La Secretaría de Salud de Nuevo León reveló que los contagios de COVID-19 repuntaron al registrarse 511 casos al corte del miércoles 25 de enero, mientras que la semana pasada rondaban en los 300.
La titular de la dependencia, la doctora Alma Rosa Marroquín, brindó el informe de incidencia diaria de la enfermedad que cobró la vida de siete personas en la última semana.
“A nivel nacional la tendencia pareciera comenzar a descender, pero con este nuevo piquito pareciera que se mantiene más bien estable y lo mismo sucede en Nuevo León.
“Empezamos desde las últimas semanas de noviembre, todo diciembre y enero ha sido una ola mucho mas aplanada que la anterior, pero pareciera que el comportamiento nos va a tomar varias semanas en presentarse este descenso, que ya sea mas evidente” dijo la funcionaria.
Sobre el tema de las defunciones, Marroquín Escamilla informó que se presentaron siete casos en los últimos siete días y las víctimas correspondían al grupo de 60 años de edad y más.
El comportamiento en cuanto al número de hospitalizaciones se mantiene estable, en el reporte reciente se detalló que hay 61 personas que son atendidas en nosocomios públicos y privados.
La doctora reveló que se registró el ingreso de un menor de 10 años de edad en un hospital de la localidad, en donde es diagnosticado como estable de salud.
Semáforo epidemiológico se mantiene en verde
La Secretaría de Salud de Nuevo León destacó que el semáforo epidemiológico continúa en color verde, lo que significa que el estado no tiene riesgos en materia de salud relacionados con COVID-19.
Se mantiene el uso obligatorio del cubrebocas en unidades médicas, guarderías, asilos y en el transporte público, mientras que los aforos se encuentran habilitados al 100 por ciento.
Marroquín Escamilla hizo un llamado a los grupos vulnerables a colocarse el cubrebocas en espacios cerrados, a pesar que su uso es opcional.