Registro de animales de la CDMX en el olvido

En la CDMX se estableció la Agencia de Atención Animal, cuya finalidad es crear un registro de las mascotas que viven en la capital para asegurarse que reciban los cuidados adecuados y saber quién es el dueño en caso de algún accidente, sin embargo, poca gente ha realizado el trámite
David Martínez David Martínez Publicado el
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Cada vez existe mayor conciencia respecto a la tenencia y cuidado de los animales de compañía en la capital del país, sin embargo, una gran parte de la ciudadanía aún no los ha registrado ante las autoridades.

Este hecho no permite mejorar la calidad de vida de perros, gatos, hámsters, pájaros y otras especies domésticas que viven en la Ciudad de México.

De acuerdo con el director de la Agencia de Atención Animal (Agatan) de la CDMX, Carlos Fernando Esquivel Lacroix, hasta el término de 2018 estaban registrados entre 250 y 300 mascotas.

Cifra que es baja tomando en cuenta que la capital tiene aproximadamente 8.5 millones de habitantes y, según datos del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) del año 2017, el 57 por ciento de los hogares en el país tiene un animal doméstico.

El Registro Único de Animales de Compañía (RUAC) se comenzó a implementar desde el inicio de operaciones de la Agatan en 2018 con la intención de tener datos estadísticos sobre la situación y estado que guardan las mascotas de los habitantes de la capital.

Activistas indican que el registro también es una herramienta importante para evitar el maltrato animal así como para procurar los cuidados necesarios de las mascotas.

Si tenemos perros cuyos tutores estén plenamente identificados, esa persona va a ser alguien responsable
José Luis CarranzaPresidente del Frente Ciudadano Pro Derecho Animal

Sin embargo acusa que no se está incentivando el registro de tutores que se reglamentó en 2018 ni se capacita para una tenencia responsable.

“La Agencia de Atención Animal puso un registro voluntario pero se sabe que en México se tiene que hacer obligatorio”, detalla.

Si no se hace un padrón de tutores habrá perros mal educados cuyos actos repercutan de manera negativa, como los casos de ataques a personas, el más reciente del 1 de julio pasado cuando un perro pitbull mató a un menor de edad en la alcaldía de Iztapalapa, agrega.

Recuerda el caso de 2013 cuando capturaron a 25 perros en el Cerro de la Estrella a los que acusaron de asesinar a cuatro personas y lo toma como referencia del porqué se necesita un registro.

“Esos 25 perros, que al final fueron liberados, seguro muchos de ellos tenían dueños, personas que no se hicieron responsables y los abandonaron o los dejaron estar en la calle. Para evitar eso, se necesita un padrón de tutores”, declara.

Por su parte, el director de la Agatan menciona que se llevarán a cabo campañas de información para que la gente registre a sus mascotas.

Igualmente, informa que el registro es gratuito; actualmente se está actualizando y en los próximos días se darán a conocer cifras de cómo se encuentra estadísticamente.

Falta de cultura cívica en cuidado de animales

La baja participación en el RUAC corresponde a una falta de conciencia por parte de la sociedad.

“Claro que hace falta cultura cívica de lo que es tener perros y gatos, nos hace falta convertirnos en una sociedad protectora de animales”, argumenta Esquivel Lacroix.

Dicha carencia de cultura respecto al cuidado de los animales provoca que algunos tutores de perros no los cuiden de manera adecuada y se vuelvan violentos.

“Yo creo que si el entorno es inadecuado y no tienen los cuidados correctos, pueden tener conductas agresivas”, señala.

Esquivel Lacroix dice que la estigmatización de las razas de perros es un error.

“Científicamente un can sólo tiene el 20 por ciento de predisposición genética a conductas violentas. El otro 80 por ciento restante dependerá del contexto en el que se encuentre”, explica.

De acuerdo con el también médico veterinario, el 60 por ciento de los ataques de perros son contra personas que los conocen, lo que indica que son animales maltratados y sometidos a condiciones de estrés.

“La agresividad que pueda tener depende del entorno en que vive, no de una cuestión racial o genética”, recalca.

El funcionario público indica que incluso una raza pequeña como los chihuahua puede volverse agresiva y atacar si no tiene la educación adecuada.

El activista, José Luis Carranza, coincide con Esquivel Lacroix y apunta que ninguna raza de perro es peligrosa.

“Definitivamente las razas no son las peligrosas, sino las personas que no tienen el carácter para educarlos. Puedes tener un perro mestizo o de cualquier otra raza pero si lo amarras o lo tienes sin comer va a ser violento”, señala.

El 57 por ciento de los hogares en el país tiene un animal doméstico, según datos del INEGI

Capacitación necesaria

El veterinario, Luis Vélez, menciona que los perros pitbull y otro tipo de razas con gran fuerza y resistencia al dolor son conocidos como “niñeros” porque son dóciles y sirven de compañía para la crianza de menores.

Pero el carácter y la actitud del tutor pueden repercutir de manera negativa en su comportamiento si no tiene los conocimientos para tratarlos.

El especialista dice que los tutores deben corregir a los animales sin agredirlos desde los cuatro meses de edad para que aprendan a no tener actitudes violentas.

“Hay que corregir sus malos hábitos desde pequeños, que no muerdan por ejemplo”, puntualiza el entrevistado.

El director de la Agatan refiere que los propietarios de animales tienen que saber que hay perros con ciertos perfiles que necesitan algún tipo de espacio o cuidados particulares.

“Si tú quieres uno grande, como un pastor alemán y vives sólo con tu abuelita, debes pensar si podrás cubrir sus necesidades”, menciona.

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