Reconfiguración partidista
Una desbandada de cuadros importantes y el distanciamiento operativo de una de sus figuras centrales han marcado al PRI Jalisco en los últimos meses; Morena avanza en lo local con una nueva dirigencia, pero con amenazas latentes de cambios a corto plazo
Jonathan ÁvilaEn Jalisco la reconfiguración política que dejó tras de si el proceso electoral de 2018 ya está cobrando factura para algunos partidos políticos y rindiendo frutos para otros. Tanto el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Morena son los protagonistas de los cambios recientes. No obstante el tricolor ha evidenciado las fracturas internas de un organismo que hasta hace unos meses gobernaba la entidad y tenía bajo su poder diversas alcaldías.
Dos han sido los sucesos que ponen en claro la actual situación del PRI: la salida del ex diputado local Martín López Cedillo y la renuncia de Eduardo Almaguer Ramírez, exfiscal y regidor por Guadalajara, del Comité Directivo Estatal del tricolor en Jalisco. Posición desde la cual se desempeñaba como coordinador de los regidores de representación proporcional en la entidad.
Eduardo Almaguer fue una de las pocas figuras que el PRI logró rescatar para ser posicionada en el pasado proceso electoral. Sin embargo, las disputas internas entre el grupo de Aristóteles Sandoval y su falta de acuerdos con el Comité Ejecutivo Nacional lo llevaron a la debacle, esto junto a una mala percepción sobre el gobierno en Jalisco.
En tanto López Cedillo, aunque con menor peso político local, al interior del PRI logró espacios y acuerdos debido a su cercanía con grupos estratégicos, como el sector de transportistas y sobre todo entre el gremio de taxistas.
Por ejemplo Rubén Vázquez, exlíder del Movimiento Territorial del PRI, la exregidora de Guadalajara Ángeles Arredondo –cercana al magistrado Leonel Sandoval, padre del exgobernador–, así como el exsecretario del Trabajo, Héctor Pizano, quien hoy se encuentra en las filas del Movimiento Ciudadano.
La sensación de los priistas es que sus dirigencias han replegado al partido para dar paso a otras expresiones en el espacio público, de suerte que el PRI no se pueda involucrar en los asuntos de la agenda local, como criticó Eduardo Almaguer con respecto a la dirigencia estatal, en manos del exalcalde tapatío Ramiro Hernández.
“Hay una línea de conformismo y de administrar la derrota. (Ramiro Hernández) ha tomado como estrategia política el automarginar a nuestro partido de los asuntos públicos más importantes para la sociedad”, expresó Almaguer Ramírez tras su renuncia a la coordinación de regidores.
Hasta ahora, la postura de Almaguer refleja un rechazo hacia la cúpula del partido, a la que ha tildado de “comodina, mediocre y conformista”. Estas palabras incluso se han interpretado en el marco de una posible renuncia a la militancia, como el propio funcionario dejó entrever en sus declaraciones.
En recientes declaraciones de Mariana Fernández, diputada local por dicho partido, se señaló que los representantes del PRI han perdido su peso, pero siguen siendo decisivos. No obstante la realidad es aplastante, ya que en el Congreso de Jalisco, el Revolucionario Institucional apenas cuenta con tres diputados, la cifra más baja que han obtenido en la historia del organismo político en la entidad
Malestar guinda
Mientras el PRI en Jalisco quedó evidenciado en sus rupturas y derrotas, el que parece fortalecerse es el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), al haber logrado la conformación de una dirección oficial y sin ruidos, como un año atrás se había perfilado al interior de este partido.
La dirección estatal de Morena en la entidad quedó a cargo de Hugo Rodríguez Díaz, exmilitante de Movimiento Ciudadano y cuyos inicios están vinculados al PRI. Su llegada a la dirigencia local del partido guinda fue bien vista por algunos sectores, luego de cuatro años de funcionar con enlaces federales que no respondían a las intenciones de la militancia en la demarcación.
Durante su nombramiento, destacó la ausencia de Carlos Lomelí Bolaños, quien fungió como excandidato a la gubernatura del estado y enlace del presidente Andrés Manuel López Obrador en Jalisco; una falta que no pasó desapercibida, a pesar de que la importancia que aún tiene el mandatario nacional para dar cauce al partido que fundó quedó implícita durante el evento.
Otro que tampoco acudió a la presentación del nuevo dirigente estatal fue el coordinador de diputados guindas en el Congreso de Jalisco, Bruno Blancas, de quien se rumora, podría estar buscando la forma de sumarse a la bancada de Movimiento Ciudadano en próximas fechas.
En la presentación de Hugo Rodríguez estuvieron figuras cercanas a él, como Claudia Delgadillo González e Hiram Torres Salcedo, representantes de Morena en los municipios de Guadalajara y Zapopan, respectivamente.
Pese a que la designación de Rodríguez Díaz viene como instrucción directa del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, se aprecia una clara injerencia de Carlos Lomelí, quien además tuvo la tarea de reorganizar al partido guinda desde su llegada como coordinador estatal.
Sin embargo, con la llegada del nuevo representante estatal, se sumaron otras figuras con el objetivo de reforzar el tablero político de Morena en la Región.
Tal es el caso de Óscar García Lomelí, primo de Lomelí Bolaños, quien ahora tendrá a su cargo la Secretaría General del Morena. Además llega David Cueva Villaseñor, quien asumió como secretario de Finanzas.
En los últimos meses, el mosaico de los partidos políticos en la región se mantiene con Movimiento Ciudadano al frente de la agenda estatal. Seguido por Morena, quien busca tomar fuerza con el impulso federal y con un PRI desdibujado debido a la desbandada de actores clave en este periodo. miércoles 08 de mayo 2019 report