Este 15 de septiembre se publicó de forma oficial la reforma judicial en el Diario Oficial de la Federación (DOF) con lo que el 16 entrará en vigor el cambio constitucional.
¿Qué pasó?
Es a partir de la publicación de la reforma al Poder Judicial en el DOF que iniciará un proceso electoral para elegir a jueces, ministros y magistrados a través del voto directo.
Además, la entrada de la reforma judicial se produce después que el Congreso de la Unión declaró la constitucionalidad de este cambio.
Así, ahora se elegirá democráticamente a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), a los magistrados de las salas regionales del Tribunal Electoral del poder Judicial de la Federación (TEPJF) y a integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial.
Ratificación del Congreso
Fue hace dos días que más de 18 congresos de los estados gobernados por Morena y sus aliados ratificaron la reforma constitucional al Poder Judicial de la Federación, aprobada por el Congreso de la Unión.
Fue el pasado jueves cuando se emitió la declaratoria de constitucionalidad de la reforma judicial, se envió al Ejecutivo federal para su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF), su promulgación y el inicio de su vigencia.
En el Senado de la República, el presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, convocó a los 128 legisladores a una sesión plenaria el viernes 13 de septiembre a las 14:00 horas para continuar con el trámite legislativo, similar al realizado en la Cámara de Diputados.
En su conferencia matutina de este jueves, el presidente López Obrador anunció que se prevía publicar la reforma el próximo 15 de septiembre.
¿Qué se necesitaba?
De acuerdo con el artículo 135 de la Constitución, para que una reforma constitucional sea aprobada, la mayoría de los congresos locales deben ratificar los cambios previamente avalados por el Congreso de la Unión.
Es decir, se requiere la aprobación de 17 de las 32 legislaturas locales para consumar los cambios constitucionales.
Sin embargo, cada legislatura local determina sus propias reglas; por lo tanto, Morena y sus aliados no necesitan una mayoría calificada (dos tercios del pleno) para ratificar el proyecto en todas las entidades. Por ejemplo, en el Congreso de la Ciudad de México, solo se necesita una mayoría absoluta (la mitad más uno) para avalar cambios en la Constitución.