La desigualdad se hace presente de nueva cuenta en el país. Ahora dentro del proceso electoral 2017-2018, en el cual, el INE implementó un mecanismo que utiliza como herramienta el internet para registrar el apoyo ciudadano a los aspirantes a candidaturas presidenciales, sin tomar en cuenta que en México cuatro de cada diez personas no tienen acceso a este servicio.
El martes, el INE concedió a María de Jesús Patricio Hernández “Marichuy”, aspirante a una candidatura presidencial independiente, recolectar firmas de apoyo ciudadano en papel en 242 municipios de Oaxaca, Chiapas y Yucatán, que cuentan con un alto grado de marginación.
Marichuy, quien es vocera del Concejo Indígena de Gobierno del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), a diferencia de los demás aspirantes, podrá recolectar la rúbrica de sus simpatizantes en hojas de papel, debido a que en zonas marginadas del sur del país, que es donde ella busca el apoyo, no hay servicio de internet para registrar los datos de la ciudadanía en tiempo real.
Es por ello que la dirección ejecutiva de Prerrogativas y Partidos del INE le concedió optar por dos vías de recolección: ya sea el registro a través de la aplicación para celulares “Apoyo ciudadano”; de no haber internet, Marichuy y sus auxiliares, podrán optar por inscribir en una hoja de papel donde los datos del ciudadano, en zonas específicas del país, len donde no hay servicio de internet.
La aspirante, quien representa a comunidades principalmente chiapanecas, ha dejado al descubierto las dificultades que enfrenta una persona indígena que desea ejercer su derecho a votar y ser votada en una elección.
De acuerdo con el “Estudio de Hábitos de los Usuarios de Internet 2015”, se concluyó que la penetración de la red entre los mexicanos sobrepasa la mitad del total de la población. No obstante, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), determinó que el sur del país concentra el mayor número de municipios con menor indice de desarrollo humano, en donde el tener acceso a internet pasa a segundo plano; y las carencias alimenticias o de servicios básicos, son prioridad principal.
De los 125 municipios que la CDI consideró con mayor marginación, Oaxaca y Chiapas conservan la mayoría; 81 municipios. Otros 40, se reparten entre Veracruz, Guerrero y Puebla. Mientras que en Durango, Nayarit, San Luis Potosí y Yucatán, se ubica uno por entidad.