Ante las pruebas que enfrentarán las alianzas políticas del país, destaca que el frente común organizado por los gobernadores de oposición, parece haber desaparecido por completo, pues la mayoría de los mandatarios regresaron a la Conferencia Nacional de Gobernadores, ahora con una abrumadora mayoría de Morena.
Para cerrar el 2021, el presidente López Obrador encabezó la asamblea de la Conago en su natal Tabasco, contando con la presencia de 31 mandatarios, incluyendo los opositores Francisco García Cabeza de Vaca, Miguel Riquelme, José Rosas Aispuro, Martín Orozco y Diego Sinhue Rodríguez, que en 2019 abandonaron la organización para crear su Alianza Federalista.
Sobre el futuro de esta alianza, Sinhue Rodríguez, mandatario guanajuatense, declaró que “está un poco desdibujada, muchos ya se fueron, los que estamos ya no sabemos si estamos o no estamos ni qué pasó con ella”. A la vez que celebró, junto a sus correligionarios del PAN, el poder reunirse con el primer mandatario del país.
El encuentro también marcó la tercera reunión entre el tamaulipeco García Cabeza de Vaca y el Gobierno federal luego de que Morena intentó desaforarlo, y la primera directamente con López Obrador desde agosto de 2020, pues fue recibido por Adán López, secretario de Gobernación, en septiembre y, junto a los dirigentes del PAN, a inicios de diciembre.
Con el regreso de los gobernadores rebeldes a la Conago, solo el jalisciense Enrique Alfaro permanece fuera del organismo. Esto pese a que hasta Samuel García, el otro mandatario emanado de Movimiento Ciudadano, confirmó que Nuevo León volvía a integrarse luego de ser sacado por su predecesor, Jaime Rodríguez.
“Jalisco no es parte de la Conago ni lo será. La Conago ya agotó su vida útil. Jalisco será un estado en el que su gobernador esté presente en las reuniones a las que nos convoque el Presidente”, explicó Alfaro antes de acabar 2021. Siendo que, por las mismas fechas, concluyó su consulta popular sobre el Pacto Fiscal.
La consulta promovida por el gobierno de Alfaro para determinar su permanencia en el Pacto Fiscal tuvo un costo oficial de 29 millones de pesos y logró 388 mil 816 votos, a razón del 6.2 por ciento de la lista nominal de Jalisco y logrando menos del 16 por ciento de la participación necesaria para que su resultado fuera vinculante.