Reforma electoral de Morena, irá a tiempo extra

Después de que Morena ‘congeló’ la reforma electoral del presidente, surgieron suspicacias respecto a una división interna con los miembros de su alianza. Por su parte, los partidos de oposición, aseguran estar listos para evitar que se apruebe la propuesta emanada del Ejecutivo
Rubén Zermeño Rubén Zermeño Publicado el
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Después de dos megamarchas y de que Morena junto con sus aliados, como los partidos y la ciudadanía de oposición, mostrarán su músculo en las calles, se aplazó la discusión de la reforma electoral.

Todo parecía indicar que la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador se estancaría al no contar con los votos requeridos en la Cámara de Diputados, pero los legisladores de Morena postergaron la votación del dictamen aprobado en comisiones esta misma semana, lo que abre un nuevo panorama en un debate que ha marcado la discusión pública en los últimos meses, además de que despierta suspicacias por el aplazamiento.

Tras la aprobación del lunes en comisiones, el dictamen estaba programado para llevarse al pleno el día de ayer, sin embargo, el coordinador guinda en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier,  anunció que la discusión sería hasta el próximo 6 de diciembre, lo que de inmediato generó diversas reacciones, sobre todo en la oposición.

Mientras algunos especialistas y legisladores perciben que con esta nueva ventana, Morena aumentará la presión sobre algunos diputados opositores para conseguir los votos necesarios, por el otro lado se apunta a que incluso entre los integrantes de la bancada guinda y algunos de los miembros de sus partidos aliados, existen dudas, sobre todo por la forma en que los cambios propuestos, ya sea a través de una reforma constitucional o de modificaciones a las leyes secundarias, puedan afectarlos.

Durante su conferencia matutina de ayer, el presidente López Obrador volvió a criticar a los legisladores que rechazan las modificaciones constitucionales y reafirmó que presentará un paquete de reformas a leyes secundarias hacia el final de esta semana, aunque la puerta de una reforma de gran calado a nivel constitucional aún no está cerrada.

Los ataques desde el Gobierno federal en contra del Instituto Nacional Electoral permanecerán como una constante al menos hasta 2024

Debido a esta situación veremos días de mucha discusión, negociaciones, dimes y diretes y, será antes del 15 de diciembre, cuando sepamos si Morena logró las negociaciones necesarias para materializar la polémica reforma electoral o si optó por un Plan B.

División interna por reforma electoral

Para el director de análisis legislativo de Buró Parlamentario, Julio Tellez, el aplazamiento de la discusión y votación de la reforma electoral del presidente evidencia una división del Partido del Trabajo y del Partido Verde Ecologista de México con Morena, ya que incluso después del anuncio, Mier subió una fotografía con Gerardo Fernández Noroña del PT y Carlos Puente del PVEM intentando dar un mensaje de “unidad”.

“La reforma no iba a pasar, pero evidenciar una ruptura al interior del bloque hubiera sido más costoso que señalar, con una votación nominal, a los diputados de oposición que no iban a acompañar esta reforma constitucional”
Julio TellezDirector de análisis legislativo de Buró Parlamentario

“Aparentemente la explicación, la cual fue un poco rara del coordinador de Morena, es que necesitaban más tiempo para analizar todas las iniciativas en materia electoral, pero tuvieron tiempo suficiente las comisiones unidas para presentar un dictamen después de revisar las más de 60 propuestas y se quedaron solamente con lo que propuso el Ejecutivo. Ahora trabajarán para que el dictamen sea más amable para los partidos minoritarios de la coalición para que, aunque pierdan, no se vea una fisura o divisiones dentro del bloque”, opina.

El especialista cuestiona que ni el PT ni el Verde tenían, aparentemente, algo que perder al apoyar una votación que no iba a prosperar, por lo que plantea dos escenarios posibles al por qué recularon.

“Seguro están pidiendo algo a cambio para dar el espaldarazo a la iniciativa del presidente. Seguramente en la negociación de candidaturas o postulaciones para el próximo año no están habiendo acuerdos.

“La otra opción es que ya están cabildeando cómo van a venir las reformas en materia de leyes secundarias y están negociando que no afecte a los partidos minoritarios ni a nivel presupuesto ni a nivel de candidaturas que puedan integrar al Congreso. Al final de cuentas son partidos chicos que pueden inclinar la balanza”, dice.

Finalmente, el especialista critica que nuevamente la arena legislativa se esté contaminando por lo electoral.

“Con esto vemos cómo lo legislativo sigue contaminándose por lo electoral e incluso dentro de la propia coalición. Cada vez hay más incertidumbre de lo que pasa en el Congreso y es algo que se avizora y seguramente será la constante hasta la elección presidencial de 2024”, concluye.

Derrota a medias

Juan Carlos Montero, profesor de Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey, opina que el Plan B del presidente, después de que se dio cuenta de que no podría avanzar con la reforma constitucional, servirá solo para no mostrarlo derrotado.

“El Plan B es para dar la apariencia de que el presidente no está derrotado, pero sí lo está. La primera marcha fue muy exitosa ya que fue convocada por la ciudadanía y los partidos políticos fueron muy respetuosos al no adueñarse de la misma. El presidente reaccionó con un músculo que se movió con recursos públicos. Aunque fue una marcha más grande no ganó la atención ni los reflectores porque fue construida”, opina.

Sobre las reformas a las leyes secundarias, el especialista dice que no serán grandes cambios.

“Será una reforma muy ligera, lo que se puede hacer es cambiar el nombre del INE para agregar lo de las consultas y la participación ciudadana, porque la integración del consejo, de los tribunales, los procesos de selección, es decir, todo lo que se ha discutido, no se puede hacer sin cambiar la Constitución. Eso sí, podrán decir que tuvieron un triunfo y democratizaron al INE, pero no vamos a ver cambios. El Plan B será una herramienta para decir que hicieron lo que quisieron aunque no haya sido así”, agrega.

Después de que el presidente se dio cuenta de que no podría avanzar con la reforma constitucional ante la falta de apoyo en el Congreso, amenazó con modificar las leyes secundarias en materia electoral

El profesor investigador prevé que seguiremos viendo ataques constantes del partido en el poder contra el INE y presupuestos todavía más apretados.

“Aprovecharán cualquier resolución que tome el Instituto Nacional Electoral o el Tribunal Electoral en contra de Morena para arremeter nuevamente contra ellos. Son muy buenos para ver la paja en el ojo ajeno, sin ver la viga en el propio. Cada que el INE resuelve algo a favor de ellos no lo aplauden, pero cuando es en contra de ellos los desacreditan”, concluye.

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