El sexenio de Felipe Calderón es recordado por el inicio de la llamada guerra contra el narcotráfico. Sin embargo, el desafío frontal a la delincuencia organizada no pudo frenar la expansión de cárteles y la violencia en el país que sigue aumentando.
Durante la gestión calderonista el Cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín “El Chapo” Guzmán, estuvo considerado como una de las organizaciones criminales más poderosas de todo el mundo. Su influencia alcanzó países asiáticos y europeos, además de dominar el mercado negro estadounidense.
Aunado a la fortaleza que adquirió el Cártel de Sinaloa en el segundo gobierno panista, otras organizaciones también disputaron territorios y salieron victoriosas, tal es el caso del Cártel del Golfo, Los Zetas, los Beltrán Leyva y La Familia Michoacana.
A finales del gobierno encabezado por Calderón Hinojosa, surgió el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) el cual se consolidó durante la gestión de Enrique Peña Nieto y en la actualidad es considerado el grupo criminal con mayor influencia en el occidente y centro del país.
Ya en el sexenio pasado, nació el Cártel Santa Rosa de Lima, el cual comenzó a figurar en 2014, siendo su base de operaciones el estado de Guanajuato. Su principal actividad en un inicio fue el robo y venta de combustible llamado “huachicol”.
El Cártel Santa Rosa de Lima es antagonista del CJNG. Las disputas entre ambas organizaciones por el control del territorio en Guanajuato son las principales generadoras de violencia en la región. Tanto, que el estado del Bajío es actualmente el lugar donde más asesinatos se cometen en el país.
Detención de ‘El Marro’
A inicios de agosto, elementos estatales y federales consiguieron capturar a José Antonio Yépez Ortiz “El Marro”, líder del Cártel Santa Rosa de Lima.
Yépez Ortiz era uno de los objetivos prioritarios de las fuerzas federales desde que inició la administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador, ya que a su grupo delincuencial se le identificó como uno de los principales en el robo de hidrocarburos.
A pesar de que su detención fue un golpe a la estructura del grupo criminal, no fue suficiente para desarticularla por completo, explica Erubiel Tirado, coordinador del Programa de Seguridad Nacional, Democracia y Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana.
“Lo que hicieron fue capturar al líder máximo pero eso no está yendo de la mano de la desarticulación de las redes de complicidad que tiene el cártel en sus estructuras de gobierno, no solo en lo local, también en términos federales”, menciona.
Con respecto al ambiente de violencia que se vive en Guanajuato por la delincuencia organizada, Erubiel Tirado afirma que la detención del líder del Cártel Santa Rosa de Lima no es un factor que influya para que se reduzca el número de homicidios. Añade que, como en otros casos, iniciará una lucha por la sucesión del control de la organización.
“Esta misma película la hemos visto los últimos 20 años. El asunto es que descabezar organizaciones no implica la desaparición de ese cártel, lo que puede ocurrir es que subsista con otra cabeza o se divida en otras subestructuras”, asegura.
El Aguaje, pueblo con la ley del narco
En Aguililla, en la región de la Sierra Costa de Michoacán, existe un enfrentamiento entre Los Viagras y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que convierten a las comunidades en pueblos sin ley.
En diferentes videos que circulan en grupos de WhatsApp entre pobladores de la zona se ve a los hombres armados de uno y otro bando que realizan recorridos para apropiarse de esa región ideal por su clima para el cultivo de varias drogas.
En una de las grabaciones un grupo de mujeres realizan tomas de las casas de lujo balaceadas. En otro aparecen cadáveres en camionetas rafagueadas. “Grábenlos. Pinches jotos”, se escucha decir a los hombres armados que portan equipo táctico.
Interrogatorios, ejecuciones y descuartizamientos son parte de lo que se difunde entre estos videos.
Los pistoleros andan como si nada en las calles solitarias de El Aguaje, una localidad michoacana que oficialmente se llama Bonifacio Moreno.
Ahí, la policía local no puede hacer nada y nadie llega a poner orden, según dicen los pobladores. Cuando llegan los pistoleros en las camionetas con blindajes hechizos solo les queda esconderse.
Análisis de la delincuencia organizada desde el exterior
El último informe sobre narcotráfico en México, elaborado por el Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, revela que la cadena perpetua impuesta a “El Chapo” Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, fracturó la hegemonía que tenía esa organización en el tráfico de drogas.
Hace énfasis también en que la detención en diciembre de Genaro García Luna erosionó todavía más la confianza pública en los esfuerzos del gobierno mexicano para combatir la delincuencia organizada.
El análisis, publicado el 28 de julio, establece que el enfoque sobre la seguridad pública del país implementado por Andrés Manuel López Obrador desde su llegada a la Presidencia ha logrado pocos avances.
“A pesar de las promesas de reforma, el presidente se ha basado en una política convencional de utilizar al Ejército y una Guardia Nacional para ayudar a reprimir la violencia. El presidente se ha centrado en el robo de petróleo que extrae miles de millones de ingresos del gobierno anualmente”, se lee en el documento.
Cárteles en expansión
El estudio sobre los cárteles mexicanos informa que continúan diversificando sus actividades y alertan sobre el aumento de producción en opioides, causantes de gran parte de las muertes por sobredosis en el país del norte.
De acuerdo con la última evaluación nacional de amenazas hecha por la Oficina de Administración para el Control de Drogas (DEA), los cárteles mexicanos, además del trasiego de estupefacientes, obtienen recursos de otros ilícitos como la extorsión, contrabando de personas y robo de hidrocarburos.
“A medida que expandieron su control del mercado de opioides, las sobredosis en Estados Unidos aumentaron drásticamente, según los Centros para el Control de Enfermedades, estableciendo un récord en 2019, con más del 70 por ciento de las muertes por sobredosis relacionadas con opioides, incluido el fentanilo”, establece el estudio.