La reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador que busca cambiar todo el juego en la política mexicana está en proceso

Reforma Electoral, punto de quiebre

La Cámara de Diputados inicia hoy el análisis de la reforma político-electoral, una iniciativa impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y respaldada por Morena y sus aliados, quienes buscarán buscar acuerdos con una oposición que asegura no permitirá que se dañe la democracia del país ni a los órganos autónomos

La reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador que busca cambiar todo el juego en la política mexicana está en proceso de ver la luz en el Congreso de la Unión.

En medio de la incertidumbre y de presiones políticas, la Cámara de Diputados iniciará hoy el análisis de las 104 iniciativas en materia político-electoral, entre ellas la presentada por el Ejecutivo federal, en las Comisiones de Gobernación, Puntos Constitucionales y Reforma Político-Electoral.

En medio de un ambiente dividido entre los legisladores de Morena, Partido Verde y PT, que quieren sacar la reforma antes de que concluya este mes, y la postura en contra del PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano, el escenario se vislumbra complicado para que se logren concretar cambios a la Constitución como lo plantea el Presidente de la República, que propone, entre otras cosas, que el INE se convierta en el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) y disminuir de 11 a siete los consejeros electorales, así como el número de magistrados en el Tribunal Electoral y eliminar los Órganos Públicos Locales Electorales (Oples).

La morenista Graciela Sánchez Ortiz, presidenta de la Comisión de Reforma Político-Electoral, dice que parecía imposible que las bancadas acordarán incluso empezar la discusión, pero han cambiado los escenarios y ahora se negociará para tratar de sacarla adelante, pues la fracción parlamentaria de Morena está en disposición de buscar acuerdos para lograr una buena reforma electoral.

En este contexto, la postura de la oposición ha sido firme en que no aceptarán reformas a la Constitución que representen un retroceso democrático, que afecten a los órganos electorales y que constituyan un retroceso en el avance de la democracia que se ha logrado en los últimos 30 años.

Por su parte, el coordinador de los diputados del PRI, Rubén Moreira, indica que el propósito de la reunión que realizarán este martes las tres comisiones, es recibir todas las iniciativas que hay hasta el momento en materia electoral, establecer una agenda y buscar conformar un solo grupo de trabajo para analizar todas y cada una de las propuestas.

El PRI llega con todos los reflectores y con toda la presión, pues precisamente su respaldo a la ampliación de la presencia de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad y el presunto pacto político con Morena, fue lo que permitió revivir la reforma electoral

Advirtió que el PRI no aceptará nada que afecte al INE ni a los tribunales electorales.

En entrevista, el líder de los diputados priistas dice que si bien el coordinador de Morena, Ignacio Mier, tiene derecho de tratar de buscar acuerdos en esta materia, el PRI y todos los partidos de oposición están en esa tesitura de que se logre concretar una ley, pero siempre y cuando no se afecte a los órganos electorales con reformas.

En alusión al vicecoordinador del PAN, Jorge Triana, quien dijo que no descarta una traición de los priistas en materia de Reforma Electoral, Moreira Valdés le recordó que ha sido su partido el que ha hecho propuestas en esta materia como la segunda vuelta electoral.

“Yo le haría una solicitud, que respetara a los partidos políticos y que hable por el suyo”.

Señala que en todas las propuestas el PRI vota pensando en México, “a nosotros no nos mueve el odio, nos mueve la razón”, asegura Moreira.

La última gran reforma electoral

Lo que resulte de la reforma político-electoral que impulsa el mandatario Andrés Manuel López Obrador a dos años de que culmine su sexenio, puede cambiar no sólo el modelo de financiamiento de partidos políticos o la composición de los órganos electorales, también  la certidumbre de los próximos procesos electorales y las alianzas de cara a futuros comicios.

El ambiente político no podría estar más dividido con Morena y sus aliados impulsando la reforma presidencial.

En tanto, los partidos de oposición –principalmente el PAN– rechazan cualquier iniciativa que “toque” al INE y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), aunque deslizan algunas propuestas como la inclusión de una segunda vuelta electoral o limitar las conferencias matutinas.

El PRI llega con todos los reflectores y con toda la presión, pues precisamente su impulso y respaldo a la ampliación de la presencia de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad y el presunto pacto político con Morena, derivado de esa iniciativa, fue lo que permitió revivir el proyecto de reforma que hace un par de meses parecía destinada al olvido.

Posiblemente presionados por el bloque oficial y por sus aliados de la fallida coalición Va por México, los priistas parecen tener la llave para “congelar” o dejar que la propuesta vea la luz.

En este momento clave para la democracia el PRI llega bastante dividido y con una dirigencia nacional desgastada en la figura de Alejandro Moreno.

“Tienen mucho menos poder e influencia que en otras temporadas y otras épocas, hay muchos pris, siento que este partido ahora tiene muchas caras, muchas facetas y los que están dirigiendo ese partido podrán tener ciertas negociaciones, pero creo que no están incluyendo y no se está beneficiando a todo el instituto político. 

“Creo que en algún momento puede haber un descontrol del PRI en estas negociaciones que se hacen, como dice la gente, en lo oscurito”
Alejandro RosasDirector de la agencia Disruptio

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