El Gobierno de la Ciudad de México decretó el cierre temporal de la planta de asfalto de Coyoacán como parte de las medidas preventivas para reducir la contaminación en la capital del país.
A partir de ayer, 25 de mayo, las actividades en la planta, ubicada en un predio de 16 hectáreas en Avenida del Imán, se encuentran en una suspensión temporal de seis meses con el objetivo de modernizarlas y convertirlas en una industria de cero emisiones.
Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, declaró que debido a las condiciones ambientales que está viviendo la capital, decidió modernizar la planta de asfalto, lo que será solo una de las medidas para tratar de revertir la situación.
De igual forma, aseguró que la suspensión de actividades no afectará a los trabajadores de la planta, pues durante el cierre éstos se encontrarán en capacitación, contando con todos sus pagos y prestaciones y dejarán de estar expuestos a los efectos contaminantes.
Con la medida, que se enfocará en mejoras a la planta, dotándola de nueva tecnología, se dejarán de expulsar al aire de la ciudad más de 20 toneladas de oxígeno de nitrógeno, precursor del ozono, y más de 10 mil toneladas de dióxido de carbono anualmente.
Durante la suspensión temporal, el Gobierno de la ciudad trabajará en un plan estratégico que permita a la planta convivir con áreas verdes y que se convierta en un sitio de protección al medio ambiente. Aún no se cuenta con un monto de inversión para la remodelación.
La planta de asfalto, creada en 1956, produce alrededor de 500 mil toneladas al año, un 60 por ciento de lo que requiere la Ciudad de México anualmente y tiene capacidad para generar 420 toneladas de asfalto por hora.
Desde su campaña como candidato a la jefatura de Gobierno, Miguel Ángel Mancera se había comprometido a cerrar la planta de asfalto por ser una fuente de emisiones contaminantes.
Con los niveles de contaminación que se han presentado en las últimas semanas en la Ciudad de México, el gobierno capitalino ha tenido que implementar medidas extraordinarias para mitigar los impactos a la salud.
El más visible y polémico ha sido el endurecimiento del programa Hoy No Circula, cuya implementación comenzó el pasado 5 de abril y culminará el 30 de junio de 2016, con lo cual todos los vehículos dejan de circular un día de la semana, independientemente de su calcomanía de verificación.
Además, debido a la declaratoria de la primera fase de contingencia ambiental, en los días que se han sobrepasado los 150 puntos Imeca se ha implementado el Doble No Circula, lo que duplica el número de vehículos que salen de circulación.
Sin embargo, la eficacia de la medida ha sido cuestionada, pues no se ha observado una mejora en la calidad del aire.
Una vez concluido el programa temporal, en junio, se espera un replanteamiento y endurecimiento de las medidas.
El proyecto Ciudad Futura
La planta de asfalto fue parte del patrimonio de la Ciudad de México hasta el 23 de diciembre de 2013, cuando fue donada a la empresa paraestatal ProCDMX, que dirige Simón Levy.
La intención de ProCDMX era levantar en ese predio una de las llamadas zonas de desarrollo económico y social (Zodes), bajo el nombre de Ciudad Futura.
Los vecinos se opusieron a esta medida y ejercieron presión para evitar la construcción de un complejo habitacional en la planta de asfalto.
Los integrantes de la coordinación de Asambleas de los Pedregales de Coyoacán aseguraban que tenían información de que se pretendían cambios de uso de suelo con edificios de entre 35 y 40 niveles para uso habitacional y comercial, donde no se incluía ningún área verde.
En enero de este año, Mancera anunció que el proyecto Zodes Ciudad Futura quedaba cancelado, pero no presentó ninguna iniciativa para anular el decreto de donación.
Ahora, los vecinos exigen que el predio sea devuelto al patrimonio de la ciudad; afirman que el plazo de dos años para que ProCDMX tomara posesión del previo se agotó y el proyecto Ciudad Futura nunca se realizó.
Nuevas medidas ambientales
En una reunión con los legisladores de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, funcionarios de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came) han propuesto nuevas medidas para reducir los niveles de contaminación en la Ciudad de México.
Una de las medidas planteadas es el endurecimiento para la verificación vehicular, que contempla tres etapas. En la primera el conductor deberá consultar en Internet la información sobre los niveles de contaminación de su automóvil.
Después acudiría a realizar su verificación a un verificentro, donde las autoridades instalarían “contaminómetros” para detectar a los vehículos que consiguieron el holograma a través de un acto de corrupción.
Otra de las propuestas, que seguramente dará mucho de qué hablar en caso de implementarse, es que las marchas y protestas sociales se restrinjan a horarios nocturnos, con la intención de que el tráfico vehicular no se vea afectado y no cause aumento en la contaminación.
Además, entre las medidas que se analizan está la conversión del parque vehicular de transporte público que utiliza gasolina y diesel al gas natural, un hidrocarburo más limpio, además de la propuesta de un impuesto especial a las gasolinas, que sería etiquetado para ayudar a mitigar la contaminación.
El grupo de expertos que asesoran a la Came, conformado por integrantes del Centro Mario Molina, la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional, se encuentra analizando un total de 168 medidas, de las cuáles se espera que se presenten entre 20 y 40. El estudio final se espera que sea entregado la próxima semana.
Cero contaminantes
En la planta de asfalto de Coyoacán, creada en 1956, arrancó ayer un proceso de transformación:
>20 toneladas de oxígeno de nitrógeno, precursor del ozono, expulsa la planta
>60% del asfalto que requiere anualmente la Ciudad de México provee esta unidad
>500,000 toneladas produce al año la planta de asfalto
>420 toneladas de asfalto por hora su capacidad de producción