Relaciones peligrosas

No es su grupo o su afiliación política. Tampoco sus propuestas para mejorar la seguridad.

Solamente tienen en común la contratación de quienes trabajaron dentro de un mismo grupo.

De una célula acusada de espionaje, extorsión a propietarios de antros y vinculada a grupos de la delincuencia organizada. 

La misma célula de la que hoy han aprehendido a dos y podrían detener a más.

Hugo Gutiérrez Hugo Gutiérrez Publicado el
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No es su grupo o su afiliación política. Tampoco sus propuestas para mejorar la seguridad.

Solamente tienen en común la contratación de quienes trabajaron dentro de un mismo grupo.

De una célula acusada de espionaje, extorsión a propietarios de antros y vinculada a grupos de la delincuencia organizada. 

La misma célula de la que hoy han aprehendido a dos y podrían detener a más.

Porque Rogelio González Heredia “El Roy”, ex director de Inspección y Vigilancia del Municipio de Monterrey, fue detenido por la Marina en marzo cuando trabajaba a las órdenes del alcalde Fernando Larrazabal.

Y “El Roy” era un viejo conocido y amigo de Francisco Martínez Cárdenas, hijo del ex gobernador Alfonso Martínez Domínguez.

Personaje que también fue aprehendido por la Marina el sábado 26 de junio, pero trabajando ahora a las órdenes del alcalde de San Pedro, Mauricio Fernández.

Además de esta vinculación con los dos alcaldes panistas que gobiernan los municipios más importantes del área metropolitana, ambos operaron para un priista.

Trabajaron en lo particular para Rogelio Cerda Pérez cuando éste fue Secretario de Gobierno y posteriormente candidato a diputado federal, cargo que hoy ostenta.

Y el círculo de esa pequeña red todavía no se cierra.

Con Francisco Martínez y con Rogelio González también trabajaron otros personajes, como Gerardo Ledezma, que hoy trabaja en la Secretaría de Seguridad de San Pedro.

Dependencia municipal donde también estuvo como subsecretario Luis Cortés Ochoa, quien salió luego de haber sido el operador del grupo de chicos rudos y malos.

También estaba encargado del C-4 de San Pedro y por ello tenía todo el control de las patrullas y elementos que eran despachados a las coberturas policíacas.

De hecho, la camioneta Tahoe del municipio de San Pedro que utilizaba Cortés Ochoa y desde donde se podía acceder a Plataforma México y al C-4, fue la que robaron del predio fiscal de Escobedo donde estaba en resguardo.

Curiosamente, ese vehículo fue robado por el crimen organizado para tener acceso a toda esa información, una vez que Cortés Ochoa ya había dejado de trabajar en la policía sampetrina y que además conocía las ventajas del sistema del vehículo.

La camioneta estaba en resguardo porque fue confiscada por el Ejército cuando en ella trasladaban a Indalecio Monarrez Pérez, quien fue detenido en San Pedro el 28 de marzo, en posesión de 13 kilos de cocaína. 

Y es que cuando era trasladado el traficante, elementos de la Policía de San Pedro atacaron el convoy del Ejército que lo escoltaba hacia la PGR.

Como trataron de liberarlo, dos policías sampetrinos fueron aprehendidos por los militares.

La camioneta, con un valor aproximado de 1.8 millones de pesos por su sistema y blindaje, quedó en custodia hasta que fue robada del lote fiscal.

Con ella, los criminales tuvieron acceso a todos los datos de Plataforma México y del C-4 sampetrino.

Por esta razón, y como ya lo había adelantado Reporte Indigo Monterrey cuando aprehendieron a Alberto Mendoza Contreras, alias “El Chico Malo”, en San Pedro podría haber más detenciones.

Además de Francisco Martínez Cárdenas, todavía dentro de la célula en la que operaba están Gerardo Ledezma y quien ahora ya salió de la corporación policial sampetrina, el ex subsecretario Cortés Ochoa. 

Y las declaraciones públicas del alcalde Mauricio Fernández sobre la labor de Martínez Cárdenas en el municipio, no son únicamente un acto de descaro.

El munícipe dice abiertamente que el hijo del ex gobernador cobraba cuotas “voluntarias” a los propietarios de antros y que ya busca su reemplazo, porque está enviando un mensaje.

Parece estar diciendo a los chicos rudos y malos que operan entre los acuerdos bajo la mesa y la ilegalidad, que el dinero seguirá fluyendo de los antros hacia ellos.

Es como si les estuviera pidiendo paciencia. Como si les advirtiera que el pacto no ha concluido y que él quiere continuar con lo acordado.

Con un arreglo que puso a San Pedro en manos de un grupo de gente ligada ya a dos aprehensiones de la Marina en ese municipio y una más en Monterrey.

A la misma célula que también trabajó en lo particular con Rogelio Cerda Pérez.

De hecho, en el Palacio Municipal de Monterrey hay gente que la primera referencia que da de Rogelio González Heredia “El Roy”, es precisamente Rogelio Cerda.

Porque cuando el hoy diputado federal fue Secretario de Gobierno con Natividad González Parás, utilizó los servicios de estas personas.

Tanto de Rogelio González Heredia “El Roy”, como de Francisco Martínez Cárdenas, para investigar los secretos de algunos personajes de la política.

Y luego, muchos conocieron a “El Roy” en la oficina particular de Cerda Pérez en la Colonia Chepevera.

Es difícil saber si estos personajes acusados de espionaje telefónico, extorsión y vínculos con el crimen organizado, fueron quienes se acercaron primero a los políticos.

Si los personajes detenidos, dieron el primer paso para acercarse a Rogelio Cerda, Mauricio Fernández y Fernando Larrazabal.

O fue al contrario, que los alcaldes 

y el ahora legislador fueron quienes 

los buscaron para utilizar sus trabajos clandestinos.

Lo que realmente importa es el resultado de esa relación.

Porque con ello, la extorsión, el espionaje y la vinculación con el crimen organizado ya están dentro de grupos políticos de diferentes niveles y partidos.

No son solamente los cuerpos policíacos que están infiltrados, ahora también son administraciones gubernamentales.

Y éste es un túnel muy difícil de recorrer. Sucedió en Colombia. Sucede en Tamaulipas donde el crimen veta candidaturas. Ahora ya está empezando a darse en Nuevo León.

Es el riesgo de que los políticos sigan con sus relaciones peligrosas.

 

El cinismo de Mauricio

 

Qué tienen en común Mauricio Fernández, Fernando Larrazabal y Rogelio Cerda Pérez?

No es su grupo o su afiliación política. Tampoco sus propuestas para mejorar la seguridad.

Solamente tienen en común la contratación de quienes trabajaron dentro de un mismo grupo.

De una célula acusada de espionaje, extorsión a propietarios de antros y vinculada a grupos de la delincuencia organizada. 

La misma célula de la que hoy han aprehendido a dos y podrían detener a más.

Porque Rogelio González Heredia “El Roy”, ex director de Inspección y Vigilancia del Municipio de Monterrey, fue detenido por la Marina en marzo cuando trabajaba a las órdenes del alcalde Fernando Larrazabal.

Y “El Roy” era un viejo conocido y amigo de Francisco Martínez Cárdenas, hijo del ex gobernador Alfonso Martínez Domínguez.

Personaje que también fue aprehendido por la Marina el sábado 26 de junio, pero trabajando ahora a las órdenes del alcalde de San Pedro, Mauricio Fernández.

Además de esta vinculación con los dos alcaldes panistas que gobiernan los municipios más importantes del área metropolitana, ambos operaron para un priista.

Trabajaron en lo particular para Rogelio Cerda Pérez cuando éste fue Secretario de Gobierno y posteriormente candidato a diputado federal, cargo que hoy ostenta.

Y el círculo de esa pequeña red todavía no se cierra.

Con Francisco Martínez y con Rogelio González también trabajaron otros personajes, como Gerardo Ledezma, que hoy trabaja en la Secretaría de Seguridad de San Pedro.

Dependencia municipal donde también estuvo como subsecretario Luis Cortés Ochoa, quien salió luego de haber sido el operador del grupo de chicos rudos y malos.

También estaba encargado del C-4 de San Pedro y por ello tenía todo el control de las patrullas y elementos que eran despachados a las coberturas policíacas.

De hecho, la camioneta Tahoe del municipio de San Pedro que utilizaba Cortés Ochoa y desde donde se podía acceder a Plataforma México y al C-4, fue la que robaron del predio fiscal de Escobedo donde estaba en resguardo.

Curiosamente, ese vehículo fue robado por el crimen organizado para tener acceso a toda esa información, una vez que Cortés Ochoa ya había dejado de trabajar en la policía sampetrina y que además conocía las ventajas del sistema del vehículo.

La camioneta estaba en resguardo porque fue confiscada por el Ejército cuando en ella trasladaban a Indalecio Monarrez Pérez, quien fue detenido en San Pedro el 28 de marzo, en posesión de 13 kilos de cocaína. 

Y es que cuando era trasladado el traficante, elementos de la Policía de San Pedro atacaron el convoy del Ejército que lo escoltaba hacia la PGR.

Como trataron de liberarlo, dos policías sampetrinos fueron aprehendidos por los militares.

La camioneta, con un valor aproximado de 1.8 millones de pesos por su sistema y blindaje, quedó en custodia hasta que fue robada del lote fiscal.

Con ella, los criminales tuvieron acceso a todos los datos de Plataforma México y del C-4 sampetrino.

Por esta razón, y como ya lo había adelantado Reporte Indigo Monterrey cuando aprehendieron a Alberto Mendoza Contreras, alias “El Chico Malo”, en San Pedro podría haber más detenciones.

Además de Francisco Martínez Cárdenas, todavía dentro de la célula en la que operaba están Gerardo Ledezma y quien ahora ya salió de la corporación policial sampetrina, el ex subsecretario Cortés Ochoa. 

Y las declaraciones públicas del alcalde Mauricio Fernández sobre la labor de Martínez Cárdenas en el municipio, no son únicamente un acto de descaro.

El munícipe dice abiertamente que el hijo del ex gobernador cobraba cuotas “voluntarias” a los propietarios de antros y que ya busca su reemplazo, porque está enviando un mensaje.

Parece estar diciendo a los chicos rudos y malos que operan entre los acuerdos bajo la mesa y la ilegalidad, que el dinero seguirá fluyendo de los antros hacia ellos.

Es como si les estuviera pidiendo paciencia. Como si les advirtiera que el pacto no ha concluido y que él quiere continuar con lo acordado.

Con un arreglo que puso a San Pedro en manos de un grupo de gente ligada ya a dos aprehensiones de la Marina en ese municipio y una más en Monterrey.

A la misma célula que también trabajó en lo particular con Rogelio Cerda Pérez.

De hecho, en el Palacio Municipal de Monterrey hay gente que la primera referencia que da de Rogelio González Heredia “El Roy”, es precisamente Rogelio Cerda.

Porque cuando el hoy diputado federal fue Secretario de Gobierno con Natividad González Parás, utilizó los servicios de estas personas.

Tanto de Rogelio González Heredia “El Roy”, como de Francisco Martínez Cárdenas, para investigar los secretos de algunos personajes de la política.

Y luego, muchos conocieron a “El Roy” en la oficina particular de Cerda Pérez en la Colonia Chepevera.

Es difícil saber si estos personajes acusados de espionaje telefónico, extorsión y vínculos con el crimen organizado, fueron quienes se acercaron primero a los políticos.

Si los personajes detenidos, dieron el primer paso para acercarse a Rogelio Cerda, Mauricio Fernández y Fernando Larrazabal.

O fue al contrario, que los alcaldes 

y el ahora legislador fueron quienes 

los buscaron para utilizar sus trabajos clandestinos.

Lo que realmente importa es el resultado de esa relación.

Porque con ello, la extorsión, el espionaje y la vinculación con el crimen organizado ya están dentro de grupos políticos de diferentes niveles y partidos.

No son solamente los cuerpos policíacos que están infiltrados, ahora también son administraciones gubernamentales.

Y éste es un túnel muy difícil de recorrer. Sucedió en Colombia. Sucede en Tamaulipas donde el crimen veta candidaturas. Ahora ya está empezando a darse en Nuevo León.

Es el riesgo de que los políticos sigan con sus relaciones peligrosas.

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