Los secretarios de Gobierno y Seguridad de Guerrero, Ludwig Marcial Reynoso Núñez y Rolando Solano Rivera, renunciaron a sus cargos este jueves 14 de marzo, luego de la escalada de violencia en la región y la muerte de un normalista de Ayotzinapa la semana pasada.
La noticia fue confirmada por la gobernadora del estado, Evelyn Salgado Pineda, quien aceptó las renuncias de los funcionarios estatales.
“He recibido y aceptado las renuncias del secretario General de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez; y del secretario de Seguridad Pública, Rolando Solano. En el transcurso del día daremos a conocer a las personas que estarán al frente del despacho“, indicó la mandataria en una transmisión en redes sociales.
Gobernadora va por remoción de fiscal
Salgado Pineda afirmó que su Gobierno no tolerará la impunidad en el caso de la muerte del normalista Yanqui Kothan Gómez, presuntamente a manos de la policía estatal en un retén.
Además, anunció que impulsará la destitución de la fiscal General del Estado, Sandra Luz Baldovino Salmerón, debido a que su actuación ha obstaculizado los procesos de justicia y pacificación en la región.
“Hago de su conocimiento que con base en mi facultad, notificaré a la maestra Sandra Luz Baldovino Salmerón su remoción del cargo de fiscal del estado, realizando el proceso administrativo y jurídico correspondiente, al tiempo de dar vista al Poder Legislativo estatal”, explicó la política morenista.
Esto se sabe de la muerte de Yanqui Kothan Gómez
La noche del jueves 7 de marzo, Yanqui Kothan Gómez Peralta fue fatalmente tiroteado por la Policía del Estado de Guerrero en el antiguo libramiento de Tixtla.
Los eventos comenzaron con un reporte al número de emergencia 911 sobre una presunta camioneta robada, en la cual viajaban cuatro estudiantes desde Chilpancingo hacia Tixtla.
Inicialmente, la versión oficial indicaba un supuesto intercambio de disparos entre los estudiantes y la policía, la cual fue luego refutada.
El presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que no hay pruebas de que el joven haya disparado un arma contra los oficiales, como afirmaba la primera versión de la policía.
Tanto el presidente como la gobernadora de Guerrero coincidieron en que hubo un uso excesivo de la fuerza en el incidente, ya que no se encontraron pruebas del presunto tiroteo que afirmaba la policía.
Además, la autopsia realizada al cuerpo del joven confirmó que él y sus compañeros no estaban bajo los efectos de drogas y no tenían rastros de pólvora en las manos.
