Los relojes del Metro más antiguos que aún funcionan están en los tramos de San Cosme a Cuatro Caminos, de Hidalgo a Allende y de Nativitas a Tasqueña. Foto: Especial

Relojes del Metro CDMX tienen el tiempo contado a más de medio siglo de su inauguración

El Metro cumple 55 años de ser el principal sistema de transporte, uno de los puntos de encuentro favoritos para las personas en la Ciudad de México y el lugar donde millones de historias se entrelazan a diario entre sus vagones, pasillos y andenes

Hace 55 años la Ciudad de México (CDMX) entró a la élite de las entonces 39 urbes que implementaron un sistema de trenes eléctricos subterráneos, lo que hoy conocemos como Metro, desde entonces la frase “te veo bajo el reloj” ha sido la expresión más usada por capitalinos y foráneos que se reunieron en alguna de sus 195 estaciones a lo largo de este lapso.

No obstante, aunque aún existen algunos relojes analógicos en los andenes de las estaciones, los días en que estos eran el punto máximo de referencia en el Metro, paradójicamente tienen el tiempo contado por la irrupción de las nuevas tecnologías y los trabajos de modernización de la red.

Relojes obsoletos se reemplazarán con remodelaciones del Metro

Según el documento “Especificaciones para el proyecto y construcción de líneas del Metro en la Ciudad de México”, desde el planteamiento de la obra y también en el Plan Maestro se contempló que cada línea tuviera su propia red de relojes.

“Cada estación del Metro de la Ciudad de México posee para abordar los trenes uno, dos o tres andenes, en donde serán colocados varios relojes para que el público usuario pueda informarse de la hora real”, explica el archivo.

Dicha medida se implementó a lo largo de las décadas en el STC Metro, cuyo trazo inicial, que iba inicialmente de Chapultepec a Zaragoza, comenzó a construirse 19 de junio de 1967; sin embargo, hasta la fecha sigue ampliándose la red que alcanzó un total  598 relojes distribuídos en sus 12 líneas.

En el oficio U.T./ 2808/ 124 con el que el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro respondió a la solicitud de información 090173724000879 tramitada por Reporte Índigo, se señala que actualmente el 88 por ciento (524) de los relojes distribuídos por toda la red han dejado de funcionar o son demasiado obsoletos para que los reparen.

“Respecto a los 524 relojes fuera de servicio, que debido al grado de obsolescencia que presentan, no es factible repararlos; por lo cual, conforme se ejecutan los trabajos de modernización de las estaciones donde están ubicados, son sustituidos por nuevas tecnologías”, refiere el oficio firmado por Laura Edith Reynoso Álvarez, responsable de la unidad de Transparencia del Metro.

El destino del 12 por ciento (74) de los relojes que sí funcionan, está a la espera de que llegue el momento de la obsolescencia; mientras los que han logrado ser salvados de la inutilidad aguardan  a ser sustituidos como parte de las remodelaciones en las estaciones. Cabe mencionar que la única remodelación integral que se ha hecho en el Metro en 55 años, es la que se mantiene en curso en las estaciones de la Línea 1, que va de Pantitlán a Observatorio.

Asimismo, el STC detalló que de acuerdo con su programa anual de mantenimiento, los relojes en servicio instalados en las estaciones reciben atención cada tres meses; sin embargo, aclaró que esto está sujeto a los recursos disponibles para estos fines.

Las máquinas analógicas más longevas que aún cuelgan de las estaciones del Metro, y que aún funcionan, están en los tramos de San Cosme a Cuatro Caminos, de Hidalgo a Allende y de Nativitas a Tasqueña, respectivamente. En cambio, las estaciones que tienen más relojes operando son Tláhuac con ocho, y Mixcoac con seis. En el caso de la Línea 12, cabe aclarar que los relojes ya son digitales.

¿Qué pasó con las citas bajo el reloj del Metro en la CDMX?

Como señala  Juan Villoro en  el “Eterno retorno a la mujer barbuda”, el Metro se ha convertido en  “una ciudad alterna”, que en sus primeros 55 años de existencia, ha sido el punto de reunión de los grupos etarios que pertenecen a las generaciones X, millennial y Z, quienes se encontraron incontables veces con amigos, compañeros de trabajo, para citas amorosas y por un sinnúmero de razones debajo de los relojes de los andenes.

Hoy en día “te veo bajo el reloj”  sigue apareciendo en las conversaciones de los capitalinos que se encuentran en las estaciones del STC, existe desconcierto cuando ya no encuentran un reloj en el andén, o solo está el cascarón de lo que alguna vez fue su estructura.

“Yo sigo diciendo,’te veo bajo el reloj’,  pero la otra vez me quedé de ver con alguien en Revolución y ya no hay relojes. Tuve que esperar en los torniquetes para ser más específico”, detalló a este medio Rodrigo Martínez, usuario del Metro de 35 años que habita en la alcaldía Iztapalapa.

Martínez refirió que duda que las nuevas generaciones como los centennials se sigan viendo en el STC con esas expresiones. “Yo creo que ya los puntos de reunión son Oxxos o locales que se puedan identificar a la salida del Metro”.

Julio César Acuayte, quien habita en la alcaldía Benito Juárez, también indicó que se ha visto desconcertado por la ausencia de relojes en la Línea 2. ”Me quedé de ver con una amiga en metro Allende y ya no hay relojes, están las pantallas y unas ni sirven”, agregó.

Otros capitalinos como Alejandro Cruz, quien reside en la alcaldía Iztacalco, sostienen que actualmente son más usadas expresiones como “te veo en los torniquetes”, o “nos vemos en las escaleras”.

No obstante, usuarias como Gabriela Valdez piensan que la frase aún se usa, y que incluso vive un auge por el boom del comercio informal a través de redes sociales. “Sí se usa, sobre todo por el auge del comercio informal en el Metro, y por las famosas ‘Nenis’ que te entregan la mercancía en las estaciones”, aclaró.

Aunque hasta ahora no hay una fecha marcada para que  los relojes del Metro dejen de operar, eventualmente desaparecerán para convertirse en un dato anecdótico en la historia del transporte más importante de la CDMX durante la segunda mitad del siglo XX y de la actualidad.

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