechos como a la salud, a un medio ambiente sano y a un nivel de vida adecuado.
Hechos que incitaron al organismo a emitir la recomendación general 32/2018 para autoridades federales, estatales y municipales por medidas irregulares en el transporte público, en combate el cambio climático, desactualización de normas ambientales, en el funcionamiento de estaciones de monitoreo atmosférico y medidas para mejorar la calidad del aire.
Normalmente el aire que respiramos está compuesto principalmente por oxígeno (21 por ciento) y nitrógeno (78 por ciento), además de otros elementos en pequeñas cantidades como argón, ozono, helio, neón e hidrógeno.
En el aire, explica Juan Pablo Mayorga de Greenpace México, también flotan elementos biológicos, como esporas de hongos, polen y bacterias. A estas sustancias, que existen de manera natural, se suman algunos gases generados por actividades humanas como el dióxido de nitrógeno o el dióxido de azufre, que son producidos por los automóviles o por ciertas industrias.
Toda esa concentración de gases determina la calidad del aire, término que se refiere al “grado en el que el aire en un lugar determinado se encuentra libre de contaminantes”
Para Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS es inadmisible que más de 3000 millones de personas, en su mayoría mujeres y niños, sigan respirando todos los días el humo letal emitido por cocinas y combustibles contaminantes en sus hogares.
“Si no adoptamos medidas urgentes contra la contaminación del aire, el desarrollo sostenible será una simple quimera”, señala.
Este año, el organismo internacional organizará la primera Conferencia Mundial sobre la Contaminación del Aire y la Salud del 30 de octubre al 1 de noviembre, con el fin de reunir a los gobiernos y los asociados en el marco de una movilización mundial para luchar contra el cambio climático.
Un derecho de todos
Desde principios de la década de los 90 se han implementado diversos programas gubernamentales con el objetivo de disminuir la emisión de contaminantes en México. Sin embrago, por el origen multifactorial de la polución en el aire, el riesgo de sobrepasar las normas establecidas sigue estando presente.
Por ello, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la Recomendación General 32/2018, donde acusa a diversas instituciones gubernamentales por violaciones de los derechos humanos.
Jorge Ulises Carmona Tinoco, Sexto Visitador General de la CNDH, señala que entre los agravios más importantes están la falta de revisiones exhaustivas y actualizaciones de las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) en materia de salud ambiental, la inadecuada implementación y funcionamiento de las estaciones y redes de monitoreo atmosférico a nivel nacional y la falta de revisión al transporte público.
Carmona Tinoco, en entrevista con Reporte Indigo, explica que esta recomendación derivó de un expediente de queja que se tramitó en 2013, en donde se hacían un planteamiento sobre la calidad de las gasolinas en la Ciudad de México, al realizar la investigación, se determinó que la problemática en realidad era mucho más amplia y que no sólo se reducía a un solo aspecto.
“Dicha investigación se convierte en una recomendación general dirigida a 158 autoridades: 6 federales, 32 titulares de Ejecutivos locales, 94 ayuntamientos y 16 Jefes delegacionales. Es una recomendación que tiene por objeto señalarlas violaciones a los derechos humanos derivados de la contaminación atmosférica, como son el derecho a la salud, a un ambiente sano, a una vida adecuada y a la información”, sentencia Carmona
María del Carmen Carmona Lara, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, comenta que los efectos de la contaminación son letales para la salud humana y puso como ejemplo el caso de 15 personas fallecidas en Poza Rica, Veracruz, por inversión térmica y el desastre en Bhopal, India, que dejó más de ocho mil muertes, lo que hace necesario cambiar el enfoque de contaminación ambiental.
La queja original fue presentada por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C., por lo que su presidente, Gustavo Alanís Ortega, pidió a las autoridades actuales, así como a las futuras, que comiencen a la brevedad a cumplir con las recomendaciones señaladas y puedan considerar el tema de la contaminación atmosférica urbana como uno de los focos principales de atención para respetar y garantizar la protección del medio ambiente y los derechos humanos vinculados de toda la población en México.
Por su parte, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, hizo un llamado desde la sociedad civil para que las autoridades se comprometan seriamente a enfrentar la crisis de salud pública generada por la contaminación atmosférica.
Para emitir las recomendaciones se analizaron estudios académicos y fuentes de derecho internacional sobre la materia para poder vincularlos a través de la ciencia con el tema de la violación de los derechos humanos.
“Este es un documento que además de las recomendaciones que trae para cada instancia, puede servir para generar políticas públicas. No sólo es el señalamiento de las violaciones a los derechos, sino que están dados los elementos para poder arribar a los mejores estándares que se necesitan en beneficio de las personas”, considera Jorge Ulises Carmona
El sexto visitador general de la CNDH comenta que ya empezaron a recibir respuestas, incluso, de algunos jefes delegacionales. Además, ayer fueron convocados a un evento en León, Guanajuato, porque ya están tomando acciones.
“Estamos esperando, sabemos que es muy prematuro, que las diversas autoridades se manifiesten de acuerdo con las recomendaciones porque nosotros daremos un seguimiento al impacto que tenga la misma en los distintos rubros que abarca a través de nuevos estudios científicos”, indica.
Zonas de riesgo
La Ciudad de México ha pasado de ser una urbe transparente a una megalópolis con una atmósfera cargada de contaminantes.
Hace 30 años, la OMS nombró a la capital del país como la ciudad más contaminada del mundo por sus altos niveles de bióxido de azufre, plomo y partículas suspendidas.
Ciertamente se ha podido reducir esta contaminación hasta en un 70 por ciento, pero es insuficiente porque sigue habiendo horas del día con altos niveles de ozono y partículas finas menores a 2.5 micrómetros (PM2.5).
De acuerdo con datos de la Semarnat, en los últimos tres años, la CDMX ha experimentado más de 90 días por arriba de la norma de ozono, siendo necesario aplicar estrictos planes de contingencia.
Sin embargo este problema ambiental no es exclusivo del centro del país, ya que de acuerdo con el estudio Global Urban Ambient Air Pollution Database, realizado por la OMS, Mexicali es la localidad urbana con la peor calidad del aire en México.
La demarcación registró una concentración de partículas (PM10) de 85, casi el doble que la CDMX que fue de 39 microgramos, es decir, que estuvo por debajo de la media que es de 44.
Otras localidades que resultaron con altas concentraciones fueron Coacalco, Tlalnepantla, Ecatepec y Tepotzotlán.
El estudio enfatiza que el 97 por ciento de las ciudades de países de ingresos bajos y medianos con más de 100 mil habitantes, no cumplen con las directrices de calidad del aire. Los datos de la OMS cubren más de 4 mil ciudades de 108 países.
Acciones que resuelven
La actividad diaria de las ciudades generan una gran cantidad de sustancias que modifican y deterioran la calidad del aire por la presencia de sustancias contaminantes que se emiten.
La recomendación 32/2018 de la CNDH pide actualizar las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) para mejorar el funcionamiento de las estaciones de monitoreo que tienen un desempeño deficiente, producir datos adecuados que generen políticas públicas para la movilidad sustentable y un transporte público eficiente.
“Estamos promoviendo la actualización del suelo normativo que rige estas situación. Las normas actuales son bastante laxas comparadas con las que propone la OMS”, opina Carlos Samayoa, coordinador de la campaña de movilidad urbana de Greenpeace México.
No obstante, además de homologar y actualizar las normas, los gobiernos se tendrían que preguntar qué cambiarían en las ciudades para que la contaminación del aire se vea reducida en gran medida.
“Tomando en cuenta que el 70 por ciento de los gases y sus contaminantes provienen de fuentes móviles, el gobierno tiene un papel bastante fuerte en promover alternativas de movilidad que limiten, en primer lugar, el uso indiscriminado del automóvil y que se fortalezcan medidas de servicio y sistemas de transporte público”, argumenta Samayoa.
El experto reconoce que varios estados de la República Mexicana no cuentan con los recursos económicos necesarios o con el personal capacitado para realizar estas actividades, que son primordiales y básicas para mejorar la calidad de vida de las personas.
“Actualmente Greenpeace está acompañando dos juicios de amparo que se hicieron para solicitar a un juezque ordene a la Cofepris, que es la instancia a nivel nacional encargada de regular la calidad del aire, que se actualicen las NOM, pues desafortunadamente, cuando se obtuvo la primera sentencia, no fue favorable”, narra.
Los juicios se recorrieron y están actualmente por ser resueltos en un tribunal colegiado de circuito, y la nueva recomendación de la CNDH, dice,surge como un precedente y como un insumo que los impartidores de justicia definitivamente tendrán que tomar en consideración para celebrar esos procesos.
“Estamos en una emergencia, son muchas personas las que fallecen, se tiene que atender y ahora que estamos en una época de transición de gobiernos, es importante que el nuevo gobierno federal aborde el tema y se vean resultados lo más pronto posible. Pero también señalar que el gobierno actual no se ha ido y tiene la responsabilidad de tomar cartas en el asunto, ya sea inscribiendo las NOM para ser actualizadas o sacando una Norma emergente que regule la situación de manera temporal”, finaliza el experto.
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