Reparto de culpas
Ninguno quiere ser el responsable. Todos se echan la bolita.
Es el reparto de culpas en una situación que tiene altos costos políticos.
Y no quieren compartirlos ni reconocerlos. Los resultados de las reformas legislativas están entrampados por una mala negociación política y eso es una papa caliente que ningún partido quiere sostener.
Una crisis sin autor.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) mantiene sitiadas las dos cámaras del Congreso de la Unión impidiendo el acceso de diputados y senadores.
Armando Estrop
Ninguno quiere ser el responsable. Todos se echan la bolita.
Es el reparto de culpas en una situación que tiene altos costos políticos.
Y no quieren compartirlos ni reconocerlos. Los resultados de las reformas legislativas están entrampados por una mala negociación política y eso es una papa caliente que ningún partido quiere sostener.
Una crisis sin autor.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) mantiene sitiadas las dos cámaras del Congreso de la Unión impidiendo el acceso de diputados y senadores.
El PAN y el PRD culpan al PRI. El PRI a los maestros. El PRD al PAN y al PRI.
Los maestros culpan al Congreso. Los ciudadanos en las calles al magisterio.
A título personal, el senador panista Ernesto Cordero culpa al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera.
Desde la barrera se ve a las dos Cámaras del Congreso por primera vez en la historia del país sesionando en sede alterna.
La casa de las leyes, como le dicen, la trasladaron al Centro Banamex -banco en sociedad con Citigroup, la mayor empresa de servicios financieros del mundo- con vista al Hipódromo de la Ciudad de México.
Por ese espacio, que no tiene la elegancia y el glamour al que están acostumbrados, diputados y senadores tendrán que pagar un monto hasta ahora desconocido.
Todo porque maestros disidentes se oponen a ser evaluados. Y ambas cámaras del Congreso se lo han concedido. A pesar de que las protestas han ido de la mano de hechos violentos los diputados y senadores decidieron de última hora sacar de la Gaceta Parlamentaria el dictamen de la Ley que evalúa a los maestros, la Ley del Servicio Profesional Docente.
Y a pesar de que fue evidente y público este movimiento, sigue sin haber responsables. Sobran explicaciones, pretextos y sobre todo culpas.
El Partido Acción Nacional publicó en los principales periódicos del país un desplegado a media página, y con grandes letras azules, un intenso reproche al PRI porque sacó el polémico dictamen.
“Una vez más México y su futuro se ponen en riesgo por las trampas del Partido Revolucionario Institucional, quien por negociaciones particulares descartó la discusión de la Ley del Servicio Profesional Docente.
“Este dictamen, que estaba previsto en el debate del segundo período extraordinario, fue eliminado sin acuerdo previo de los Grupos Parlamentarios que conforman la Cámara de Diputados”, dice el desplegado.
Y es que desde la noche del miércoles, los diputados panistas protestaron contra de la decisión del priista Francisco Arroyo Vieyra, presidente de la Mesa Directiva, quien ahora asegura que se le está haciendo un adéndum al dictamen y por eso fue mejor sacarlo y discutirlo en otra ocasión.
También ayer por la mañana, en el programa de Primero Noticias, el líder nacional del PAN, Gustavo Madero, aseguró que el PRI y el PRD se habían dejado chantajear por los maestros inconformes. El PAN nada tuvo que ver, argumentó.
Los priistas evitan ese tema. Fueron ellos los que la noche del lunes en la Comisión de Educación, y sin la presencia del PAN y del PRD, aprobaron el dictamen que ahora salió de agenda.
Pero el PRI dispara en otra dirección. El coordinador de los senadores del tricolor, Emilio Gamboa, arremetió contra los maestros.
Condenó la “virulencia” con la que se han comportado sabiendo que pueden hacerlo mediante el diálogo pues la CNTE siempre ha tenido las puertas abiertas en el Congreso.
“Lo que sí quiero que quede claro, es que vean la virulencia de los que se dicen maestros, porque la gran mayoría de los maestros están dando clases en todo México, en toda la República.
“Creo que no son los métodos para evitar que trabaje uno de los Poderes, el Legislativo. Me parece que si tienen condiciones y tienen argumento que nos los presenten”.
La izquierda también entra al juego. El secretario General del PRD, Alejandro Sánchez Camacho lanzó el dardo de la culpa sobre el PRI y el PAN. Dijo que al querer “legislar sobre las rodillas” provocaron la crisis que se vive en el Congreso.
“Es lamentable que representantes populares, sobre todo del PRI y del PAN, hagan alusión a las protestas con calificativos de vándalos, violentos. Si bien debemos reconocer que se pueden dar excesos, pero también hay una causa, en particular la inconformidad de los trabajadores de la educación obedece a que no se procesó, no se consultó debidamente a ese sector, actor fundamental de la Ley de Educación”.
Afuera del Senado, sin poder entrar la sede de la que es el jefe máximo, Ernesto Cordero, presidente de la Mesa Directiva, lanzó un reclamo al jefe de Gobierno del DF.
“La solución es que el jefe de Gobierno del Distrito Federal asuma su responsabilidad, que haga su trabajo y nos garantice el acceso a la sede del Senado de la República. Que haga su trabajo, que asuma con valor la responsabilidad que le toca y que nos garantice el acceso al Senado de la Republica. Esa es la solución”.
Eran palabras en las primeras horas del día de ayer. La exigencia de Cordero fue una más de las campanadas a misa que suenan en el Congreso mexicano. Consciente del eco que tendrían sus palabras arremetió una vez más contra Mancera.
Se autoexorcizó de toda culpa.
“Los maestros están doblando al jefe de Gobierno, no al Congreso. El Congreso sigue trabajando, el Congreso está instalado, el Congreso en sedes alternas o como sea, pero va a sesionar y a legislar”.
No tardó en llegar la respuesta. Y nuevamente fue para culpar a otro más, al Gobierno Federal. El senador perredista, Mario Delgado, apuntó a la secretaría de Gobernación.
Es esa dependencia, aseguró, es la encargada de salvaguardar y proteger las instalaciones federales. Por el contrario, dijo, ha sido el Gobierno del Distrito Federal el que se ha encargado de que los actos no se desborden.
“Resulta muy fácil voltear a reclamarle al Gobierno del Distrito Federal, cuando este ha actuado de manera prudente para evitar situaciones que pongan en riesgo la seguridad de los habitantes de la ciudad”.
Por su parte los maestros aseguran que lo que hizo el Congreso es una traición al país. Una traición a los acuerdos que habían hecho con la CNTE. Una traición en la que incluyen a la presidencia de la República y a la secretaría de Gobernación.
“Exigimos a los senadores una reunión urgente, para decirles también que lo mismo que hicimos con los diputados, aunque ellos nos traicionaron, nos engañaron. Y responsabilizamos a la secretaría de Gobernación, a la presidencia de la República de esos actos que se presentaron y que seguimos sosteniendo es responsabilidad de ellos, nosotros nos manifestamos de manera pacífica”.
Con todo y el reparto de culpas los senadores repitieron la operación de los diputados. Se aprobó la creación del Instituto Nacional de Evaluación que tiene que estar promulgado a más tardar el 26 de agosto y cambios a la Ley General de Educación.
La lección que dejan los maestros es clave: actualmente no se distingue entre inquisidores y tiranos. Todos son juez y parte.
Legisladores y maestros ven con calma la situación mientras los demás sufren los bloqueos y protestas. Los ciudadanos contemplan la impunidad institucionalizada, violación a la Ley a la que le ofrecen canonjías y pero de legislaciones.
Son todos contra todos. Si levantan la mano es para señalar al otro.